martes, 10 de marzo de 2009

¿Los padres de mayor edad tienen hijos menos inteligentes?


Al pasar los 30 y pico, toda mujer que quiere ser madre comienza a preocuparse. Sabe que el riesgo de quedar embarazada aumenta con la edad y que ello puede dejar consecuencias en el bebé. Para los hombres, en cambio, sus años no suelen ser un tema a considerar a la hora de pensar en ser padres. Hasta ahora.

Porque un estudio de investigadores australianos y estadounidenses devela que la edad avanzada del padre está asociada con un crecimiento en el riesgo de que sus hijos sufran desórdenes neurológicos –como autismo y esquizofrenia–, dislexia y reducción de la inteligencia. En la investigación, publicada en la revista PLoS Medicine, los autores reanalizaron los datos de 33.437 menores, todos ellos incluidos en el Estudio Colaborativo Perinatal de EEUU, en el que entre 1959 y 1969 se reclutó a las mujeres embarazadas que acudían a 12 universidades estadounidenses.

Para ello, evaluaron los resultados obtenidos en las pruebas de habilidades neurocognitivas de sus hijos, realizadas a los ocho meses y a los cuatro y siete años. "Nuestro trabajo es el primero del que tengamos conocimiento que demuestra que los descendientes de padres mayores muestran una serie de daños en distintas habilidades neurocognitivas durante la infancia. Estos problemas persisten pese a tener en cuenta factores como el estatus socioeconómico o la salud mental paterna", sostienen los autores del trabajo. Y aclaran que se desconoce si estas habiliadades mejoran con el tiempo.

Según los resultados del informe, a diferencia de lo que sucede con los óvulos de la mujer que se forman periódicamente en el útero, el esperma del varón se acumula a lo largo del tiempo, lo cual favorecería la aparición de mutaciones genéticas que podrían interferir en el desarrollo cerebral del futuro bebé.

Por ejemplo, cuando el padre tiene 20 años, la media del cociente intelectual (CI) del niño es de 106,8. Si tiene 50 años, la media es de 100,7.

"El autismo ha crecido en las últimas décadas, pero no se conoce la causa. Algunos estudios sugieren que puede atribuirse a una base genética compleja, en parte por culpa del esperma dañado que el hombre acumula durante toda su vida", dice el estudio.

En los últimos años, los cambios en la sociedad han hecho que las parejas esperen a que lleguen los tardíos treinta para tener hijos. En 1993, el 25% de nacimientos en Inglaterra era de padres de entre 35 y 54 años. Diez años después, la cifra ascendió al 40%. Es conocido que la fertilidad de la mujer declina con la edad y que las madres más grandes son más proclives a tener chicos con difucultades genéticas, por ejemplo síndrome de Down. Pero hasta el momento se había puesto poca atención en los efectos de la vejez de los padres.

"Las investigaciones encontraron que los chicos con padres más viejos tuvieron menos puntuación en todas las pruebas, excepto en la de herramientas motoras", señala el informe, que se suma a una serie de evidencias sobre la relación entre la edad avanzada de los progenitores y sus efectos con la fertilidad y la salud de los hijos.

"Los factores genéticos y sociales pueden estar operando conjuntamente, y de ahí los datos obtenidos en la nueva investigación. No obstante, y teniendo en cuenta que la tendencia actual es que padres y madres retrasen cada vez más el momento de tener hijos, se deberían adoptar políticas encaminadas a divulgar los riesgos asociados al retraso de la paternidad", opina Mary Cannon, del Centro de Educación e Investigación del Hospital Beaumont de Dublin (Irlanda).
clarin.com

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