Andrea Gómez
Para LA NACION
Desde una lectura psicológica es importante que la pubertad y la adolescencia sean observadas con mucha atención, ya que se trata de etapas de muchos cambios y, por lo tanto, de mucha vulnerabilidad. Nos sorprendemos al ver jovencitas que, con carita de niñas, ya muestran cuerpos desarrollados que parecieran no coincidir con su edad.
No hay que olvidar que el desarrollo psíquico no va en paralelo con el desarrollo biológico. Es decir que aunque veamos niñas con cuerpos de mujer, aún su psiquismo, su madurez psicológica es la de una niña.
Por otro lado, el sobrepeso en el adolescente puede responder a varias causas. El crecimiento de los hijos puede ser muy ansiógeno para los padres, y alimentar en exceso podría ser un acto desesperado y no consciente de intentar que no crezcan.
Muchas veces la obesidad en la adolescente intenta "cubrir" esas formas que están apareciendo y que a veces avergüenzan y perturban. El exceso de peso cubre las formas, las tapa. Las curvas sensuales se redondean en exceso, el crecimiento de las mamas se confunde con la adiposidad.
La obesidad intenta postergar el crecimiento conteniendo los impulsos internos y los miedos y ansiedades que surjan. Claro que esto por lo general no se logra. El adolescente con obesidad huye de un fantasma y se encuentra con otro: el de la discriminación. La obesidad no debe ser abordada a la ligera. Detrás de la obesidad hay una persona que sufre, que teme crecer y que intenta protegerse de los peligros que siente desde el mundo exterior y desde su mundo interno, emocional.
No hay que olvidar que el desarrollo psíquico no va en paralelo con el desarrollo biológico. Es decir que aunque veamos niñas con cuerpos de mujer, aún su psiquismo, su madurez psicológica es la de una niña.
Por otro lado, el sobrepeso en el adolescente puede responder a varias causas. El crecimiento de los hijos puede ser muy ansiógeno para los padres, y alimentar en exceso podría ser un acto desesperado y no consciente de intentar que no crezcan.
Muchas veces la obesidad en la adolescente intenta "cubrir" esas formas que están apareciendo y que a veces avergüenzan y perturban. El exceso de peso cubre las formas, las tapa. Las curvas sensuales se redondean en exceso, el crecimiento de las mamas se confunde con la adiposidad.
La obesidad intenta postergar el crecimiento conteniendo los impulsos internos y los miedos y ansiedades que surjan. Claro que esto por lo general no se logra. El adolescente con obesidad huye de un fantasma y se encuentra con otro: el de la discriminación. La obesidad no debe ser abordada a la ligera. Detrás de la obesidad hay una persona que sufre, que teme crecer y que intenta protegerse de los peligros que siente desde el mundo exterior y desde su mundo interno, emocional.
La autora es psicóloga del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam)
lanacion.com
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