Entender cuál es la relación entre obesidad, comer, adelgazar, subir y las conductas adictivas es muy útil para que podamos resolver alguna vez el problema y no quedemos como observadores pasivos y sometidos.
Se puede decir que comer mal es una adicción cuando:
a) Se consume gran cantidad de tiempo en actividades necesarias para mejorar la conducta alimentaria y/o recuperarse de sus efectos nocivos (existencia adictiva).
b) Se desarrolla una conducta alimentaria nociva más frecuentemente de lo pretendido (acto impulsivo).
c) Se fracasa en el deseo persistente o el esfuerzo inútil de cortar o controlar la mala conducta alimentaria ( acto pulsional).
d) Se mantiene la conducta desbordada, no obstante el problema físico o psicológico que persiste o se repite que es causado por la conducta antes mencionada (reiteración).
e) Se abandonan o reducen actividades sociales, recreativas y ocupacionales a causa de la conducta alimentaria (efectos nocivos).
f) Se incrementan paulatinamente la cantidad e intensidad de desbordes alimentarios para alcanzar el efecto deseado (fenómeno de tolerancia).
g) Se experimenta abstinencia psicofísica por interrupción del ingreso de alimento con posterior aumento de descarga como alivio imprescindible.
A medida que se reiteran los ciclos, el enfermo siente que la satisfacción cada vez es menor y que el acto bulímico, compulsivo y picoteador le produce menos y menos placer, mucho menos satisfacción y más amargura, desolación o angustia. El adicto alimentario ya sufre más de lo que goza. El descontrol ya llega a todas las áreas. No hay aspectos éticos ni morales ni culpas que intervengan en esta conducta. En definitiva el comer adictivo no debe incluir en su conducta ninguna cuestión ética o moral.
a) Se consume gran cantidad de tiempo en actividades necesarias para mejorar la conducta alimentaria y/o recuperarse de sus efectos nocivos (existencia adictiva).
b) Se desarrolla una conducta alimentaria nociva más frecuentemente de lo pretendido (acto impulsivo).
c) Se fracasa en el deseo persistente o el esfuerzo inútil de cortar o controlar la mala conducta alimentaria ( acto pulsional).
d) Se mantiene la conducta desbordada, no obstante el problema físico o psicológico que persiste o se repite que es causado por la conducta antes mencionada (reiteración).
e) Se abandonan o reducen actividades sociales, recreativas y ocupacionales a causa de la conducta alimentaria (efectos nocivos).
f) Se incrementan paulatinamente la cantidad e intensidad de desbordes alimentarios para alcanzar el efecto deseado (fenómeno de tolerancia).
g) Se experimenta abstinencia psicofísica por interrupción del ingreso de alimento con posterior aumento de descarga como alivio imprescindible.
A medida que se reiteran los ciclos, el enfermo siente que la satisfacción cada vez es menor y que el acto bulímico, compulsivo y picoteador le produce menos y menos placer, mucho menos satisfacción y más amargura, desolación o angustia. El adicto alimentario ya sufre más de lo que goza. El descontrol ya llega a todas las áreas. No hay aspectos éticos ni morales ni culpas que intervengan en esta conducta. En definitiva el comer adictivo no debe incluir en su conducta ninguna cuestión ética o moral.
¿Como salir?
- Con imaginación
- Con ampliación del pensamiento
- Con reestructuración de los emociones
- Con responsabilidad
- Con pausa y reflexión
- Con ayuda terapéutica
- Con una red de apoyo, que reemplazará de a poco la telaraña de la adicción
- Con imaginación
- Con ampliación del pensamiento
- Con reestructuración de los emociones
- Con responsabilidad
- Con pausa y reflexión
- Con ayuda terapéutica
- Con una red de apoyo, que reemplazará de a poco la telaraña de la adicción
lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario