lunes, 9 de marzo de 2009

Evite la insuficiencia renal: contrólese la presión arterial


Felipe Inserra, médico nefrólogo miembro de la SAN, destacó que "en los países que tienen programas de control más estrictos de los factores de riesgo como la dieta, los lípidos, los hábitos de vida y sobre todo la hipertensión arterial, está disminuyendo el crecimiento de la cantidad de pacientes que entran a diálisis".
Inserra en un informe médico dado a conocer con motivo de ser el 12 de marzo el Día Mundial del Riñón puso como ejemplo "a los Estados Unidos y países europeos, donde la cifra de personas que ingresaban cada año a tratamiento de diálisis venía aumentando entre un 6 y un 8% cada año". "Mientras que desde hace cuatro o cinco años la curva de crecimiento tiende a aplanarse y el año pasado, sólo fue menos de la mitad", puntualizó el nefrólogo.
Inserra sostuvo que "una de las causas es el mejor control de los factores de progresión, entre ellos la hipertensión arterial, a través de estrategia de tratamiento más consolidadas". Argentina tiene actualmente 25.109 personas en tratamiento de diálisis renal, lo que significa una incidencia de 630 pacientes por millón de habitantes.
El Incucai, que maneja a nivel nacional los registros de diálisis y trasplantes, destacó que entre 2007 y 2008 ingresaron a diálisis unas 500 personas menos que en el período 2006-2007, cuando la cifra siempre crecía año tras año. Las terapeúticas sustitutivas de la función renal son de alto costo y el paciente debe ir al menos tres veces por semana a un centro de diálisis, para someterse al tratamiento en el que con la ayuda de una máquina puede eliminar los tóxicos de la orina.
Pero la única posibilidad de recuperar parte de la función de los riñones cuando están muy deteriorado es el trasplante, y no en todos los pacientes es posible. Eduardo dos Ramos Farías, presidente de la SAN, opinó que "muchas menos personas llegarían a esa instancia si fueran diagnosticados tempranamente". Destacó que "la detección temprana es la que permite al médico controlar a tiempo los grandes factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo, la diabetes y la hipertensión arterial, que son los que pueden llevar al empeoramiento del paciente renal".
El diagnóstico de enfermedad renal crónica consiste en incluir, cuando el médico clínico detecta en el paciente factores de riesgo de enfermedad renal, dos análisis de laboratorio. Esas pruebas necesarias para detectar la enfermedad renal y que en cualquier laboratorio del país pueden realizarse son: el análisis de creatinina en la sangre y la proteinuria, es decir la medición de la cantidad de proteínas presentes en la orina.
La pérdida de proteína por la orina significa daño renal y el exceso de creatinina en la sangre indica un mal funcionamiento del filtrado glomerular, que es un proceso que vital para los riñones. Con esos resultados se puede conocer el estado renal del paciente y cuando es necesario, se puede implementar un sencillo programa de control de los factores de progresión de la enfermedad que evitará llegar a estadíos avanzados de la patología. T
elma Domínguez, nefróloga coordinadora del comité estable de la SAN por el Día Mundial del Riñón, indicó que "el problema es que al no detectar la enfermedad con esos sencillos análisis, se llega tarde al tratamiento". Domínguez añadió que "por no conocer el estado de su función renal, el paciente se expone a muchos otros riesgos, como la mayor predisposición a desarrollar una enfermedad cardiovascular".
Especialistas de la SAN con representantes del Incucai y del Pami darán el próximo jueves a las 10, una conferencia de prensa en la sede porteña ubicada en la avenida Pueyrredón 1085, donde se darán conocer datos sobre la situación de los pacientes renales. También ese día, de 10 a 19, en la Plaza San Martín de Retiro, habrá un puesto permanente donde enfermeros y médicos difundirán material didáctico y atenderán consultas del público para aclarar las dudas que surjan respecto del cuidado renal.
26noticias.com.ar

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