Con sólo tres letras, la medicina británica despertó la esperanza de millones de pacientes oncológicos y la cautela de todos sus médicos. El hallazgo se llama LOX y fue divulgado por un equipo de expertos del Instituto de Investigación sobre el Cáncer del Reino Unido.
Su estudio, publicado ayer por la prestigiosa revista Cancer Cell, reveló la existencia de una enzima clave que estimula el desarrollo de la metástasis, es decir, el proceso de expansión del cáncer hacia otras partes del cuerpo que provoca el 90% de las muertes relacionadas con esta enfermedad.
La proteína LOX (isil oxidasa) es la encargada de enviar las señales que prepararán una nueva área del cuerpo donde el cáncer se instalará. Desde Londres, Janine Erler, jefa del equipo de investigación del Institute of Cancer Research dijo que el descubrimiento “es la pieza clave del rompecabezas que estaba perdida y que los científicos habían estado buscando” y agregó que “si podemos interrumpir la habilidad del cuerpo para preparar nuevas áreas de expansión cancerígena, podremos prevenir la metástasis”, vaticinó. Sin embargo, Julie Sharp, integrante del mismo equipo de investigadores, advirtió que “el próximo paso será saber si esta enzima puede ser desactivada para frenar la expansión del cáncer”.
La noticia del hallazgo recorre el mundo y es el resultado de una investigación realizada sobre cáncer de mama en ratones. Mientras los expertos ingleses sostienen que estos resultados podrían aplicarse a otros tipos de cáncer, todos los especialistas argentinos consultados por este diario, si bien no le restaron importancia al anuncio, optaron por mostrarse muy cautos sobre su verdadero alcance.
Para Adrián Huñis, docente de Medicina Interna de la Universidad de Buenos Aires y director de Oncología del Centro Oncológico Buenos Aires, “se trata de una investigación llamada ‘preclínica’ que todavía no se realizó en humanos”, pero consideró que “su importancia radica en que el cáncer es un grupo de enfermedades que puede permanecer durante mucho tiempo en un solo órgano y, si es detectado en ese estadio, la probabilidad de curación es casi del 100%; pero si se expande, o las células que lo conforman se diseminan, la probabilidad de cura es menor al 30 por ciento”.
El epidemiólogo Javier Meritano, directivo de Médicos del Mundo, dijo que en términos de salud pública este descubrimiento “no va a tener grandes impactos” y anticipó que “puede pasar lo mismo que sucedió con la vacuna contra el cáncer de cuello de útero, cuando su altísimo costo la hizo inaccesible”.
Todos los médicos consultados confirmaron este dato y recordaron que las nuevas drogas contra esta dolencia han aumentado los costos de los tratamientos de 1000% a 2000%, mientras que su beneficio es mínimo. De hecho, solamente “dos o tres” de estas nuevas drogas oncológicas han producido un cambio en algunas patologías particulares.
En Argentina "150 personas mueren cada 24 horas a causa de esta enfermedad”, según dijo la directora del Instituto Ángel Roffo, Berta Roth, ante la American Cancer Society. Meritano agregó que “casi el 70% de los pacientes recurren a terapias alternativas o complementarias”, una cifra que explica por qué cada nuevo anuncio científico puede ser una esperanza pero también una decepción.
criticadigital.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario