The New York Times
lunes, 24 de enero de 2011
Desarrollan dos prometedores tests para el mal de Alzheimer
The New York Times
viernes, 22 de octubre de 2010
Examinarnos nos hace más inteligentes

"Supón que estás intentando aprender una palabra en otro idioma", explica Katherine Rawson, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Kent (Ohio, EEUU) y firmante del trabajo. "En nuestro estudio, utilizamos parejas de términos en inglés y swahili, como cloud-wingu [nube]. Para aprender este término, simplemente lo repetirías una y otra vez cada vez que lo estudiaras, pero ésta no es una estrategia especialmente útil para grabar algo en la memoria".
Podemos definir aprendizaje como el proceso mediante el cual adquirimos nuevos conocimientos, y memoria como el almacenamiento de los mismos que se traduce en un cambio de comportamiento. Ambos fenómenos están estrechamente relacionados y de ellos dependen todos o casi todos los procesos cerebrales, desde las emociones hasta jugar el tenis.
Una de las cosas que la ciencia ha demostrado es que el aprendizaje no sólo tiene lugar durante el estudio sino que el momento de examinarse también lo fomenta. Pero, a pesar de que esto se sabe desde hace años, "es sorprendente que los mecanismos que subyacen tras el efecto de los tests no se comprendan bien aún", explican las autoras en las páginas de 'Science'.
Todos conocemos algunos trucos para aprender mejor y más rápido. Fraccionar, por ejemplo, un número de nueve dígitos en grupos de tres. Ponerle música y/o ritmo, como se suele hacer durante los primeros años de enseñanza. Crear reglas mnemotécnicas o tender puentes. Este último consiste en establecer una relación entre las cosas a recordar y normalmente se emplea con pares de palabras como países-capitales o el significado de un término en otro idioma.
Tres veces mejor
Sabemos que cuantas más asociaciones se establecen entre la nueva información y lo que ya se sabe, más fácil será aprenderlo y ésa es la hipótesis que defiende el estudio de Rawson. Los puentes, llamados mediadores, son más eficaces cuando se crean durante un examen que mientras estudiamos, y así lo han confirmado las autoras.
El experimento consistió en hacer recordar a 118 participantes 48 pares de palabras en inglés y swahili.
Después de presentarles la lista de términos, un grupo se sometió a un examen y después volvió a estudiarlos, mientras que el otro sólo se dedicó a su estudio. Todos ellos debieron comunicar cuál era el mediador -palabra que suena o se parece al término en swahili y que está semánticamente relacionada con la voz inglesa- escogido en cada caso.
"Wingu se parece a wing [ala, en inglés], los pájaros tienen alas y vuelan por las nubes. Esto, claro está, funciona tan bien como bien elegido esté el mediador. Para que la palabra clave sea buena, tienes que ser capaz de recordarla cuando te den la extranjera más tarde. Y, también, debes recordar el término inglés al que lo has asociado", explica Rawson.
Ella y su colega Mary Pyc observaron que los individuos pertenecientes al primer grupo obtuvieron mejores puntuaciones en el examen final. De hecho, recordaron hasta tres veces más palabras que sus compañeros porque "sus mediadores eran más efectivos". Una de las posibles explicaciones es que los fallos durante el proceso de recuperación (recordar wing [ala] al leer wingu [nube]) llevan a la elección de mejores mediadores y esos fallos sólo ocurren cuando se pone el conocimiento a prueba y no cuando se estudia.
elmundo.es
martes, 29 de junio de 2010
Los 'signos' de la esquizofrenia en bebés

MADRID.- Acaban de nacer y sus cerebros ya 'delatan' si, desafortunadamente, tienen más posibilidades o no de desarrollar esquizofrenia. Un equipo de científicos estadounidenses aporta las primeras evidencias científicas de que algunas de las anomalías cerebrales asociadas a un mayor riesgo de padecer la enfermedad se pueden detectar a las pocas semanas de llegar al mundo.
La esquizofrenia, que en España afecta a más de 400.000 personas, se considera una patología del neurodesarrollo desde hace 20 años. "Este concepto se basa en las observaciones realizadas que constatan que algunos genes implicados en el desarrollo pueden tener variaciones anómalas en estos pacientes. Tambien se ha contrastado que los 'ataques ambientales' durante la fase pre y perinatal, como las infecciones o las complicaciones obstétricas en el nacimiento, elevan las posibilidades de padecerla... Además, este trastorno se asocia con alteraciones sutiles de la estructura cerebral, incluidos un volumen mayor de los ventrículos laterales, niveles más bajos de sustancia gris cortical, y menor volumen del hipocampo" reza el ensayo, publicado en el último 'American Journal of Psychiatry'.
Los científicos, liderados por John Gilmore, del Centro de Investigación de Esquizofrenia de la Universidad Chapel Hill de Carolina del Norte (EEUU) llevaron a cabo la investigación con 26 embarazadas con esquizofrenia y las compararon con otras tantas sanas. Los autores recuerdan que "tener un pariente de primer grado afectado aumenta el riesgo de que una persona desarrolle también la enfermedad". Sin embargo, hay que hacer un llamamiento a la cautela porque no todos los niños nacidos de madres o padres con la patología la sufren también.
Durante el ensayo se llevaron a cabo ecografías durante las semanas 22 y 32 de gestación, así como resonancias magnéticas en todos los recién nacidos. "Los datos revelan que los menores de mamás con esquizofrenia no mostraban diferencias en el ancho prenatal del ventrículo lateral o en la circunferencia de la cabeza. Sin embargo, entre los bebés de más riesgo de padecer la enfermedad se evidenció un tamaño del cerebro más grande así como de los ventrículos laterales en comparación con los hijos de madres sin enfermedad psiquiátrica". Por el contrario, los investigadores no encontraron diferencias en el tamaño del cerebro de las niñas del estudio.
Hacer el seguimiento
Para Julio Sanjuán, coordinador del área de Esquizofrenia e Investigador Principal del grupo 23 del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, "el trabajo es importante porque es el primero que se realiza en bebés. Los que existen hasta ahora son en menores que ya han desarrollado la enfermedad. Por lo tanto, además de aportar nuevas evidencias, permite que el seguimiento de estos recién nacidos ofrezca la oportunidad de observar qué cambios se producen durante el neurodesarrollo y cuáles de ellos guardan relación con el padecimiento de la enfermedad".
Este experto reconoce que "en este estudio, como en todos los de salud mental en los que se emplean técnicas de imagen, las diferencias observadas entre pacientes y controles se realizan a nivel grupal, no individual. No da a conocer el porcentaje exacto de niños que tenían anomalías y los que no las padecían. Este hecho explica por qué hasta la fecha las técnicas de neuroimagen no tiene un valor diagnóstico en Psiquiatría".
Pese a todo ello y a pesar, también, "de que la muestra es pequeña", aclara el investigador, "lo cierto es que se trata de un estudio importante que pone además en evidencia algo que llevamos observando desde hace tiempo".
Diferencias de género
Siempre se ha creído que la esquizofrenia afectaba por igual a hombres y a mujeres, pero sabemos "que no y que en los varones, además de ser más frecuente y de tener un inicio más precoz, causa más síntomas. También es más grave. Las pruebas de imagen han constatado que las niñas de madres con esquizofrenia no tenían las anomalías cerebrales que se han observado en los niños, lo que viene a constatar que, probablemente, a nivel de mecanismos etioptagonénicos (causas) del trastorno, las cosas son muy distintas entre el sexo masculino y el femenino".
Tanto este especialista como los propios autores de la investigación defienden que los menores con cerebros más grandes no necesariamente van a desarrollar la enfermedad. Es más, "sólo entre el 20% y el 30% de los pacientes diagnosticados en la edad adulta muestra anomalías estructurales en el cerebro (dilatación ventricular), en el resto no se aprecian diferencias con las personas que hicieron de grupo control", aclara el científico de Valencia. Los autores confiesan que este trabajo es sólo el principio. "Estamos siguiendo a estos bebés a través de su infancia. El equipo continuará midiendo los cerebros de los niños y hará un seguimiento de sus habilidades lingüísticas, motrices y desarrollo de la memoria, para establecer una posible relación con la enfermedad. También pretendemos contactar con más mujeres para aumentar el tamaño de la muestra".
Para que nadie se lleve a engaños, "hay que dejar bien claro que el estudio no tiene implicaciones, por ahora, en la práctica clínica. En resumen, este estudio es un paso importante pero todavía queda mucho camino por recorrer para tener pruebas de detección precoz de la esquizofrenia", adelanta Julio Sanjuán.
elmundo.es
lunes, 7 de diciembre de 2009
"El cáncer es un experimento evolutivo"

LA NACION
Como no podía ser de otro modo, tratándose de un físico, John Quackenbush llegó a la biología... por azar: tuvo una novia bióloga mientras hacía su tesis de doctorado.
"Solía sentarme en su laboratorio -recuerda- resolviendo oscuros problemas matemáticos mientras ella estudiaba la regulación hormonal de la expresión genética en cucarachas. Así descubrí que mis habilidades cuantitativas podían tener un impacto muy positivo en la investigación biológica..."
En las últimas dos décadas, las capacidades del hoy director del Centro de Biología Computacional del Instituto Dana-Farber de Investigación en Cáncer, de la Universidad de Harvard, así como la de otros ingenieros, matemáticos y especialistas en ciencias de la computación revolucionarían el estudio de los sistemas biológicos que originan un amplio rango de enfermedades humanas, gracias al aporte de nuevas formas de analizar grandes volúmenes de datos y al desarrollo de tecnología de última generación y herramientas de software.
La semana última, Quackenbush estuvo en Buenos Aires para dar una conferencia en el marco del Programa de la Universidad de Harvard de Formación para Líderes de la Salud de América latina.
-Doctor Quackenbush, ¿este enfoque interdisciplinario anticipa una revolución en la medicina?
-Si uno mira los primeros días de la biología molecular, se encuentra con personas como Max Delbrück, un físico. Hay una larga historia de físicos que pierden su camino, tropiezan con la biología y hacen contribuciones importantes [bromea]. Los físicos, ingenieros y matemáticos tenemos capacidades críticas para encontrar patrones de datos y desarrollar modelos que nos pueden ayudar a entender los sistemas biológicos. Pero para enfrentar la próxima generación de problemas, necesitaremos algo más que personas brillantes: tendremos que formar equipos de individuos con capacidades complementarias.
-¿Qué ofrece, por ejemplo, el análisis de la base de datos del genoma humano?
-El producto final del Proyecto Genoma Humano fue, en cierto modo, un gran catálogo de todos los genes de nuestra especie, que hoy se estiman en alrededor de 26.000. Cada uno de ellos fabrica diferentes proteínas y las activa o las silencia en los distintos tipos de células. Hoy se puede explorar un trozo de tejido y ver cómo se expresan los distintos genes en alrededor de dos días. Entonces, uno puede preguntarse en qué difiere un tejido sano de otro enfermo. Por ejemplo, el cáncer de mama, ¿es una sola enfermedad o son muchas? Y si son muchas, ¿cuáles son las diferencias entre los subtipos? Esto es, precisamente, lo que pudimos hacer: tomar una enfermedad, identificar cuatro o cinco subtipos, analizar la expresión de los patrones genéticos y luego encontrar cuáles son los que responderán a ciertas terapias, y no a otras.
-¿Es ésta la medicina "a medida" de cada paciente?
-Aunque creo que será muy difícil crear fármacos para pacientes específicos, lo que estamos viendo más y más es una expansión de los esfuerzos para obtener información genética de cada uno. En Dana-Farber, donde trabajo, lanzamos una iniciativa de genómica personal para obtener un perfil de más de mil diferentes marcadores o genes de cada persona que tratamos. Muchos de ellos representan objetivos para los cuales ya existen fármacos y esperamos ayudarlos a elegir terapias más efectivas. Nuestra meta es reunir un corpus lo suficientemente grande como para entender los mecanismos de la resistencia a la quimioterapia y ser capaces de atacarla.
-¿Estamos muy lejos de poder cartografiar nuestro genoma personal por mil dólares?
-El Proyecto Genoma Humano llevó 13 años y exigió analizar tres mil millones de bases. Para hacerse una idea del tamaño y de la complejidad del desafío, tres mil millones es el número de segundos que hay en 95 años, es una cantidad extraordinaria de información. Pero con la genómica pasa lo mismo que con las computadoras: la tecnología se desarrolla muy velozmente. Y si el genoma humano exigió equipos que llenaban galpones, hoy estamos secuenciando el genoma del cáncer de ovario con un instrumento que cabe en un escritorio y que puede secuenciar veinte veces el genoma humano en seis semanas por 60.000 dólares. Probablemente, sí, en menos de cinco años el costo de un genoma completo costará menos de mil. Y eso cambiará drásticamente cómo pensamos acerca de la medicina, de las terapias personalizadas, y también de la privacidad genética. Me imagino que cuando mi hijo de tres años y medio tenga 16, su página de Facebook tendrá su secuencia genética. Y cuando tenga 20, estará concertando citas por Internet de acuerdo con coincidencias de su perfil genético...
-¿Qué porcentaje de diferencia genética existe entre un tumor y un tejido sano?
-Esa es una pregunta muy difícil. Somos increíblemente similares. La diferencia entre dos genomas normales es de un décimo de un uno por ciento, o de una cada mil bases. Pero, incluso, eso son tres millones de diferencias. El cáncer es casi un experimento evolutivo. Las mutaciones empiezan a acumularse y hacen que la enfermedad se apodere de sistemas del organismo. Para entender las diferencias con el tejido normal necesitamos acumular datos de miles de pacientes. Si el mayor avance médico que vi en mi vida fue el test hogareño de embarazo, tal vez demos con «la piedra filosofal» del cáncer cuando seamos capaces de desarrollar tests semejantes para tomar decisiones terapéuticas o conocer nuestro riesgo de desarrollar un tumor...
lanacion.com
lunes, 26 de octubre de 2009
Los argentinos son felices, pese a todo
LA NACION
¿Cuán felices somos los argentinos? En 2008, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, creó una comisión para que investigara los límites del PBI para evaluar la situación del país, sobre todo por el descreimiento que tiene el pueblo francés en las estadísticas. Hace un mes, una comisión encabezada por el premio Nobel Joseph Stiglitz informó que el PBI se utiliza erróneamente, en particular cuando se lo aplica como medida del bienestar social. ¿Un alto índice del PBI per cápita significa que los habitantes son más felices?
La conclusión del informe es que no y, en consecuencia, sugiere que se haga algo así como el PBI de la felicidad. Incita a tomar más en cuenta las actividades no mercantiles, como el trabajo doméstico, el voluntariado y el esparcimiento, pero también el acceso a la educación y a la salud, y el nivel de seguridad. Sugiere solicitar mediante encuestas la opinión de los individuos sobre su nivel de vida, su medio ambiente, sus experiencias y sus prioridades.
¿Qué diría ese índice de los argentinos? El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó a fines de 2008 un informe que propuso incluir la felicidad y la satisfacción con la propia vida para entender a los latinoamericanos. Así, sugiere que los argentinos están más felices con sus propias vidas que con el curso del país y que perciben la realidad peor de lo que se supone que es.
"Chile es uno de los países más prósperos de América latina, pero los habitantes de diez países con ingresos inferiores per cápita se declaran más satisfechos con su calidad de vida. Esto revela que la calidad de vida no es sólo producto de las condiciones objetivas. La forma como los individuos perciben esas condiciones también son dimensiones centrales", dijo el informe.
Los expertos del BID propusieron una ecuación que arrojó resultados sorprendentes. ¿A cuánto tendría que ascender el ingreso de un argentino que sufre un cambio en su vida para mantener su satisfacción inicial?
Si se quedara sin amigos a quienes acudir, debería ganar 7,5 veces más para sentirse igual de feliz. Si perdiera su salud, su ingreso debería ser 3,6 veces mayor; si perdiera la fe, necesitaría 3,3 veces más dinero, y para compensar la angustia de no poder pagar sus alimentos necesitaría 10 veces su salario. Quedarse sin teléfono parece ser una gran angustia: necesitaría duplicar sus ingresos, aunque si se divorciara, sería suficiente sólo con recibir un aumento del 60%.
El 70% de los argentinos se define como feliz, porcentaje que se mantiene estable pese a la crisis económica, según surge de tres monitoreos que realizó el Centro de Economía Regional y Experimental, que dirige Victoria Giarrizzo, investigadora de la UBA. El primero, en 2006; otro, en 2007, y el último, en agosto de este año.
Cuando se le preguntó a la gente si la crisis incidía en su felicidad, el 85% dijo que sí, pero el 53% aclaró que no mucho. "Lo que ocurre es que lo que más afecta la felicidad son los cambios. Al estar transitando un período de estabilidad dentro de la crisis, es esperable que se recuperen los niveles de felicidad porque los argentinos nos adaptamos pronto. Para los argentinos, la felicidad son momentos; alcanza con recordar unos cuantos para sentirse feliz", apunta Giarrizzo.
Las principales causas de la infelicidad son, según el estudio, el desempleo, el atravesar problemas vinculares o el sufrir pérdidas significativas.
No obstante, el empleo es una de las cosas que nos quitan más felicidad, según el estudio: el 45% dijo que el trabajo lo hace poco feliz, sobre todo por la cantidad de horas que insume, por el poco dinero que se gana y a causa de la mala relación con los jefes. Como contrapartida, cuando se les preguntó qué los harían más felices, "ganar más dinero" fue la respuesta más repetida.
El World Database of Happiness es un instituto de la Universidad Erasmo de Rotterdam, Holanda, dedicado a estudiar la felicidad mundial. Mide la alegría argentina, entre otras, desde 1981. Los últimos estudios que muestra son de 2009 e indican que somos más felices que en aquel entonces: hoy, nuestra calificación es de 7,45 (en una escala de 1 a 10) y por entonces era de 6,8. En 2002, fue de 5,6.
En septiembre último, elaboró un ranking mundial de esperanza de vida feliz. Este indicador mide cuántos años felices se espera que una persona transite en toda su vida, en función del lugar en el que nace y vive. Los argentinos tenemos una esperanza de vida feliz de casi 55 años (54,9), lo que ubica al país en el puesto 25° entre 140, por encima de Italia, donde el promedio es de 54,4 años y por debajo de Alemania, con 55,2 años. El ranking lo lidera Costa Rica, con 66,7 años de vida alegre. De hecho, el informe del BID destaca a los habitantes de ese país como los "más satisfechos en la región, con la vida que llevan" .
Según el último ranking mundial de felicidad que elabora regularmente la consultora Gallup TNS, a principios de 2009 se señaló que la Argentina se ubica en el puesto 13 de 56 países ordenados según la felicidad de sus habitantes.
El informe destaca que, aunque el 84% de la población argentina se define como muy feliz o bastante feliz, llama la atención que seamos personas que nos preocupamos mucho por las cosas que nos ocurren. Así, sólo el 35% de los argentinos dijo que se toma las cosas como son, mientras que, a nivel mundial, el 62% de la gente dijo que no se hace problema por las cosas.
En síntesis, los argentinos viven más preocupados que el resto del mundo, aunque esto no incide en su felicidad.
"La única evaluación comprensiva de la calidad de vida que no requiere mezclar diversos indicadores en forma más o menos arbitraria es la que los individuos hacen de sí mismos cuando se les pregunta por su nivel de felicidad. Pero eso no implica que las políticas públicas deban tener como objetivo maximizar la felicidad. Esto se debe a que muchos de los aspectos más importantes de la vida, como las amistades o las creencias religiosas, no admiten interferencia del gobierno - señala entre sus conclusiones el informe del BID-. Pero, por esas mismas razones, los políticos y gobernantes deben tratar de entender cómo se forman las percepciones y cómo influyen las actitudes de los individuos."
Indicadores
- La crisis y la felicidad .El 70% de los argentinos dice que es feliz. El 85% dijo que la crisis económica está afectando su felicidad, aunque dentro de ese porcentaje, el 53% aclaró que "no mucho", el 24,9% dijo que bastante y sólo el 7%, que mucho.
- Empleados y desempleados tristes . El desempleo, los problemas vinculares y las pérdidas significativas son las principales causas de la infelicidad. No obstante, el 45,3% de los argentinos piensa que el trabajo lo hace poco feliz.
- Esperanza de vida alegre . Es un indicador creado por el World Database of Happiness que mide cuántos años de vida feliz se estima que vivirá una persona según el lugar en el que habite. Para la Argentina se estima que es de 54,9 años, contra casi 20 años de esperanza de vida infeliz.
- El valor de las cosas . El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) elaboró un cálculo de a cuánto debería ascender el ingreso de un argentino para mantener el nivel de satisfacción con su vida ante alguna pérdida: si pierde a sus amigos, debe ganar 7,5 veces su salario; su salud, 3,6 veces; la fe, 3,3 veces; el teléfono, 2 veces, y el cónyuge, 0,6 veces.
miércoles, 21 de octubre de 2009
El ejercicio grupal rinde más y ayuda a no abandonar

sábado, 5 de septiembre de 2009
La salud emocional es muy contagiosa

Juan llega a su trabajo de mal humor, no le sonríe a nadie y de su boca no sale ni de casualidad un gracias o un por favor. Seguramente Juan esté angustiado, nervioso y estresado. Sus compañeros no reciben ninguna buena vibra. Si, por el contrario, Juan estuviera en un día de paz mental y bienestar emocional, su buena onda sería contagiosa, capaz de crear un círculo virtuoso: sus compañeros se pondrían contentos. “La salud emocional se irradia y se contagia desde el plano personal al de los vínculos y afectos”, explica Magariños. Ése es el dato.
LA INVESTIGACIÓN. Fue realizada por sociólogos y antropólogos con la colaboración de la consultora IPSOS, para Coca-Cola, marca que busca ser identificada con la idea de la felicidad, con un mensaje positivo. El trabajo de campo –apuntado a hogares– se desarrolló en la Argentina, Chile y Bolivia, tres países que, pese a sus diferencias culturales y de idiosincrasia entre sus sociedades, comparten prácticas y definiciones en cuanto a salud emocional.
¿Y cómo se logra estar sano emocionalmente? El estudio revela que tiene mucho que ver con la familia y con las relaciones y poco que ver con lo material. Es una tarea que tiene tres ejes básicos en torno a los cuales se construye una convivencia emocionalmente saludable: la organización, entendida como prácticas que estructuran y sirven como contención; el intercambio y la comunicación fluida entre las personas y el entorno en el que viven, y la existencia de un sentido de pertenencia a una familia y a una comunidad. La organización se refiere a rutinas diarias, por ejemplo, a algo tan simple como lavar los platos después de cenar. El intercambio es estar presente, es ayudar al otro. La pertenencia es saberse parte de una familia, de un grupo de íntimos. Sentarse a una mesa familiar es algo a lo que los argentinos le dan vital trascendencia a la hora responder qué les hace bien.
Entre las prácticas que también hacen a la construcción de la salud emocional, ocupa un lugar clave el humor, por ser el “recurso ideal” para resolver pequeños conflictos cotidianos: permite aliviar, distender y ofrecer una salida a situaciones tensas. Asimismo, el estudio afirma que seis de cada diez hogares argentinos enfatiza las actitudes de formación de redes entre los miembros de la familia y los grupos o espacios de participación. Esas redes, que favorecen la salud emocional, se basan en estar al tanto del otro, aunque sea con una llamada por celular. También es interesante el rol que ocupan los miembros de una familia en la construcción del bienestar emocional: la madres son quienes sostienen el entramado de relaciones familiares (andá a busca a tu hermanita al club) mientras que los padres contribuyen a dinamizar el grupo “con intervenciones puntuales”. “Como proponer ir todos a una pizzería”, dice Magariños. Los hijos son los que aportan con pequeños gestos a la armonía de las relaciones. El estudio concluye que la mayoría de los latinoamericanos se declaran satisfechos y felices con sus vidas.
criticadigital.com
miércoles, 29 de julio de 2009
Las cicatrices del divorcio

El porcentaje apenas desciende al 12% para los que se han vuelto a casar, indican los expertos que publicaron su estudio en la Revista de Salud y Conducta Social.
De acuerdo a los investigadores, las personas comienzan su adultez con determinado "acervo de salud", que se mantiene o se empobrece dependiendo de la experiencia marital que se tenga.
La médica investigadora Linda Waite, socióloga de la Universidad de Chicago, señaló que el divorcio y la vejez socavan la salud porque disminuyen el ingreso y se desarrolla el estrés a raíz del cuidado de los hijos, por ejemplo.
Aunque como consecuencia las personas que se vuelven a casar -tras un primer divorcio- o quedan viudos suelen ser más felices -no sufren mayores depresiones que los que siguen casados ni que los que jamás se casan- ganan poco en lo que a enfermedades crónicas se refiere.
Estrés y preocupaciones
Según el estudio, el estado de salud se "empobrece" tras una mala experiencia marital.
El matrimonio tiende a otorgar beneficios inmediatos para la salud en la medida en que mejora los comportamientos saludables en los hombres y el bienestar económico en las mujeres.
"Algunas situaciones de salud, como la depresión, parecen responder en forma rápida a los cambios de las condiciones diarias", aseguró la doctora Waite.
"En contraste, las enfermedades como la diabetes y las del corazón se desarrollan lentamente durante un lapso considerable y revelan el impacto de las experiencias pasadas, razón por la cual la salud es socavada por el divorcio o viudez, aún cuando una persona vuelva a casarse", agregó.
Anastasia de Waal, del centro de estudios Civitas, dijo que "esta investigación pone de relieve el hecho de que, mientras que el divorcio se ha convertido en algo cada vez más común, puede tener no sólo un tremendo costo emocional y financiero, sino también un alto costo para la salud".
Christine Northan, consejera matrimonial de la agencia Relate, señaló por su parte que no estaba sorprendida por los resultados y añadió que "es otra razón para trabajar duro en lograr matrimonios duraderos, a menos que sea una relación muy destructiva".
jueves, 9 de julio de 2009
Guía para chicos hiperconectados

criticadigital.com
domingo, 3 de mayo de 2009
¿Mascar chicle ayuda a mejorar el desempeño?

Fuente: Reuters
viernes, 24 de abril de 2009
Se dicen tres mentiras por cada 10 minutos de conversación

"¿El Papa nunca miente?", pregunta la niñita a su madre, luego de enterarse en su clase de catequesis de que mentir es muy malo y los buenos no mienten. "No, nunca", responde la madre, sin más trámite.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Southampton, Reino Unido, asegura que una persona normal dice en promedio tres mentiras en una conversación de diez minutos, a las que hay que sumar varias omisiones y exageraciones más.
"Todos los seres humanos mentimos, por el simple hecho de que es imposible decir toda la verdad", asegura el licenciado Hugo Dvoskin, del Centro de Salud Nº 3 Florentino Ameghino. Si es imposible de evitar, ¿por qué nos perturba tanto cuando nos mienten?
"Porque esto no quiere decir que alguien pueda ampararse en la estructura para mentir", así como no se puede decir "todos vamos a morir" para justificar un homicidio. Dijo: Dvoskin: "La mentira tiene mala prensa. Detrás de un hombre que oculta que gastó el sueldo en el bingo, también hay un hombre angustiado, que pensó que con esa plata le iba a regalar algo a su mujer, a la que ahora le está mintiendo".
Para la psicología, la mentira no puede definirse sin asociarla a sus objetivos y causas. La mentira entonces, sería un modo de obtener recompensas, de enaltecer nuestra historia y nuestras habilidades, y también un intento de evitar circunstancias indeseables, eludir la realidad y la responsabilidad.
Pero hay mentiras y mentiras: un chico que rompe un jarrón sin querer y dice que él no fue no es igual a un compañero de trabajo que inculpa a otro por un error que él cometió. Aunque ambos están tratando de evitar un castigo, la clave que diferencia una mentira de otra se resume en dos palabras: "mala fe".
"La mala fe -dice Dvoskin- es otro estatuto de la mentira y puede derivar en patologías importantes, del orden de la manipulación y la psicopatía." Aquí se incluyen los estafadores, los inescrupulosos, los fraudulentos, quienes dañan a otros y no sienten culpa.
Pero ¿quién decide si hubo mala fe o no en una mentira? Y aquí aparece otro gran tema: la confianza. "Siempre que alguien miente, hay otro que escucha y que puede ser engañado o no", dice Dvoskin.
De hecho, poca gente es la que se siente engañada por los políticos, aunque comentan los peores fraudes. Sin embargo, cuando el presidente de Paraguay, identificado más con la Iglesia y sus valores que con la política, "confiesa" que es padre de un niño, la gente se siente decepcionada. ¿Por qué? Porque lo creían un hombre sincero.
Entonces, ¿la mentira depende de lo que opinemos del mentiroso? En muchos casos, así es. En una extensa recopilación de investigaciones propias y ajenas acerca del tema, el español Jaume Masip, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca, asegura: "Las personas identificamos con mayor facilidad verdades que mentiras porque tendemos a considerar que los demás dicen la verdad, lo cual incrementa nuestra precisión al juzgar verdades (60,3%) y la reduce al 47% al juzgar las mentiras".
La confianza también hace que algunas mentiras que parecen menores se conviertan en importantes o graves. Imaginemos que una mujer sabe que su marido le es infiel. Si él la evita, si ella no discute el tema, la "traición" pareciera no estar consumada. Pero si decide enfrentarlo y él es capaz de mentirle mirándola a los ojos, el delgado hilo de la confianza se resiente definitivamente. La mentira se transforma en alta traición.
Y sin embargo, "algunas mentiras están al servicio de la vida, asegura la licenciada Lala Altschuler, del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires, y cita como ejemplo: "Muchos ocultamientos de datos de identidad durante el Holocausto. Cambiarse nombres y nacionalidades salvó sus vidas".
En muchas otras ocasiones son los adultos quienes deciden que ciertas mentiras son por el bien de sus hijos. Y a veces las consecuencias son catastróficas. "El derecho a saber es inalienable. Ocultarle a un niño lo que quiere saber es una de las formas del mal, según decía Lacan", recuerda Altschuler.
Cuestiones como que un niño es adoptado son determinantes en la vida de un niño, y su ocultamiento inexorablemente derivará en otras mentiras para sostener una realidad imaginaria que puede destruirlo psíquicamente, según dice la especialista. Dependerá de la sutileza de los padres saber transmitirles a los niños determinadas verdades.
"La verdad nunca tiene que ser violatoria en relación con lo que un chico puede saber", concluye.
La velocidad exacta del placer

viernes, 17 de abril de 2009
¿Por qué al rascarnos se alivia la picazón?

Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, parece haber hallado la respuesta.
Según los expertos, al rascarnos una zona del cuerpo irritada, se produce un bloqueo en algunas células de la médula espinal que transmiten la sensación al cerebro.
Sin embargo, si nos rascamos cuando no sentimos picor, no se activa el mismo mecanismo.
El estudio fue publicado en la revista Nature Neroscience.
Investigaciones anteriores ya habían demostrado que el secreto radicaba en una zona específica de la médula espinal. Las células nerviosas de esa parte demostraron una mayor actividad cuando se se aplicó sobre la piel una sustancia irritante.
Contra la picazón crónica
Esta investigación, llevada a cabo con primates, descubrió que la acción de rascarse la piel inhibía la actividad de las células nerviosas en el tracto espinotalámico, con lo cual la médula espinal no podía transmitir las señales de la zona que había sido rascada al cerebro.
El Doctor Glenn Giesler espera que este trabajo pueda contribuir a hallar formas de aliviar la picazón crónica de forma efectiva desde el principio. Sin embargo, dijo que aún se necesita más información sobre los procesos químicos subyacentes a este efecto.
Para el profesor Gil Yosipovitch, un experto en picazón de la Universidad de Wake Forest en Carolina del Norte, EE.UU., el hallazgo es "potencialmente significativo".
"Si bien aún hay mucho por hacer, se pueden desarrollar métodos para provocar una agradable sensación como la de rascarse, sin dañar la piel, ya sea vía estímulo mecánico o a través de fármacos que inhiben a estas neuronas, y así tratar a la picazón crónica".
¿Y el dolor?
Pero no hay que olvidar, agregó el profesor Yosipovitch, que el rascarse y la picazón son fenómenos complejos en los que participan también las emociones, además de la fisiología.
Aún no está claro por qué rascarse produce este efecto o por qué sólo es efectivo para la picazón y no para los dolores, que se transmiten al cerebro por la misma vía
Paul Bays, University College
"La principal pregunta que aún no tiene respuesta es qué pasa en los pacientes que sufren de escozor crónico y que al rascarse pueden empeorar la percepción que tienen de la picazón".
En opinión del profesor Patrick Haggard, del University College de Londres "todos sabemos que al rascarnos sentimos menos picazón, pero este estudio muestra cómo funciona este mecanismo".
El Doctor Paul Bays, del Instituto de Neurociencia cognitiva del University College, coincide en que el estudio explica por la parte fisiológica, cómo se reduce la sensación de escozor.
"Sin embargo, aún no está claro por qué rascarse produce este efecto o por qué sólo es efectivo para la picazón y no para los dolores, que se transmiten al cerebro por la misma vía".
lunes, 13 de abril de 2009
Una investigación desvela el 'nervio' del placer

Para ello, el equipo analizó las respuestas nerviosas de 20 personas en el momento de recibir una caricia en el antebrazo; así, hallaron un tipo de fibra nerviosa (C-tactile) que se activa únicamente cuando dicha caricia se produce a una velocidad de entre cuatro y cinco centímetros por segundo. Si la caricia se hace más deprisa o más despacio, el tejido no se activará.
Uno de los responsables del estudio, el profesor Francis McGlone que en la actualidad trabaja para Unilever, asegura en la la página web de la BBC que nos encontramos ante un "diseño" deliberado. En opinión de McGlone, la existencia de las fibras 'C-tactile' tendrían como objetivo evitar que el cerebro reciba mensajes contradictorios ante gestos similares.
De esta manera, el ser humano garantiza que las relaciones afectivas que mantiene con sus allegados se mantienen en el tiempo.
jueves, 9 de abril de 2009
Gallegos: según un estudio, son Ignorantes pero trabajadores

martes, 7 de abril de 2009
Hallan una molécula que permitiría borrar recuerdos

NUEVA YORK. Suponga que los científicos pudieran borrar ciertos recuerdos con sólo modificar una única sustancia en el cerebro. Podrían hacerle olvidar miedos persistentes, pérdidas traumáticas e incluso malos hábitos.
Investigadores de Brooklyn han alcanzado un logro similar inyectando una droga experimental en ciertas áreas del cerebro responsables del almacenamiento de ciertos tipos de memoria, como asociaciones emocionales, conocimientos espaciales o habilidades motoras.
La droga bloquea la actividad de una de las sustancias que el cerebro necesita para almacenar mucha de la información aprendida.
Hasta ahora, las investigaciones se han realizado en sujetos animales. Pero los científicos creen que tendría que funcionar de manera similar en los humanos.
El doctor Todd C. Sacktor, el neurocientífico que dirige el equipo que trabaja con esta sustancia, es uno de los cientos de investigadores que están tratando de responder la pregunta de cómo es que un pedazo de tejido puede capturar y almacenar todo, desde poemas y reacciones emocionales hasta escenas distantes de la niñez.
En 1999, en un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience, dos de los más prominentes investigadores del cerebro, el doctor Jeff W. Lichtman y Joshua R. Sanes, de Harvard, hicieron una lista de 117 moléculas que estaban involucradas en la creación de las comunicaciones entre las neuronas, un proceso vital para la memoria.
Una de las sustancias que formaban parte de la lista resultó poseer propiedades inusuales: en una serie de estudios Sacktor encontró que la molécula llamada PKMzeta, que se "despierta" cuando una célula estimula a otra, sería la responsable de mantener activas las comunicaciones entre ellas.
Para descubrir qué significaba la PKMzeta para animales vivos, Sacktor buscó la ayuda de André A. Fenton, colega suyo en la Universidad SUNY Downstate, que estudiaba la memoria espacial en ratas y ratones.
Fenton les enseñaba a los animales a memorizar dónde se encontraban ciertos lugares utilizando ligeros shocks eléctricos. Una vez que aprendían adónde no debían ir, no importaba si pasaba un día o un mes, rápidamente recordaban dónde no acercarse para evitar la electricidad. Pero cuando se les inyectaba directamente al cerebro una droga llamada ZIP, que interfiere con la PKMzeta, se olvidaban casi de inmediato lo aprendido.
Para 2050, estiman los científicos, más de 100 millones de personas sufrirán de Alzheimer u otras demencias y, todavía más, la pérdida de la memoria natural causada por el paso de los años. Estimular la PKMzeta podría ayudarnos a evitarlo. "Pero por ahora sólo tenemos algunas ideas de qué se podría tratar, como hacer que las células produzcan más PKMzeta", explica Sacktor.
"La posibilidad de editar nuestra memoria aviva enormes problemas éticos", opina el doctor Steven E. Hyman, neurobiólogo de Harvard. Hyman entiende que, como cualquier droga, ésta puede llegar a usarse de manera indebida. Además, al fin y al cabo, los recuerdos problemáticos y el miedo que suscitan son la base de la conciencia moral.
Por otro lado, manipular la memoria no será tan simple. "No habrá una única molécula de la memoria, el sistema no es tan sencillo, afirmó Thomas Carew, de la Universidad de California y presidente de la Sociedad de Neurociencias. Habrá muchas involucradas en los distintos tipos de recuerdos y a lo largo del proceso de aprender, almacenar y recuperar."
viernes, 3 de abril de 2009
La felicidad humana no depende de los hijos

Si son mujeres alegran la vida

Más del 80% de los mayores de 65 tienen déficit de vitamina D

No todos los argentinos mayores de 65 años tienen balances deficitarios en sus cuentas bancarias. Sin embargo, casi todos -entre el 82% de los que viven en el norte del país y ¡el 98%! de los que lo hacen en el Sur- tienen organismos deficitarios, ya que carecen de los niveles adecuados de vitamina D.
Esta es una prohormona a la que cada día se le descubren más y más importantes funciones, no sólo en la prevención de la osteoporosis y de las caídas propias de la vejez, sino además, en la disminución del riesgo de enfermedades como el cáncer, la diabetes o la esclerosis múltiple.
Estos números surgen de un trabajo de la Asociación Argentina de Osteología y Metabolismo Mineral y encienden una luz roja de alarma.
Realizado al final del invierno en siete ciudades de los cuatro puntos cardinales de nuestro territorio (Buenos Aires, Mendoza, Tucumán, Corrientes, Bariloche, Comodoro Rivadavia y Ushuaia), mostró que adultos mayores, clínicamente sanos, no sólo tienen deficiencia de vitamina D, sino que además ingieren, en promedio, menos de la mitad del calcio recomendado (500 mg diarios, aunque deberían ingerir 1200).
"Aunque las deficiencias atraviesan todos los niveles económicos, en el grupo de Buenos Aires pudimos ver que el mayor porcentaje de niveles inadecuados se da en el sector de menores recursos -explica la doctora Beatriz Oliveri, endocrinóloga, especialista en metabolismo óseo, investigadora del Conicet y presidenta de la asociación que lideró el estudio-. Son los que menos se exponen al sol y menos calcio y menos alimentos con vitamina D ingieren. Son también los que tienen mayor morbilidad."
Investigaciones realizadas en los últimos veinte años muestran que esta especie de piedra Rosetta del metabolismo cumple un papel fundamental en el delicado equilibrio que hace posible la salud.
Niveles adecuados de vitamina D promueven la absorción de calcio en el intestino, que a su vez preserva la conducción nerviosa y la función muscular. Por su parte, niveles adecuados de calcio evitan la acción de la parathormona, que se lo quita a los huesos (aumenta la resorción ósea).
"El esqueleto es el gran reservorio de calcio, donde se guarda el 99% del que tiene el organismo. Como a éste le «interesa» mantener niveles normales de calcio, cuando son bajos se lo saca a los huesos con la parathormona -explica Oliveri-. Es un círculo vicioso que hay que cortar, y una forma de hacerlo es con niveles altos de vitamina D."
Como es fácil advertir, preservar esta "cascada" de eventos metabólicos permite reducir el riesgo de sufrir algunos de los problemas que más impacto tienen en la calidad de vida de las personas que transitan por esta franja de edad: las caídas y fracturas que, según indican los especialistas, no sólo dependen de la solidez de los huesos, sino también de la fuerza y aptitud de los músculos.
Esto es lo que mostró otro estudio realizado en el Hospital de Clínicas como parte de un proyecto del Conicet. "Medimos los niveles de vitamina D y la función muscular en mujeres mayores de 65 -cuenta Oliveri- y pudimos comprobar que las que tenían niveles disminuidos de la vitamina (menos de 20 nanogramos por mililitro) tenían peor rendimiento en las pruebas de función muscular, que consistieron en tomarles la velocidad al caminar, al levantarse y sentarse en una silla, y evaluar el equilibrio. Después, a un grupito le hicimos suplementación con altas dosis de vitamina D (5000 unidades diarias, cuando la habitual es de entre 400 y 800 unidades), y vimos que a los seis meses habían mejorado su función muscular. Con niveles adecuados de vitamina D hay menor número de caídas."
Este trabajo fue distinguido con el Premio Doctor Alfredo Navarro como el "de mayor proyección en el desarrollo de la medicina" en el Hospital de Clínicas.
Aunque la mayor parte de las vitaminas proviene de los alimentos, la vitamina D se elabora en respuesta a la radiación ultravioleta. "Se encuentra sólo en algunos alimentos, como los pescados grasos (salmón y arenque), la yema de huevo, algunos hongos o los lácteos suplementados -detalla Oliveri-. En el estudio sobre hipovitaminosis en mayores de 65, los que consumían estos alimentos más de tres veces por semana tenían niveles algo mejores, pero todavía insuficientes.
"También tenemos que tener en cuenta que mientras para producir vitamina D necesitamos estar al sol, los dermatólogos nos indican que demasiado sol puede aumentar el riesgo de cáncer de piel. Lo prudente, en esta latitud, es exponer brazos o piernas unos 20 minutos fuera de los horarios pico y sin pantalla. El problema es que los mayores de 65 se exponen menos al sol y su piel produce entre 60 y 70% menos de vitamina D que un joven expuesto a la misma radiación ultravioleta. Por eso, en el caso de los mayores, es conveniente suplementar, bajo supervisión médica", señala.
Y agrega que las dosis adecuadas dependen de cada individuo, de su edad, del estado de su esqueleto, de sus antecedentes familiares, de sus hábitos de vida y de otros factores de riesgo. "Si es necesaria, en principio, la suplementación debería ser continua -dice Oliveri-, pero siempre vigilada por el médico, porque igual que la vitamina A, una cantidad excesiva de vitamina D puede intoxicar."