martes, 1 de julio de 2008

La decisión de votar puede responder a la genética

La decisión de votar es, en parte, genética según un estudio que es el primero que muestra la influencia genética en la participación electoral y en una amplia gama de actividades políticas, informó la revista American Political Science Review.
El estudio, citado por EFE, fue realizado por James H. Fowler y Christopher T. Dawes, de la Universidad de California en San Diego, y Laura A. Baker, de la Universidad del Sur de California.
Fowler y Daves siguieron este estudio con una investigación publicada en la edición de julio de la revista Journal of Politics en la cual identificaron un vínculo entre dos genes específicos y la participación política.
Los investigadores demostraron que los individuos con una variante del gen MAOA tenían muchas más probabilidades de haber votado en la elección presidencial de 2000.
La investigación muestra también una conexión entre una variante del gen 5HTT y la concurrencia a votar, la cual está moderada por la participación en servicios religiosos.
Estos son los primeros resultados que vinculan genes específicos con una conducta política.
La investigación inicial se sustentó en los registros de concurrencia de votantes en Los Ángeles cotejados con un registro de mellizos y gemelos.
Estas comparaciones muestran claramente que los gemelos, que comparten el ciento por ciento de sus genes, son significativamente más similares en su conducta como votantes que los mellizos que comparten, en promedio, solo el 50 por ciento de los genes.
LA EDUCACIÓN INFLUYE POCO.
Los resultados indican que el 53 por ciento de la variación en la concurrencia a votar se debe a diferencias en los genes, y asimismo sugieren que, al contrario de lo que se creyó durante décadas, la crianza familiar puede tener poco efecto en la conducta futura de participación política de los niños.
Para replicar estas conclusiones los investigadores fueron más allá de los datos de votantes de California y examinaron los patrones en el ámbito nacional, usando un estudio de salud de los adolescentes efectuado entre 1995 y 2002.
Estos datos se utilizaron en una amplia variedad de estudios genéticos, pero esta es la primera vez que se usaron para mostrar que la conducta de participación política es hereditaria.
Por ejemplo, entre los gemelos, los investigadores llegaron a la conclusión de que el 72 por ciento de las variaciones en la concurrencia como votantes puede atribuirse a los genes.
Asimismo las diferencias vinculadas con los genes se extienden a una amplia gama de actos de participación política incluidas las donaciones a campañas, los contactos con funcionarios de gobierno, las candidaturas a cargos electos y la asistencia a manifestaciones.
Crítica de la Argentina

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