viernes, 4 de julio de 2008

Dos pulsares en órbita uno del otro dan la razón a teoría de Einstein

Aprovechando una configuración cósmica única, astrofísicos pudieron medir los efectos previstos en la teoría de la relatividad de Einstein observando la gravitación extrema de dos pulsares en órbita uno del otro, según un trabajo divulgado en la revista Science del viernes.
O sea, esta teoría elaborada hace 93 años por el padre de la física moderna pasó una nueva prueba, afirmaron los científicos.
Los pulsares son pequeños objetos estelares extremadamente densos que subsisten tras la explosión de una estrella masiva en supernova.
Su masa es a menudo más grande que la del Sol, pero su tamaño es muy pequeño.
Estos pulsares giran sobre sí mismos a una velocidad vertiginosa y generan un gigantesco campo gravitacional mientras emiten potentes haces de ondas de radio que alumbran los radiotelescopios en la Tierra como faros al borde del mar.
Más de 1.700 pulsares han sido censados al día de hoy en nuestra galaxia, la Vía Láctea, pero este doble pulsar o pulsar binario, descubierto en 2003, es el único conocido de este tipo.
"Un pulsar binario crea condiciones ideales para verificar las predicciones de la relatividad general ya que cuanto más grandes sean las masas y más cercanas estén una de la otra, mayores son los efectos de la relatividad", explicó René Breton de la Universidad McGill de Montréal, uno de los coautores de este trabajo divulgado en la revista Science del 4 de julio.
"La teoría de Einstein predijo que, en un campo gravitacional de este tipo, el eje sobre el cual gira un objeto cambiará lentamente de dirección mientras el pulsar pasa frente a su compañero", como un trompo ligeramente inclinado cuyo eje de rotación oscila, explicó Victoria Kaspi de la Universidad McGill.
Los investigadores pudieron observar que uno de los dos pulsares realiza efectivamente un movimiento como ese cuando el otro pasa frente a él, confirmando esta parte de la teoría de Einstein de 1915.

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