jueves, 24 de julio de 2008

Logran el primer embarazo por vitrificación

Por Sebastián A. Ríos De la Redacción de LA NACION
Tras cuatro años de buscar sin éxito un embarazo, una mujer de 36 años se ha convertido en la primera argentina en lograrlo gracias a la vitrificación. Se trata de un nuevo método para preservar en frío óvulos y embriones para su posterior utilización en tratamientos de fertilización asistida.
"En el caso de los embriones, la vitrificación permite ofrecer a las pacientes una tasa de embarazo de entre el 30 y el 35%, mientras que las técnicas convencionales de criopreservación ofrecen tasas del 20%", dijo a LA NACION el doctor Guillermo Speranza, director del Centro Argentino de Fertilidad, que llevó adelante el tratamiento.
La vitrificación consiste en el congelamiento ultrarrápido de los embriones resultantes de los tratamientos de fertilización asistida, lo que permite diferir su implantación en el útero materno. Pero también permite la preservación en frío de los óvulos, algo en lo que fallan las técnicas convencionales de preservación en frío o criopreservación.
Si bien el procedimiento de vitrificación que se emplea en la actualidad fue desarrollado con el objetivo de preservar la capacidad reproductiva de las mujeres que debían ser sometidas a tratamientos oncológicos, en la actualidad también se usa en aquellos casos en que deciden posponer la maternidad, o en los casos en que se quiere conservar óvulos u embriones obtenidos mediante procedimientos de estimulación hormonal o de fertilización asistida, respectivamente, para evitar repetirlos en futuros intentos.
En este caso, ejemplificó el doctor Speranza, "fueron vitrificados seis embriones que habían sido obtenidos en un tratamiento previo de fertilización asistida, que no había dado resultado. Dos meses después de ese tratamiento, se descongelaron tres de los embriones vitrificados, se los transfirió a la paciente y se logró un embarazo gemelar".
La fecha probable de parto es enero de 2009. La semana pasada, comentó el doctor Ramiro Quintana, también director del Centro Argentino de Fertilidad, lograron otro embarazo a partir de embriones vitrificados. "Pero todavía no lo hemos confirmado en forma ecográfica", aclaró. Derribar barreras
Las técnicas de vitrificación fueron desarrolladas con el objetivo de salvar un obstáculo contra el que chocaban las técnicas convencionales de congelamiento de óvulos. "El 60% de un óvulo es agua, que al congelarse forma cristales de hielo que dañan las estructuras internas de las células", explicó Speranza.
Eso no ocurría con los embriones, de ahí que las técnicas de criopreservación se hayan aplicado para esos casos, lo que dio lugar a un amplio debate ético.
"La vitrificación es un proceso de congelación ultrarrápida que, a diferencia de la congelación lenta que se hace habitualmente, evita la formación de hielo en el interior de la célula [el óvulo]", completó Quintana.
Según Masashige Kuwayama, director científico de la Clínica de Mujeres Kato, de Tokio, Japón, y creador de la actual técnica que vitrificación, "el 98% de los óvulos sobrevive a los procesos de vitrificación y de descongelamiento. Eso permite obtener tasas de embarazo similares a las que se obtienen con óvulos sin congelar".
El primer embarazo obtenido mediante la técnica desarrollada por Kuwayama ocurrió en 2005. Cuando este investigador presentó su técnica en Buenos Aires en marzo último, en el marco de un simposio organizado por la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer), había poco más de 400 bebés nacidos gracias a la vitrificación. Hoy, son más de 600.
"Creo que la vitrificación va a ser una técnica que va a ocasionar cambios en los próximos tiempos -opinó Quintana-. Y no tanto en lo que respecta a la vitrificación de embriones, sino a la de óvulos. Ya que si sigue mostrando las tasas de embarazo que ha mostrado hasta ahora, la vitrificación de óvulos podría reducir el número de embriones congelados."

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