jueves, 24 de julio de 2008

Cuando nacer depende de si es azul o rosa

El aborto selectivo y la mortalidad de niñas por negligencia ha alcanzado máximos históricos en la India, según un estudio publicado recientemente por la ONG británica Action-Aid.
El informe Hijas desaparecidas realizado en cinco estados del noreste de la India revela que la diferencia entre niños y niñas ha vuelto a aumentar con respecto a las cifras del último censo estatal realizado en 2001.
Según reveló ya en 2006 el diario The Times of India, en el 80% de los distritos del país se ha producido un declive de la población femenina con respecto a la masculina desde inicios de los noventa. El descenso de la proporción de los sexos entre los infantes se acentúa paradójicamente en los centros urbanos más desarrollados y con mejor educación.
En una localidad del Estado de Punjab se han llegado a registrar sólo 300 niñas por cada 1.000 niños entre las castas altas.
La carga de las hijas
Ravinder Kaur, profesora de sociología en el Instituto Indio de Tecnología de Delhi y coautora del informe, señala que el mayor acceso a la tecnología que permite conocer con antelación el sexo del bebé, la formación de familias más pequeñas y la preferencia por el hijo varón son las principales causas de esta siniestra tendencia.
"El hijo varón perpetúa el linaje de la familia, ostenta su honor y además será el encargado de cuidar a los padres cuando éstos envejezcan", explica esta docente.
"Las hijas, en cambio, son percibidas como una carga porque todo lo que se invierte en ellas va a parar a la familia del marido, de manera que son como un fondo perdido.
Las viejas referencias se cruzan con las nuevas tecnologías y refuerzan el pasado frente al futuro", se lamenta la profesora Kaur.
La directora de la ONG Ekrata dedicada al avance de la mujer en la India, Rekha Bezboruah, también considera que "el consumismo que ha venido de la mano de la globalización se ha topado con una cultura patriarcal, de manera que una hija supone principalmente para los padres unos gastos inmensos para el pago de la dote, la celebración de la boda y su educación, además del miedo por su seguridad".
Las castas más bajas tienden a imitar el comportamiento de las altas. "En el estudio también hemos encontrado un incremento de la proporción niño-niña entre las castas más bajas, que antes no se veían tan afectadas por estos prejuicios y eran menos rígidas", explica la profesora Kaur.
Las castas inferiores cada vez celebran bodas más caras y se ven forzadas a pagar dotes más altas por las hijas, al igual que los ricos.
En 1994 el Gobierno indio lanzó la campaña Salvad a las niñas y prohibió a los médicos revelar a los padres el sexo del bebé tras efectuar la ecografía. Pero esta ley rara vez se cumple. A cambio de unas 5.000 rupias (80 euros) el médico regala a los padres un caramelo azul o rosa a la salida de la consulta.
También puede hacerles indicaciones como que su hijo será un valiente guerrero o bien que disfrutará jugando a las muñecas.
Palabras ligeras que en muchas ocasiones, sobre todo
en lo referente a los segundos hijos, conducen al feticidio de las niñas en clínicas abortivas o su muerte por envenenamiento o infección del cordón umbilical al nacer.
"El Gobierno ha puesto en marcha incentivos económicos destinados a las familias con hijas, sobre todo cuando éstas acceden a la educación. Pero el problema es si llegan a alcanzar a la población debido a la corrupción de este país. Además, los médicos forman un lobby muy poderoso en la India", asevera Bezboruah.
"Tiene que haber un cumplimiento más estricto de la ley. Si nosotros hemos encontrado a los médicos que revelan el sexo del bebé con la ecografía, ¿cómo no lo iba a hacer el Gobierno?", se queja la autora del informe.
Más mortalidad materna
"La solución pasa por mejorar la salud y la educación pública. Pero todavía tenemos un largo camino por delante, se trata de valores muy arraigados en la sociedad", añade la socióloga Kaur.
El feticidio femenino conduce además a otras trágicas consecuencias. "El aborto es una causa indirecta de la elevada mortalidad materna en la India", afirma Jorge Caravotta, especialista en supervivencia infantil en la sede de Unicef en Nueva Delhi.
"La escasez de esposas en estados como Haryana hace que los hombres tengan que comprar mujeres de otros lugares del país o incluso de otros países, como Bangladesh. Es muy común que se ejerza la violencia contra estas extrañas. La violencia aumentará en general al haber más competición por conseguir una esposa", señala con preocupación Kaur.
El propio primer ministro indio, Manmohan Singh, describió recientemente el aborto selectivo de niñas como una "vergüenza nacional" en una conferencia nacional que reunió a políticos, médicos y abogados.
La revista médica británica The Lancet publicó en 2006 que se habían producido diez millones de feticidios de niñas en la India durante los últimos 20 años.

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