domingo, 20 de julio de 2008

Ser madre con óvulos de otra mujer


Pasó más de un año, pero Mariana todavía se emociona al recordar esas palabras. "Estás embarazadísima." Fue lo que le dijo el médico en septiembre del año pasado. Y no exageraba: después de diez años de pasar por agotadores tratamientos, Mariana, de 41 años, logró un embarazo no de uno, sino de dos bebes: una nena y un varón. Hoy es una feliz madre de mellizos.
En la Argentina se realizan cerca de 6000 tratamientos de fertilización asistida por año. Anteayer se cumplieron 22 años desde que Eliana Cuello Elías de Delaporte se convirtió en la protagonista del primer tratamiento en nuestro país.
Hoy, cerca del 30 por ciento de las fertilizaciones asistidas se hacen por medio de la donación de gametas femeninas (óvulos). Mediante este proceso, la mujer que desea el embarazo recibe óvulos de una donante. Estos son fertilizados con el semen de la pareja de la receptora, con una técnica de alta complejidad, que puede ser una fertilización in vitro (FIV) o una inyección intracitoplasmática (ICSI, por sus siglas en inglés).
El tratamiento tiene un costo de entre 12.000 y 15.000 pesos, aunque varía de acuerdo con la institución en la que se lo realice. Según coinciden los especialistas, en los últimos seis años aumentó aproximadamente 40 por ciento la cantidad de parejas que recurren a la denominada ovodonación para tener hijos.
"Cada vez se retrasa más la maternidad, y no es lo mismo buscar un hijo a los 25 que cerca de los 40 años", explicó Liliana Blanco, de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer).
Según datos de la Sociedad Argentina de Esterilidad e Infertilidad, en la Argentina hay una tasa de infertilidad de entre el 15 y el 20 por ciento. Ante este panorama, cada vez son más quienes optan por algún tipo de fertilización asistida, sobre todo la donación de óvulos, que aseguran que presenta una serie de ventajas.
"Los pasos por seguir por la paciente que desea el embarazo son mucho más simples en la ovodonación que en otros tratamientos, ya que no es ella quien recibe la medicación, sino la donante", indicó el especialista en fertilidad Santiago Brugo Olmedo. Además, con este sistema, hay un 60 por ciento de posibilidad de éxito en el embarazo, el doble que mediante otros métodos, como la fertilización in vitro, según indicó Daniel Estofán, del Centro Integral de Ginecología, Obstetricia y Reproducción (Cigor).
La donante tiene que pasar por una serie de exámenes psicológicos, clínicos, infectológicos y genéticos. Le sigue la etapa de estimulación, que dura un mes, durante la cual la mujer tiene que ser inyectada periódicamente. Una vez pasado este período, se le extrae un promedio de 15 óvulos.
Para ser donante, la mayoría de las instituciones requiere que la mujer tenga entre 18 y 35 años, y que ya sea madre de hijos sanos. También se tienen en cuenta ciertas compatibilidades entre la futura madre y la donante, como la raza y el tono de piel y, en algunos casos, más detalles como el color de ojos. El tratamiento no produce riesgo alguno para la donante.
En la Argentina la donación es anónima y no se paga, aunque sí se ofrece un monto de entre 500 y 1000 pesos en concepto de "gastos de tratamiento". En otros países, en cambio, las donantes se ofrecen en catálogos y pueden cobrar sumas que superan los 10.000 dólares.
"Vale la pena un poco de molestia cuando sabés que estás ayudando a otra mujer a cumplir su sueño de ser madre", contó a LA NACION
Adriana, de 32 años y madre de tres niños, que decidió donar sus óvulos. ¿El tercero en discordia?
Uno de los principales aspectos con los que tiene que lidiar la pareja que opte por la ovodonación es el hecho de que su hijo tendrá 50 por ciento de genes provenientes de un tercero. "Lleva tiempo la asimilación, a pesar de que la pena se amortigua tras el nacimiento del hijo", opinó Teresa Rubin, psicóloga especializada en el área de reproducción asistida.
Susana, que por un tratamiento de ovodonación tuvo mellizas, contó que, al principio, no sabía "si podía soportar" que sus genes no se transmitieran a sus hijos. "Pero, con el tiempo, uno entiende que la maternidad no pasa por lo biológico", se emociona esta madre primeriza.
Según Isabel Rolando, de la asociación Concebir, grupo de apoyo a las parejas que no pueden tener hijos, "sólo quienes oyeron al médico decir que no pueden tener hijos entienden la tristeza que significa resignar la posibilidad de llevar un bebe en la panza". Vacío legal
En la Argentina, no existe legislación con respecto a la fertilización asistida. Las entidades médicas han acordado que, en el caso de la donación de gametas, el dador sea anónimo. En otros países, donde sí hay legislación, existe un registro de donantes de óvulos, con fotos y datos personales.
"En estos tratamientos hay dos derechos en juego: el derecho al anonimato del donante y el derecho a la identidad del niño nacido por medio de esta técnica", indicó Claudia Silvani, abogada especializada en los aspectos legales de la reproducción asistida.
Según Silvani, los puntos básicos que debería tratar una ley son la garantía de que la donante no tenga ningún tipo de derechos ni deberes con respecto al bebe; que al alcanzar la mayoría de edad, el niño pueda conocer la identidad del dador, y establecer los límites de la compensación para la donante. Los tratamientos de fertilización no tienen cobertura. Por eso el 17 de mayo pasado, un grupo de ONG inició una campaña para reunir 300.000 firmas para que el Congreso de la Nación incluyera la infertilidad dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO). De concretarse esto, los tratamientos pasarían a estar cubiertos por las obras sociales (ver aparte).
Además de la cuestión legal y la falta de cobertura, un punto por evaluar cuando se elige la ovodonación es la decisión de contar o no a la familia y amigos y, más difícil aún, la decisión de decírselo o no al niño cuando crezca. La mayoría de los psicólogos que trabajan en esta área aconseja decir la verdad. Mariana, la mujer de 41 años que tuvo mellizos, no se preocupa por estas cuestiones: "La experiencia de ser madre, de verles la cara y los deditos en las ecografías, supera todos los temores. Lo recomiendo a quienes sueñan con la maternidad y no pueden tener hijos".
6000 tratamientos
Es la cantidad que se hacen al año en la Argentina.
15.000 pesos por intento
Es el costo máximo de la fertilización asistida.
20 % de infertilidad
Es la tasa tope que se calcula en parejas argentinas.
Por Sol Amaya De la Redacción de LA NACION
Fallos favorables
Dos fallos obligaron este año a cubrir tratamientos de fertilización. Mientras la Cámara en lo Contencioso Administrativo de la Capital dispuso que la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (Obsba) diera cobertura integral al tratamiento de fertilización que reclamaban Marisa Liguori y Marcelo Roberto Ayuso, la Cámara de San Nicolás obligó a IOMA a cubrir el requerido por Natalio Falasconi y Evangelina Sartirana.
En números
En los últimos seis años, la cantidad de parejas que elige la ovodonación aumentó 40 por ciento.
Del total de los tratamientos de fertilización asistida, la ovodonación representa el 30 por ciento.
Debido a que es un método menos invasivo para la paciente, la ovodonación tiene 60 por ciento de posibilidades de generar un embarazo exitoso.
Las donantes de óvulos reciben en el país una compensación de entre 500 y 1000 pesos.
Un promedio de 15 óvulos es lo que se extrae a la mujer que decide ser donante.
Mediante los tratamientos de fertilización asistida, un alto porcentaje de las pacientes tienen la posibilidad de quedar embarazadas de más de un bebe.

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