Se llama Saya, conoce 700 palabras y sus facciones de látex manifiestan nada menos que seis gestos. No luce guardapolvo pero sí un traje de chaqueta amarillo.Tiene cabellos color caoba y flequillo.
Es políglota, toma lista, da tarea, sonríe, a veces se enoja, como cualquier profesora...o casi. Este robot humanoide fue creado por un equipo de la Universidad de Tokio liderado por el profesor Hiroshi Kobayashi y fue probado a comienzos de este mes en una escuela primaria de Tokio con alumnos de quinto y sexto grados.
A diferencia de otros robots de aparencia más mecánica, como el famoso Asimo de Honda, la humanoide Saya puede expresar un abanico de seis emociones básicas –la sorpresa, el miedo, el asco, el enojo, la felicidad y la tristeza– gracias a 18 motores que mueven cables ubicados alrededor de los ojos y la boca.
Quince años tardó el profesor Kobayashi y su equipo en desarrollar a Saya. En 2004, cuando Kobayashi la presentó con orgullo como recepcionista (su primer "trabajo") declaró: "Tengo la impresión de que es una persona real".
Según contó, "los robots que parecen humanos tienden a ser muy del gusto de niños y ancianos". "Los niños, en el aula, se divertieron mucho cuando ella dijo sus nombres" recordó el profesor. Pero la maestra robótica no está realmente sola frente a los chicos, está controlada a distancia por una persona que observa la interacción con los alumnos por medio de várias cámaras.
El gobierno japonés apoya activamente la investigacion en robótica para enfrentar el doble problema de una población que envejece –dentro de siete años uno de cada cuatro japones tendrá más de 65 años– y la escasez de mano de obra.
Invirtió más de 35 millones de dólares en investigaciones como la que dio luz a Saya. Que las maestras no se asusten, Kobayashi reconoció que su robot no está lista para reemplazar a instructores humanos.
clarin.com
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