domingo, 7 de diciembre de 2008

Preocupa una serie de suicidios en Santa Fe


La Dirección de Salud Mental de la provincia trasladó esta semana a sus principales funcionarios al norte santafesino para discutir con instituciones, ONGs y profesionales especializados un problema que aflige a la región.
Entre el 26 de abril y el 2 de diciembre se registraron más de 30 suicidios que desconcertaron a la población, pero que también la sumieron en un impreciso estado de alerta. El Ministerio de Salud tomó nota y prepara una batería de medidas de detección e investigación acerca las razones sociales, económicas y culturales que den respuesta a lo que Albert Camus definió como “el único problema filosófico realmente serio”.
Reconquista, con una población de 66 mil habitantes, registró 9 casos en el período antes señalado, 3 de ellos en la franja etárea ubicada entre los 17 y 40 años. Villa Ocampo, una ciudad menor, tuvo 7 casos, 5 de ellos fueron adolescentes o jóvenes. Además del impacto que la serie causa en estas poblaciones chicas, el estado de alarma se basa en que esas cifras superan la tasa media del país en cuanto a suicidios. El año pasado, el índice nacional fue de 8,5 casos cada 100.000 habitantes. Y los especialistas creen que por cada uno, hay entre 10 y 20 intentos, de acuerdo a la información recabada por el sistema de salud.
Los 20 mil pobladores de Villa Ocampo sintieron el cimbronazo y diseñaron estrategias de contención para las personas que requieran ayuda o para los familiares que lamentan las pérdidas. La ONG local Red Solidaria trabaja sin desmayos con el lema de defender la vida. Castaño reivindicó el trabajo e informó que pronto implementarán un esquema de atención telefónica en la ciudad, “para atender las urgencias, pero también para contener a las familias”.
En la ciudad de Vera, el Equipo de Apoyo y Contención para personas en crisis trabaja desde hace un lustro en el problema. La psicóloga Sonia Caballero, una de sus integrantes, saludó la iniciativa del Gobierno de rediscutir las estrategias. “Fue muy importante para oxigenarnos y tomar contacto con otras personas. Siempre es difícil trabajar con el tema de la muerte. En este aspecto, la prevención es fundamental, hay que armar equipos en el que cada uno de sus integrantes pueda colaborar, y hacerlo bien. Una persona en crisis informa, da señales de alerta y tenemos que prepararnos para saber interpretarlas”, dijo.
A contrapelo de informaciones no siempre prudentes sobre la frecuencia de suicidios juveniles, el Ministerio de Salud de la Nación tiene verificado que el 90 por ciento de los suicidas pertenece a la población económicamente activa, entre los 18 y 60 años de edad. “Obviamente, los casos que involucran a los adolescentes son de mayor impacto, pero no podemos tomarlo como una prevalencia. Tenemos que profundizar el trabajo que veníamos realizando desde mediados de este año y, fundamentalmente, escuchar mucho a la sociedad para entender lo que está sucediendo”, le comentó a Crítica de Santa Fe Gustavo Castaño, director provincial de Salud Mental, quien organiza las jornadas convocadas en el Nodo Reconquista. Para el funcionario, es indispensable “trabajar sobre las conductas de aislamiento, de la ruptura de los lazos sociales y de los excluidos”.
De acuerdo a las estadísticas nacionales, Santa Fe, La Rioja y Catamarca son las provincias donde se han detectado esta suerte de “brotes” de personas que deciden acabar con su vida.

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