viernes, 26 de diciembre de 2008

La salud de los hijos de primos hermanos

Charles Darwin se casó con su prima y tuvieron 10 hijos sanos
ISABEL F. LANTIGUA-elmundo.es
MADRID.- Que si salen hijos tontos, que si tendrán deformidades, que si no se desarrollarán con normalidad... A lo largo de la historia, estas afirmaciones sobre los retoños de un matrimonio entre primos hermanos han pasado de boca en boca y, hoy día, todavía se asumen como algo cierto. Sin embargo, una nueva investigación desmiente muchos de estos mitos y afirma que no existen evidencias científicas que avalen tales creencias.
Los expertos en genética Diane B. Paul y Hamish G. Spencer han revisado los estudios sobre el tema y sus resultados, que publican en
'Plos Biology', demuestran que "el riesgo de que los hijos de una pareja de primos nazca con defectos congénitos es mucho menor de lo que se pensaba".
Así, indican que las probabilidades de que los bebés de estos matrimonios vengan al mundo con problemas es un 1,7% mayor que el de las parejas sin lazos sanguíneos y la tasa de mortalidad es un 4,4% más elevada. No obstante, estas cifras son las mismas que se atribuyen a las mujeres que van a ser madres a partir de los 40 años y mucho menor que el de las personas con enfermedad de Huntington, que tienen un 50% de transmitir sus genes enfermos a sus hijos.
A la vista de estos datos los investigadores concluyen que "no existe ningún motivo ni ninguna base científica que justifiquen las leyes que prohíben estos matrimonios y que les impiden tener descendencia". La legislación a la que hacen referencia está vigente en 31 estados de EEUU, en China, Taiwán, Corea del Norte y del Sur. No existe, sin embargo, en ningún país europeo.
La herencia de las clases altas
Según recuerdan los autores, los matrimonios entre primos era una práctica muy habitual hasta la segunda mitad del siglo XIX. Esta tradición era especialmente famosa entre las elites, que veían en las bodas entre familiares la manera de conservar su selecto linaje.
Al margen de las clases altas, en EEUU la práctica se popularizó también entre los inmigrantes y los pobres que vivían en un ambiente rural. En cualquiera de los casos, la opinión de la sociedad sobre este tipo de parejas cambió a finales del XIX y principios del XX, cuando empezaron a verlo como una unión imprudente, llena de riesgo. Esta concepción es la que perdura en la actualidad.
Para aclarar los problemas que pueden tener los hijos de estos matrimonios, la National Society of Genetic Counselors (NSGC) realizó un trabajo exhaustivo sobre el asunto y concluyó que el riesgo era mucho menor de lo que esperaban. Y, para confirmarlo ponen de ejemplo el matrimonio formado por el científico Charles Darwin y su prima Emma Wedgwood, que tuvieron 10 hijos, todos ellos sanos.
El caso de los paquistaníes
La declaración del ministro británico Phil Woolas en febrero de este año, en la que atribuía la elevada tasa de defectos de nacimiento en la comunidad paquistaní a la práctica del matrimonio entre primos dio mucho que hablar. Los investigadores también dan su versión al respecto.
Si bien es cierto que la población inmigrante de Pakistán registra tasas más altas de defectos de nacimiento, éstos pueden deberse a muchos factores, entre los que sobresalen los "socioeconómicos y los ambientales, que pueden dar lugar a problemas que se atribuyen muchas veces y por error a los lazos sanguíneos de los padres", señalan Spencer y Paul.
Asimismo, los expertos indican que la madre puede sufrir malnutrición y que las familias no reciben en ocasiones los cuidados prenatales necesarios, bien por problemas con el idioma o por otros motivos.
"De cualquier manera, la ciencia no da ningún motivo para prohibir a los primos hermanos que se quieren tener hijos", añaden.

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