sábado, 20 de diciembre de 2008

Para reunir efectivo, la NASA venderá sus transbordadores


Por fin apareció el regalo de Navidad perfecto para el fanático del espacio que ya lo tiene todo. Tres transbordadores espaciales algo gastados, con 32 millones de kilómetros recorridos y un dueño no tan cuidadoso, pueden ser suyos por la astronómica cifra de 42 millones de dólares cada uno, sin incluir el envío y el envoltorio.
La NASA piensa desprenderse de lo que queda de la flota de transbordadores -el Discovery, el Atlantis y el Endeavour, que realizaron 86 misiones desde 1984- cuando finalice el programa, de modo de recaudar fondos para esta agencia, muy necesitada de efectivo.
De todas maneras, los que tienen alma de astronautas se sentirán desilusionados ya que sus motores principales serán removidos antes de la venta, con lo que se volverán fascinantes desde el punto de vista histórico, pero inoperantes desde el punto de vista astronáutico.
El precio difundido es nada más que la cifra inicial e incluye el costo mínimo de 6 millones de dólares para retirarle a cada transbordador sus materiales peligrosos y trasladarlos hasta el aeropuerto que elija el comprador.
La agencia espacial enfrenta un déficit de presupuesto para su próxima generación de cohetes Ares, que espera puedan volver a llevar astronautas a la Luna para 2015. Pero a pesar de su voluntad de vender, sondea por el momento nada más que a instituciones educativas y museos de ciencia, de modo de medir su posible interés y calcular el tamaño de sus billeteras.
Las naves sólo podrán ser compradas por ciudadanos estadounidenses, que deben prometer exhibirlas en un predio cerrado y con control de temperatura.
"La NASA es sumamente consciente del valor esencial de estos bienes clave para la rica historia del programa espacial" puede leerse en un documento que pide ideas para ver cómo mostrarlas después de su retiro.
Los seis motores principales de los últimos tres transbordadores se venderán por separado en 800 mil dólares cada uno. Antes, la NASA solía donar sus piezas espaciales históricas. Cohetes Saturno, módulos lunares y otros objetos se exhiben hoy en el Centro Espacial Kennedy de Florida, el Smithsonian National Air and Space Museum de Washington D.C., y el US Space and Rocket Centre de Alabama.
Cinco transbordadores volaron durante el programa de transporte espacial, que comenzó con sus vuelos de prueba en 1977. El Columbia y el Challenger, los dos primeros en entrar en servicio, volaron por el aire en 2003 y 1986 respectivamente con una pérdida total de 14 vidas. La última misión de un transbordador está prevista para septiembre de 2010.
El presidente electo de EE.UU., Barack Obama, ya nombró a un equipo que deberá determinar la viabilidad de extender sus vuelos más allá de esa fecha, para cerrar la brecha que queda hasta el primer vuelo tripulado de la nueva cápsula Orion y el cohete Ares, en 2015.
TRADUCCION: Silvia S. Simonetti

Houston, estamos en problemas
La NASA festejó este año su medio siglo y empezó una etapa diferente. En sus oficinas ya no se puede tirar manteca al techo; y el futuro no pinta mejor. El presidente electo Barack Obama comentó su intención de recortar el presupuesto para el Proyecto Constellation, con el que Estados Unidos pretendía viajar y llegar de nuevo a la Luna.
De hecho, Obama también tenía planes para los transbordadores. Pretendía alargar su vida útil y, de paso, descartar el desarrollo del cohete Ares 1. También quería que se modifiquen los planes de los actuales cohetes Atlas V y Delta IV. Los altos costos de las misiones y los cuestionamientos en temas de seguridad están jaquendo la relación entre las autoridades de la NASA y el futuro gobierno en los Estados Unidos.
La venta de los transbordadores es otra clara señal de problemas.

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