miércoles, 10 de diciembre de 2008

ANTECEDENTES Y MODOS DE LA APROPIACION DE BEBES


Fuera de la última dictadura militar, en la Argentina, la apropiación de bebés tiene básicamente dos motivaciones: la pérdida de uno o varios embarazos, que lleva a una mujer a apoderarse de un hijo ajeno; y la compra de recién nacidos, un delito que ni siquiera está tipificado en el Código Penal.
Renzo, robado del Hospital Vidal de Corrientes el 28 de marzo pasado, fue hallado 55 días después en la casa de una mujer de 43 años con cuatro hijos y desesperada por volver a ser madre.
Una joven de 20 años que había perdido dos embarazos fue quien en noviembre de 2007 se alzó con Selene, nacida siete días antes en el Hospital del Centenario de Rosario.
En marzo de ese año, una chica de 18 años se había llevado a Agustina Leonela, de dos días de vida, del Hospital Madariaga de Posadas; había simulado un embarazo por temor a que su novio la abandonara, y fue él quien la acompañó a devolver a la beba.
Otros casos de maternidad frustrada derivaron en el robo de bebés: Araceli Moreyra en Córdoba; Delfina Calvete en América (Buenos Aires), ambos en 2003.
Los recién nacidos robados para venta no son tantos, ya que la extrema pobreza, la baja escolaridad y la falta de educación sexual facilitan la compraventa encubierta.
En algunas provincias como Misiones, Corrientes y Santiago del Estero, las fallas del sistema judicial permiten un número alarmante de bebés entregados en adopción. Fuera de las estadísticas quedan los recién nacidos anotados como propios por parejas oriundas de otras provincias, con complicidad de médicos, enfermeras y funcionarios.
Aun así, en agosto de 2005 un enfermero robó un bebé de 18 días de la aldea guaraní Ysyry, por encargo de una pareja de Mar del Plata.
En 2006, en Añatuya, una abogada se llevó bajo amenazas a Francisco Díaz, de 7 meses, para entregarlo a un matrimonio de Escobar. La Justicia ordenó la restitución a sus padres biológicos. La investigación de Silvina Heguy y Julio Rodríguez, de Clarín, les valió el Premio Rey de España.

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