jueves, 27 de noviembre de 2008

El yoga que se baila está entre nosotros


Hablar sobre yoga es primero hablar sobre lo que no es. No es terapia. No es gimnasia. No es deporte. No es religión. No es danza, pero se baila. En Buenos Aires, el Grupo Swásthya –de reciente formación– hace espectáculos coreográficos de yoga antiguo, y tiene como precedente el exitoso caso de una compañía brasileña de la misma escuela.
El Swásthya es una codificación de aquel yoga preclásico de cinco mil años de antigüedad. La figura de Shiva –el arquetipo mitológico de la danza– está ligada directamente al origen del yoga. “Si bien no hay testimonios concretos de hace cinco mil años, la tradición y la lógica histórica nos indican que si a quien se le adjudica ser el creador de esta filosofía es el rey de los danzarines (Shiva Natarája), entonces su arte y su entrenamiento corporal debía estar muy regido por movimientos armoniosos y estéticos, y no por posturas estancas como cobró vigencia la práctica del yoga desde el medioevo en adelante”, señala Edgardo Caramella, presidente de la filial argentina de la Unión Internacional de Yoga.
Lo coreográfico parece no ser extranjero en la patria del yoga. Tanto los “ásanas” (técnica corporal) como los “mudrás” (gestos reflexológicos realizados con las manos) podrían ser a simple vista elementos de una danza étnica. Visto en una foto el yoga parece bailable. Basta con realizar una visita a cualquier buscador de internet para palpar los alcances del “yoga dance” con sus fusiones más insólitas: yoga salsa, yoga twist y hasta yoga tango. Sin embargo, esos ímpetus bailanteros están muy lejos del formato coreográfico de secuencias encadenadas del yoga antiguo. “No hay una danza-yoga. Hay una cosa que se llama danza, y otra que se llama yoga”, dice Caramella. “Nosotros rescatamos esa manera de ligar los ásanas (posiciones físicas) de manera estética, expresiva y espontánea. Es un concepto que la propia filosofía tiene: que el yoga debe ser transmitido como un arte”.
Además de las posiciones físicas, los ejercicios respiratorios y las técnicas de relajación, meditación y concentración, las coreografías forman parte de la rutina de cualquier practicante de yoga antiguo. De los diez integrantes del Grupo Swásthya la mayoría son instructores de esta filosofía, pero ninguno es bailarín. “Si convocáramos a alguien de la danza para formar parte del grupo, seguro que podría incorporar rápidamente las técnicas corporales, pero no transmitiría lo mismo porque le faltaría toda la vivencia filosófica del yoga”, señala Adriana Bruer, directora del grupo. Entre esas vivencias no sólo hay técnicas, sino también conceptos vinculados a comportamientos y hábitos (de alimentación, de entrenamiento corporal, de vida cotidiana). Según Caramella, la identificación con esta filosofía práctica que se transmite con idénticos parámetros en muchos países ha ido formando un movimiento cultural. “Muchos de los postulados del yoga antiguo y de algunas filosofías muy ligadas a él, como el sámkhya o el tantra, hoy son sostenidos por grandes referentes de la física occidental: que la vida es movimiento y que todo está ligado a conciencia y energía, como principios básicos de la existencia. Esto ya era percibido hace cinco mil años por civilizaciones matriarcales que habitaban lo que hoy es la India”, dice Caramella. Estos movimientos coreográficos del yoga pueden unir y combinar más de dos mil posiciones corporales que nunca se repiten en una misma secuencia.
¿Qué es lo que une a las más de quinientas modalidades de yoga que existen?
Algo de movimiento: “Hay una coreografía que está presente en casi todas las corrientes del yoga y que es el ‘saludo al sol’. Se trata de una serie de doce ásanas ligados en una secuencia de movimientos. Eso es un claro indicio de que en la antigüedad había una manera coreográfica de practicar yoga”, insiste Caramella.
El Grupo Swásthya hace sus coreografías manteniendo el objetivo de alcanzar el samádhi, un estado de máxima evolución e hiperconciencia. Mientras tanto baila. Y sus movimientos también son parte de ese camino. Los curiosos pueden ver varias de las coreografías swásthya en YouTube. El grupo presentará durante el verano en el Teatro del Sur su espectáculo Padma.

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