viernes, 6 de marzo de 2009

Una nueva técnica mejora el diagnóstico del cáncer


Sebastián A. Ríos
LA NACION
Una nueva técnica para el diagnóstico del cáncer de esófago permite obtener una visión más precisa de ese órgano y de los tejidos adyacentes, lo que aporta al médico más información sobre la localización y extensión de la enfermedad para así determinar cuál será el mejor tratamiento por seguir para cada paciente.
La técnica denominada PneumoTC 64, desarrollada por radiólogos y cirujanos del Hospital Italiano, permite no sólo obtener una visión más completa del área afectada por la enfermedad, sino que también ocasiona menos molestias a los pacientes que otros métodos diagnósticos.
"Ya ha sido aplicada en más de 150 pacientes con cáncer de esófago", dijo a LA NACION la doctora Marina Ulla, encargada del Sector de Tomografía Computada Multislice del Hospital Italiano, que actualmente se encuentra en Viena, en el Congreso Europeo de Radiología, donde presentará la experiencia del Italiano con este método.
El desarrollo ya fue presentado en el último Encuentro Anual de la Sociedad Americana de Radiología, de los Estados Unidos, y en el 79° Congreso Argentino de Cirugía, donde obtuvo el primer premio en el rubro trabajo libre. Una zona difícil
"El esófago, como todos los órganos huecos, es difícil de estudiar con métodos diagnósticos, porque suele verse colapsado o contraído, y es difícil diferenciarlo de los tejidos vecinos", explicó el doctor Demetrio Cavadas, jefe de la Sección Cirugía Esófago-Gástrica del Hospital Italiano.
Es por eso que el método desarrollado en ese hospital apunta a distender el órgano -"a inflarlo como si fuera un globo", ilustró Cavadas-, de modo tal que sea más fácil apreciar su anatomía.
"Lo que hacemos es introducir una sonda a través de la boca del paciente, que se hace llegar hasta el esófago. A través de la sonda se introduce dióxido de carbono, lo que permite distender el órgano", explicó Ulla. Una vez distendido el esófago, el paciente es sometido a una tomografía computada. Así, se obtienen imágenes mucho más precisas que las que se obtendrían con el esófago en su estado natural.
"La óptima distensión del esófago a través de la introducción de CO2 nos permite definir los límites superior e inferior de la lesión, así como precisar la relación de la misma con estructuras del mediastino -agregó Cavadas-. Esto aporta una valiosa información para determinar la mejor estrategia terapéutica para el paciente, y cobra mayor importancia en lesiones que comprometen la unión esófago-gástrica, que es una zona de difícil evaluación por métodos convencionales."
Además de hacer el diagnóstico de la enfermedad, comentó Ulla, "la técnica permite conocer mejor el estadio de la enfermedad y saber si hay otros órganos afectados".
"Hicimos una encuesta de satisfacción en la que los pacientes nos dijeron que no experimentaban molestias", dijo Ulla, que explicó que el dióxido de carbono se reabsorbe mucho más rápido que el oxígeno, gas que utilizaban para distender el esófago antes de que dieran con el nuevo método diagnóstico..
lanacion.com

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