jueves, 5 de marzo de 2009

Se adelantaron y hay más casos de gripe y alergias por el clima


Quién no encendió la tele y puso el ventilador en turbo mientras el cuerpo se derrite y pegotea en el sillón? ¿Quién no presionó el botón del aire acondicionado hasta llegar a los polares 17 grados para tener una refrescadita antes de salir a la calle y el chaparrón le moje los pies, casi descalzos, aunque hace treinta días no cae ni una gota de agua?
Pasar de alertas meteorológicas a olas de calor, de lluvia a sequía, preocupa en varios aspectos. En salud, el dengue es uno de ellos. Pero también, y por primera vez, está provocando más casos de gripe y alergias antes de tiempo.
En los dos primeros meses del año aumentaron un 10 por ciento los casos de gripe y alergias en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires. Así lo afirmaron desde los respectivos ministerios de Salud de la Ciudad y la Provincia. Y también en la Fundación Estudio del Asma y Alergias (Fundaler), entre otras entidades dedicadas al tema.
Para los especialistas, el aumento se debe a que el virus de la gripe circula en la mayor parte del año en los países de clima subtropical, al que la Argentina está tendiendo por el cambio climático. Los hospitales de la Ciudad y el GBA aseguraron también que aumentaron las consultas por catarro, fiebre y alergias.
Mientras en enero de 2008 las autoridades registraron 7.852 casos de gripe, este año el número trepó a 12.821 en ambos distritos. "Con las alergias comunes pasa lo mismo. Suelen agudizarse en otoño y primavera pero ahora las vemos con anticipación", aseguró a Clarín Wenceslao Sánchez de la Vega, vicepresidente de Fundaler y médico especialista en alergia e inmunología clínica.
Y explicó su porqué: "El alérgico es más sensible a los cambios bruscos y a nuevas vegetaciones, distintas de las que su cuerpo conoce". También indicó que el último estudio demostró que el 41% de los adultos tienen algún problema de rinitis en la Ciudad. "Es un fenómeno mundial por el estilo de vida, la contaminación y el calentamiento global", dijo. No es lo único que aumentó: "Se consumieron un 10 por ciento más de medicamentos, como analgésicos, antitusivos y antialérgicos. Todos de venta libre.
El farmacéutico le indica al enfermo qué es lo que debe tomar", dijo a Clarín Marcelo Pereta, secretario general del Colegio de Farmaceúticos y director de la Escuela de Farmacia y de Química de la Universidad Maimónides. Por año, la gripe y las alergias afectan a entre un 5% y un 20% de la población, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. Los casos suelen detectarse a partir de junio y causan unas 20 mil internaciones y cerca de 3.500 muertes anuales. Sin embargo, el año pasado sucedió lo contrario a lo que pasa ahora: los casos de gripe comenzaron a registrarse más tarde y se alargaron hasta el mes de septiembre.
"Tenemos muchas consultas por catarro. Así comienza la gripe. Más de lo habitual y sobre todo en gente adulta", dice Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.La Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI) y la Fundación Argentina de Infectología Pediátrica (FAIP) recomiendan una vacuna antigripal que previene el 90% de los casos de gripe y explicaron que los niños menores de cinco años son los más vulnerables y aseguraron que la tasa de hospitalización de menores de dos años es similar a las cifras de mayores de 65 años y personas de grupos de riesgo.

Los cambios de estación
"Es un verano atípico", dijo Eduardo Piacentini, director del departamento de Vigilancia de la Atmósfera y Cambio Global del Servicio Meteorológico Nacional. "El virus de la gripe es estacional. En los países templados sólo se da en otoño-invierno. Pero en los países subtropicales circula todo el año. Nosotros tendemos a parecernos más a un país subtropical", dijo Eduardo López, del Hospital Niños Ricardo Gutiérrez.Piacentini explicó que el verano llegó a una sensación térmica extrema de 40,5 grados el 19 de febrero, superior al promedio de 30, y a una mínima de 14 grados, muy inferior al promedio de 18 para la época. "Con las lluvias pasó lo mismo, no llovió por 30 días seguidos y de repente se inundó todo, como hoy (por ayer)".
Mejor prevenir
Evitar los cambios bruscos de temperatura.
No pasar de frío a calor constantemente, ni abrigarse o desabrigarse continuamente. Es preferible el aire libre y tratar de no permanecer más de una hora en ambientes cerrados, sobre todo aquellos que presenten humedad en las paredes, como las cocinas y los baños.
Regular los equipos de aire acondicionado entre los 22 y los 24 grados. Al dormir no debe bajar de los 24.
Ingerir un promedio de entre 1,5 y dos litros de agua por día. Es importante estar hidratado todo el tiempo.
Limpiar las paredes con lavandina semanalmente y pintarlas con antihongos. También debe pasarse la aspiradora en alfombras, sillones y cortinas dos veces al día para quitar las bacterias.
Si presenta síntomas gripales o alérgicos, tiene que hacer reposo y no ir a trabajar o estudiar para evitar el contagio.
Los otros efectos colaterales
Oscar Finkelstein
Es difícil, a esta altura de la información sobre el tema, encontrar intencionalidad en la difusión de las consecuencias que ya está provocando el cambio climático. Al margen de los estilos, más o menos alarmistas, aquellos escenarios de ciencia ficción se están convirtiendo en paisaje natural. Las enfermedades no se quedaron afuera de esta triste evolución.
En octubre pasado, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) dio a conocer una lista de doce males que el calentamiento global podría potenciar. Si bien la gripe y las alergias no figuraban en la nómina, el aumento de la temperatura y de las lluvias (los factores que inciden en los cambios que se publican aquí) permitirían el desarrollo de organismos patógenos responsables de males como la tuberculosis, la fiebre amarilla o el cólera. La proliferación del dengue bien podría ser otro efecto colateral.
En Capital llovió en estos 4 días tanto como en enero y febrero
Marzo arrancó bajo el agua en la Ciudad de Buenos Aires. Y ayer a las 19 se cumplieron 24 horas de lluvias permanentes. Desde el domingo las precipitaciones en Capital acumularon 157 milímetros. En sólo cuatro días cayó la misma cantidad de agua que en todo enero y febrero en territorio porteño, señaló a Clarín el meteorólogo Pablo Lastra.
El temporal generó largas colas de autos y demoras en los principales salidas hacia la Provincia y se estima que el tiempo mejorará hoy, aunque seguirá caluroso con 27 grados de máxima, advirtió Lastra. Las lluvias también causaron una crecida de 80 centímetros en el Río de al Plata y de unos 85 centímetros en el caudal del arroyo Maldonado.
El servicio de emergencias porteño recibió entre 450 y 500 llamados, en su mayoría por árboles caídos y otros en peligro de derrumbe, mientras que también hubo llamados por cables eléctricos sueltos arrastrados por árboles.
clarin.com

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