domingo, 7 de diciembre de 2008

Inventan un software para descifrar recetas ilegibles


Cuando alguien escribe de forma ilegible se dice que “tiene letra de médico”. Sin embargo, el problema no es meramente estético. Un informe elaborado por la National Academies of Science’s Institute of Medicine (IOM) indica que sólo en los Estados Unidos mueren al año más de 7.000 personas por errores en la medicación a raíz de las abreviaturas y dosis poco claras o prescripciones no entendibles.
El documento añade que más de un millón y medio de pacientes resultan dañados por este motivo. El riesgo es enorme para ese país, donde se emiten 3.200 millones de recetas anuales y no es menor en el resto del planeta.
Aunque aún no llegó a la Argentina, una empresa española acaba de desarrollar un software capaz de descifrar la letra y las abreviaturas usadas por los médicos. Según sus promotores, miembros de la empresa catalana Thera surgida de la Universidad de Barcelona, la aplicación informática se llama “hCOD” y tiene una fiabilidad superior al 95 por ciento.
El sistema puede interpretar expresiones, giros lingüísticos y abreviaturas utilizadas en recetas e informes escritos por médicos que, por poco tiempo o descuido, terminan convirtiéndose en jeroglíficos indescifrables para los pacientes y farmacéuticos.
Lo primero que hace “hCOD” es identificar el idioma en que está redactado el texto. Después realiza un análisis morfosintáctico, hace una corrección ortográfica automática y se lanza a identificar la terminología para que no queden dudas ni se multipliquen las confusiones.
Ésta no es la primera iniciativa en la materia. Hace dos años, un grupo de empresas tecnológicas y de salud norteamericanas lanzó un plan para permitir que los doctores emitan sus recetas electrónicas en forma gratuita.
La herramienta, llamada eRx Now, fue ofrecida por la Iniciativa Nacional de e-prescripciones para la Seguridad de los Pacientes (NEPSI, por sus sigla en inglés). El dispositivo permite comprobar si hay interacciones que pueden provocar algún daño y asegurarse de que las farmacias proporcionen exactamente la receta prescrita. Entre las empresas comprometidas con el proyecto se destacan Dell (hardware), Google (con un buscador especializado en salud) y la compañía de seguros Aetna, la que prometió incentivos para los médicos que usen la e-prescripción.
Según la revista Time, la mayoría delos doctores no aprovecha al máximo la tecnología disponible: si bien el 90% tiene acceso a internet, sólo el 10% busca mecanismos para mejorar su profesión gracias a la tecnología”. “Mi letra es horrible cuando escribo textos de manejo interno, pero cuando escribo una receta o una historia clínica, deliberadamente la hago mucho más legible”, dijo a Crítica de la Argentina el doctor Alberto Cormillot, especialista en nutrición. “Este problema se agrava mucho por el auge de las denuncias de mala praxis derivados de recetas ilegibles. Por eso es muy importante que todo documento firmado por un profesional sea claro porque sino quedamos expuestos a los juicios”, agregó el dietólogo.
Pedro Cahn, Jefe de Infectología del hospital Fernández, intentó “explicar pero sin pretender justificar” esta costumbre de la mayoría de sus colegas. “El médico se ve sometido a escribir tanta papelería por día que resulta difícil hacer todo con buena letra, las consultas se demoran en aspectos administrativos”, aseguró. “Tendríamos que contar con métodos más sofisticados como las recetas electrónicas para evitar inconvenientes, porque no hay que perder de vista que el eslabón más débil de la cadena son los pacientes y debemos hacer un esfuerzo mayor para no hacerlos víctimas de esta situación”, finalizó el infectólogo.

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