lunes, 16 de marzo de 2009

Hipotiroidismo: todo a medias


"Es como manejar con el freno de mano puesto", describía una paciente en el consultorio. Como los síntomas se manifiestan a la manera de un decaimiento generalizado, es frecuente que las personas con hipotiroidismo, pero aún sin diagnóstico, reciban tratamientos que no dan en el clavo, cuando la causa de su malestar es, en realidad, una disfunción de la glándula tiroides.
En las mujeres el riesgo de padecer cualquier disfunción tiroidea aumenta con la edad, y se acentúa alrededor de la menopausia; en varones puede ocurrir a cualquier edad con igual frecuencia, pero es menos habitual.
"Por eso se ha buscado, a través de varios estudios, vincular la patología tiroidea con los estrógenos (hormonas femeninas), pero todavía no hay ningún resultado concluyente", señala la doctora Ana María Orlandi, jefa del sector Tiroides de la unidad de Endocrinología del hospital Alvarez y miembro de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo.
Estudios realizados en los Estados Unidos hablan de una prevalencia del 8% de hipotiroidismo entre las mujeres de entre 45 y 50 años, y aseguran que a los 80 años un 15% de los varones padece hipotiroidismo.
Un abanico de síntomas
En los adultos el hipotiroidismo se manifiesta de maneras muy diferentes. "El paciente puede estar deprimido, con mucho cansancio, con falta de deseo y de fuerzas para su actividad habitual, o con mucho sueño aunque de noche haya dormido mucho", cuenta Orlandi.
Todas las capacidades están un poco disminuidas. El intelecto puede experimentar una merma, e incluso la capacidad auditiva, señala la especialista: "Puede haber una sordera transitoria".
Los pacientes se vuelven muy friolentos, y hasta en días de calor se los ve abrigados: "No regulan bien la temperatura corporal".
La piel pierde hidratación; se vuelve seca. También el cabello y las uñas se vuelven frágiles, señala por su parte la endocrinóloga del Alvarez. Si una persona comienza de repente a aumentar de peso aunque no haya habido cambios en su dieta, puede que se trate también de un caso de hipotiroidismo.
"A veces la gente piensa que está excedida de peso por la patología tiroidea, pero no es así, ya que si se controla la ingesta no existe mucho sobrepeso", asegura la endocrinóloga Sandra Licht, médica miembro del Comité para la Educación de los Pacientes de la Asociación Americana de Tiroides (ATA, según sus siglas en Inglés).
Algunos de esos síntomas son similares a los que produce la anemia. "De hecho, el hipotiroidismo puede acompañarse de anemia, que mejora al normalizar la función tiroidea", dice Licht. Con respecto al corazón, consigna que el hipotiroidismo afecta la frecuencia cardíaca, la función del ventrículo izquierdo, el volumen minuto y la resistencia vascular periférica.
Aumenta los valores del colesterol total, del LDL –el "malo"– y de los triglicéridos, y reduce los niveles del HDL o "bueno". Todo lo mencionado contribuiría a la enfermedad arterial coronaria.
En las mujeres puede producirse un trastorno del ciclo menstrual, llegando a dificultar los embarazos y hasta a producir abortos recurrentes.
Cómo funciona la tiroides
La glándula tiroides produce las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que según explica la doctora Licht, "regulan el metabolismo celular, o sea, la capacidad del organismo de quemar calorías para producir energía que es utilizada por las células para poder cumplir sus funciones".
Por eso, "se precisan niveles normales de hormona tiroidea para el correcto funcionamiento del corazón, para el crecimiento, el desarrollo físico y mental, y la reproducción".
De ahí surgen los análisis de laboratorio con que se diagnostica hipotiroidismo, y que son el dosaje en sangre de T4 y T3, y la TSH, una hormona que produce la hipófisis y que regula la función de la tiroides.
Esta hormona, explica Licht, "es muy sensible a las variaciones de las hormonas tiroideas circulantes. Así , cuando hay poca hormona tiroidea en sangre, la TSH aumenta para estimular la tiroides".
"Como la mayoría de las veces la causa de hipotiroidismo en los adultos es una enfermedad autoinmune que lleva a la afectación de la glándula tiroides, también se pide un análisis de anticuerpos antitiroideos", agrega Orlandi.
"La mayoría de las veces, el diagnóstico se hace con la TSH", detalla, ya que su solo aumento, aun con T3 y T4 normales, basta para indicar lo que los especialistas llaman "hipotiroidismo subclínico", aunque Licht aclara que aun a ese nivel "los pacientes ya empiezan a tener síntomas". Lo común, indica esta médica, es que el paciente "subclínico" entre en un estado de hipotiroidismo franco al cabo de unos 5 años.
Factores de riesgo
El hipotiroidismo, señala Licht, "se puede heredar. Por eso si la persona tiene familiares con enfermedad tiroidea, debe evaluar la función de la glándula periódicamente". "Hay familias enteras en las que las personas tienen predisposición a padecerlo por causas autoinmunes, de modo que cuando uno encuentra pacientes con anticuerpos positivos y un hipotiroidismo, es frecuente que a lo largo de su vida aparezcan otros antecedentes: primas, tías, que lo han padecido".
Por otra parte, Licht aclara que a los pacientes medicados con amiodarona (antiarrítmico), litio (usado en el tratamiento del trastorno bipolar) o interferones (usados en patologías autoinmunes) "se les debe hacer el control de la función tiroidea periódicamente".
Las operaciones de tiroides pueden dar como resultado, también, un hipotiroidismo secundario.
No tratado puede ser fatal. Pero hoy el hipotiroidismo es una enfermedad crónica cuyo tratamiento consiste, casi en el 100% de los casos, en el reemplazo de la función tiroidea mediante la aplicación de tiroxina sintética (levotiroxina) por vía oral.
"Cada paciente tiene una dosis propia, que depende por lo general del peso y de la capacidad de absorción de la medicación", señala Licht, "y se realizan los controles periódicamente en sangre, midiendo la TSH y la T4 para ver si la dosis seguirá siendo la misma".
Marcelo Rodríguez

Decisiva en el crecimiento y el desarrollo
En realidad el hipotiroidismo puede presentarse a cualquier edad, e incluso ser congénito."Cuando aparece en la infancia –describe la endocrinóloga Ana María Orlando, del hospital Alvarez– se refleja en trastornos del crecimiento, y cuando se acerca a la adolescencia, puede haber trastornos en el desarrollo puberal."
La hormona tiroidea es fundamental durante la vida embrionaria y los primeros meses de vida después, para la maduración del sistema nervioso central. Tanto, que una ley nacional establece el control de la función tiroidea en todos los recién nacidos, tengan antecedentes de riesgo o no, para evitar las posibles consecuencias de un hipotiroidismo congénito.
Este podría producirse por un defecto en el desarrollo embrionario o por una enfermedad tiroidea de la madre. Vivir en una zona carente de yodo, en lo que se conoce como zonas endémicas de bocio –una enfermedad en la cual la tiroides crece para captar más de este oligoelemento esencial para su funcionamiento–, es un factor de riesgo. Se considera que 1 de cada 4000 nacidos vivos puede padecer hipotiroidismo congénito.
"Al detectarlo, se medican estos bebés con la hormona tiroidea, y pueden crecer absolutamente sin complicaciones", asegura la médica endocrinóloga Sandra Licht.
lanacion.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que pasa con el estado emocional de las persona jovenes que producto de esta enfermedad tienen miedo a su futuro( Seguir engordando y no poder controlar, miedo a ser madre e ilusionarse con un bebe. creo que ese tema es el mayor que se deberia tratar junto con un psicologo??????????