viernes, 6 de marzo de 2009

Con un curioso regalo, distinguen a siete argentinos


Fabiola Czubaj
LA NACION
Siete argentinos son dueños de un "pedacito" de Holanda por su trabajo en distintas disciplinas, entre las que están el cuidado del agua y la biotecnología. Ese fragmento es nada más y nada menos que un sitio en un inmenso banco de plaza frente al lago Ij, en Amsterdam.
Este "regalo", que este año les entrega el Ministerio de Relaciones Exteriores holandés a mil personalidades del mundo, es parte del proyecto Space to take Place (Un espacio para tomar lugar) para conmemorar la tradición en ese país de ganarle tierra al agua.
"¿Qué mejor [obsequio] puede ofrecer una embajada que una parte del país al que representa? -dijo el embajador Henk Soeters en la entrega de las distinciones en su residencia-. Se trata de Holanda en sí misma, una pequeña porción física de los Países Bajos."
Eso consiste en la milésima parte del banco de un rojo intenso que contrasta con el resto del paisaje. "Es una idea simbólica que marca nuestra impronta -precisó el embajador-: la solidez de un banco de hierro forjado [...]."
Los galardonados son Alfredo Lichter, presidente de la Fundación Ecocentro; el ingeniero agrónomo Carlos Paz, presidente del INTA; Victoria Zuloaga, capitana del equipo juvenil femenino de hockey; Roger Haloua, director del Centro Cultural Borges; el músico Omar Tedesco, de la Orquesta Estable del Teatro Colón; la doctora Delia Ferreira Rubio, directora de Poder Ciudadano, y Alan Gegenschatz, titular de TNT Argentina.
"Esto tiene algo de misterio para mí, porque como todos los días, al salir de casa, ese día me preguntaron adónde iba y respondí simplemente que a recibir un pedacito de Holanda...", comentó el titular del Ecocentro desde Puerto Madryn. Poeta y naturalista, Lichter promueve el cuidado de lo que es su predilección: el mar patagónico. La cultura es el camino elegido en el Ecocentro para que el ser humano se acerque al ambiente.
"Esta iniciativa holandesa es, por lo menos, creativa y un símbolo muy importante, ya que demuestra que a ese país le interesan los individuos -agregó-. Y para un país como la Argentina, que vive presa de la inmediatez, este gesto invita por lo menos a la reflexión. Estas son señales de aire fresco en las relaciones, y creo que la globalización encuentra en estos actos una reivindicación."
A diferencia del Ecocentro, el INTA tiene una relación de intercambio científico de varios años con los Países Bajos. Uno de sus principales proyectos en curso es la decodificación del genoma de la papa, a la vez que este año el INTA buscará aprender de la experiencia de ese país en el manejo de los recursos hídricos disponibles. "Después de casi 30 años de trabajo en el INTA, es un orgullo para mí haber recibido esta distinción que, si bien es personalizada, corresponde a la institución", afirmó el ingeniero Paz.

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