lunes, 2 de marzo de 2009

Arranca hoy una campaña para renunciar al catolicismo


Como si la Iglesia católica no hubiera tenido sobresaltos en los últimos tiempos, un grupo de ONG vinculadas con los derechos humanos, las reivindicaciones feministas, la diversidad sexual y la despenalización del aborto, inician esta semana una campaña para que aquellos que fueron bautizados pero no abrazan el catolicismo renuncien de modo expreso a su filiación religiosa.
Al igual que en países como España, donde el trámite de apostasía -la renuncia a la fe- se puso de moda, aquí también se busca instalarlo, promoviendo la presentación de una carta al obispo del lugar donde se bautizó que debe implicar, en principio, la baja en el registro parroquial. Y, de máxima, que se borren todos los datos de los peticionantes.
Los promotores de la iniciativa, llamada Apostasía Colectiva en la Argentina, aclaran que no se trata de una cruzada antirreligiosa, sino de una campaña contra la intromisión en la sociedad civil de la religión, que debe llevar a una clara toma de posición de quienes ya no pertenecen a un credo religioso o nunca lo abrazaron. Por eso, el lema es "¡No en mi nombre!".
En el portal de la campaña se explica que "la apostasía colectiva es un acto de repudio público a la manipulación ideológica y material de la Iglesia en la vida ciudadana. Es una forma de expresar el desacuerdo con su política social, sexual, económica, dejando en claro que no nos representa, ni queremos que reciba del Estado subsidios ni privilegios en nuestro nombre".
Los promotores de la movida -coordinados por Andrés Miñones- concluyen que "basando su legitimidad en el alto porcentaje de personas bautizadas sin su consentimiento en el marco de un rito social naturalizado, la Iglesia implanta su moral dominante en las relaciones sociales, subyugando y condenando toda forma de vida que no se le doblegue".
"Lo nuestro es ideológico y laicista porque queremos un país neutro en materia religiosa", dice Cristina Ferreira, presidenta de la Asociación Civil de Ateos en la Argentina, una de las ONG que adhiere.
Al pedir la "rectificación y/o supresión" de sus datos en los registros eclesiásticos, se apela a la ley de Hábeas Data, que reconoce al involucrado el derecho de hacerlo si se considera perjudicado.
En el portal (www.apostasia.org) se explica que los interesados deben presentar una carta en el obispado al que pertenece la parroquia en la que se bautizaron y se brinda un texto tipo. Además, se aclara que la autoridad religiosa debe comunicar fehacientemente que el trámite se cumplimentó. Miñones señaló que, si bien el trámite es personal, en cada provincia puede haber "gestos colectivos" que se definirán localmente, como presentación de listados en los obispados y manifiestos.
La cantidad de ateos va en aumento. Y están cada vez más activos. En diciembre hicieron en Mar del Plata el Primer Congreso Nacional de Ateísmo. La campaña es otro hito. Parece que se tienen fe.
clarin.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Opino que me da pena esta movida, que lejos de brindar a quienes necesitan un punto de apoyo para sentirse fortalecido ante la adversidad, lo dejan "a la deriva" con sus problemas a cuesta. Lo veo desacertado. No me interesa que credo se profese, pero sin fé, no entiendo la razón de vivir.