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sábado, 10 de marzo de 2012

Prohíben la venta de mamaderas de policarbonato


La Asociación Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohibió en el país la fabricación, importación y venta de mamaderas que incluyan en su composición Bisfenol A, también conocido como BPA, una sustancia que, en determinadas circunstancias, podría llegar a ser tóxica para los lactantes.
La prohibición fue publicada hoy en el Boletín Oficial a través de una disposición de la ANMAT, que, además, establece un plazo de 30 días hábiles para que las empresas adecuen sus normas de fabricación.
Las mamaderas con Bisfenol A son las de policarbonato. Desde la ANMAT destacaron que muchos fabricantes e importadores ya las reemplazaron por las de polipropileno; éstas se identifican con un logo con una doble P (por el polipropileno) o bien con la indicación "libres de BPA".
El bisfenol es una sustancia que se usa en ciertos plásticos duros como las resinas epoxi y el policarbonato, con el que se hacen distintos productos incluyendo envases de cocina reutilizables y utensilios de cocina.
Según explicaron en la ANMAT, hay evidencia científica de que cuando esos materiales se calientan en determinadas condiciones pueden llegar a liberar pequeñas cantidades de BPA. El organismo humano tiene sistemas de eliminación de BPA, por lo que no hay un alto riesgo en la utilización de envases que lo contengan. Pero esos sitemas no están del todo desarrollados en los lactantes de entre tres y seis meses, por lo que son los más expuestos. A pesar de ello, resaltó la ANMAT, la European Food Safety Authority (EFSA) sostiene que la ingesta de BPA por utilización de mamaderas de policarbonato no superaría la ingesta diaria tolerable. Aún así, ese tipo de mamaderas fueron prohibidas en distintos países –la disposición menciona las recomendaciones en ese sentido de Dinamarca y Francia-.
Ante la consulta de Clarín.com sobre qué recaudos deberían tomar las madres, además de fijarse al momento de comprar las mamaderas sobre si tienen o no las inscripciones que indican si tienen o no BPA, desde la ANMAT recomendaron que el líquido sea hervido y enfriado hasta que esté tibio antes de transferirlo al biberón, que las mamaderas se esterilicen por separado y se enfríen a temperatura ambiente antes de añadirles el líquido o la fórmula infantil y que, si continúan utilizando mamaderas de policarbonato, no metan en ellas líquidos muy calientes ya que estos pueden hacer que el Bisfenol A emigre fuera de la botella a un ritmo más alto.
clarin.com

martes, 27 de julio de 2010

Los mimos de las mamás hacen que los adultos sean más fuertes

Nada como los brazos de mamá. Sus mimos y caricias son lo mejor que se puede recibir en los primeros meses de vida. Y no sólo por el amor que representan sino porque, según un estudio, los mimos maternos son la mejor arma para enfrentar la vida, el estrés y las tensiones.
El Journal of Epidemiology and Community Health puso a los mimos maternos en su punto más alto. Publicó un estudio que asegura que la capacidad de lidiar con el estrés en los adultos se relaciona con la cantidad de caricias y afecto recibido en los primeros meses de vida.
Haber sido muy mimado es garantía de mayor entereza y capacidad para enfrentar los momentos duros de la vida. Además, permite que las personas sean más seguras de sí mismas, menos ansiosas y hostiles.
Para lograr estos resultados Joanna Maselko, de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, trabajó con 482 bebés y los monitorearon hasta los 34 años.
Los psicólogos evaluaron el grado de afecto y apego a la madre cuando el bebé sólo tenía ocho meses. Luego, años más tarde, a través de una serie de entrevistas, midieron el nivel de la salud psicológica de los ya niños hasta convertirse en adultos.
Así descubrieron que los bebés que recibieron más amor de sus mamás se convirtieron en adultos seguros y fuertes, capaces de superar las tensiones de la vida de mejor manera.
Los adultos que fueron estudiados mostraron niveles de ansiedad y hostilidad siete veces menores que los otros cuyas madres no habían establecido un vínculo cariñoso cuando andaban todavía en pañales.
"Una buena relación con la madre es vital para el crecimiento de un niño sano", confirmó Claudio Mencacci, psiquiatra del hospital Fatebenefratelli de Milán, citado hoy por el diario italiano La Reppública que rescata el estudio.
"Basta recordar que el vínculo se inicia desde el vientre materno. Una actitud dulce y cariñosa hace que el niño sea menos vulnerable, fortalece y quita la ansiedad que a menudo causa el estrés", agregó.
Embarazos tranquilos, muchos mismos, amor y cariñitos no sólo fortalecen la personalidad sino también el físico de los chicos. "Estudios muy recientes sugieren que una relación afectuosa con los padres desde temprana edad protege al bebé de la diabetes y las alergias por ejemplo", aseguró el psiquiatra.

clarin.com

jueves, 13 de mayo de 2010

Azúcar para mitigar el dolor de las inyecciones en los bebés

LAURA TARDÓN
MADRID.- ¿Cómo calmar el llanto de un bebé cuando le van a poner una vacuna? Para mitigar el dolor que este pinchazo le puede ocasionar, un equipo de investigadores propone una dulce medida: administrar por vía oral una solución de sacarosa o glucosa antes del procedimiento. Al parecer, este remedio hace sentir al pequeño más cómodo, reduce la frecuencia y la duración del lloro y también los niveles de aflicción.
Ésta es la conclusión a la que han llegado después de revisar un total de 14 estudios (1.674 inyecciones realizadas) centrados en el papel analgésico de ambos tipos de azúcar en los neonatos durante sus primeros 12 meses de vida. En todos se comparaban sus efectos con los del agua y los resultados eran evidentes: En el 92,3% de los casos, es decir, en 13 de los 14 ensayos clínicos, los pequeños experimentaban una reducción del llanto durante y después de las vacunas.
En esta primera revisión sistemática, Denisse Harrison, principal autor de la misma, y sus colegas de Toronto (Canadá), Melbourne (Australia) y Sao Paulo (Brasil) observaron que los llantos de aquellos bebés que habían recibido un 30% de glucosa se reducían casi a la mitad después de la inmunización. El problema es que, dado que las dosis utilizadas eran distintas en cada estudio, los investigadores no han podido confirmar la cantidad más efectiva para actuar de analgésico. Lo que sí han observado es que las más eficaces oscilan entre los 0,5 mililitros y 2 mililitros al 24%.
En cualquier caso, y a tenor de los resultados, los expertos concluyen que "los profesionales sanitarios encargados de poner las vacunas deberían considerar el uso de la solución de sacarosa y glucosa para paliar el dolor que producen en los bebés menores de un año".
Un 'truco' efectivo
Actualmente, al menos en España, se suele recurrir a esta solución en aquellos niños que están ingresados, según argumenta Bartolomé Bonet, jefe de Pediatría del Hospital Can Misses, en Ibiza. "Cuando se les va a poner una vía, sí utilizamos sacarosa para calmar su dolor, a través de sueros ya preparados que se les dan como si fuera un biberón". Y añade como aclaración: "Estas soluciones de sacarosa sólo se utilizan para cuadros de dolor de leve a moderado o irritabilidad, pero ante procedimientos que causan mucho dolor, recurrimos a métodos más potentes [fármacos]".
"En nuestro hospital utilizamos la solución sacarosa en bebés prematuros mayores de 32 semanas y en aquéllos que nacen a término [es decir, a tiempo] cuando son sometidos a procedimientos dolorosos poco invasivos, como una punción lumbar o una vía", señala Beatriz Flores, neonatóloga del Hospital de Fuenlabrada de Madrid. En los prematuros más pequeños, añade la experta, "a quienes hay que pinchar continuamente para hacer analíticas, como no está demostrado que la administración de sacarosa con tanta frecuente sea inocua, esta solución no está indicada".
Como confirman los autores de esta revisión, publicada en 'British Medical Journal' (BMJ), "la ventaja de este remedio es que está disponible, tiene un efecto rápido de analgesia, no es caro y resulta fácil de administrar". Tal y como explica la doctora Flores, basta con administrar la solución de sacarosa tres minutos antes, ya que "el efecto es muy inmediato [...] Lo que ocurre es que el azúcar libera endorfinas, que son sustancias con acción analgésica".


El pecho materno es el mejor analgésico
Ya puede olvidarse del chupete o de los azucarillos para tratar de aliviar el dolor de su bebé. Hay un remedio mucho más eficaz, se trata del pecho de la madre. Un estudio francés aporta un argumento más a favor de la lactancia materna demostrando que amamantar al recién nacido antes de un pinchazo reduce el dolor.
A todos los bebés les pinchan en una vena de la mano cuando nacen. Es necesario extraerles una muestra de sangre para determinar el grupo sanguíneo y descartar que el neonato tenga problemas de tiroides o alguna enfermedad celular. A estos pacientes tan pequeños no se les administra ningún tipo de calmante o anestesia local durante la prueba, porque se duda de su eficacia y sus efectos a tan corta edad. De modo que el recién nacido no tiene más remedio que experimentar el dolor y sus padres la angustia. El trabajo dirigido por el doctor Ricardo Carvaja del Hospital Poissy-Saint Germain en Francia aporta la solución para reducir el sufrimiento de los neonatos durante los análisis de sangre.
Para realizar el estudio publicado en 'The British Medical Journal' se eligieron 180 recién nacidos. Antes de efectuar el análisis de sangre en la mano de los niños se les dividió en cuatro grupos. Los del primero fueron amamantados con leche materna, los niños del segundo estuvieron en brazos de su madre unos minutos antes de la prueba. Otro grupo recibió agua y a los integrantes del cuarto se les dio agua agua con azúcar y se les puso un chupete. Para apreciar los niveles de dolor en los bebés se tienen en cuenta: las expresiones faciales, el llanto, el movimiento de brazos y piernas, el ritmo cardiaco y otros factores.
Los bebés que estuvieron en brazos y aquellos a los que sólo les dieron agua sufrieron más dolor, mientras que los niños amamantados con leche materna mostraron menos dolor durante el pinchazo, incluso menos que los niños a los que se les dio agua con azúcar y un chupete. Anteriores investigaciones ya demostraron el efecto calmante de estos dos últimos, pero la eficacia de la leche materna en este campo no es algo que se conociera. Tampoco hay una explicación a esta propiedad de la leche, según el doctor Carvajal, podría deberse a factores como: la temperatura, el olor y el sabor de la leche.
Además, los niños amamantados por sus madres sufrirán menos dolor cuando les pongan las vacunas obligatorias en sus primeros meses de vida, lo que supone un argumento más para optar por la lactancia materna frente a la lactancia artificial.

Algunos bebés no 'muestran' su dolor
LAURA TARDÓN
MADRID.- Los bebés no siempre responden ante el dolor con lloros y muecas. Sin embargo, su actividad cerebral varía cuando están sufriendo. Investigadores del Reino Unido han demostrado la eficacia de una prueba para valorar con más precisión la reacción del recién nacido ante estímulos dolorosos, según un estudio publicado en la revista 'Public Library of Science Medicine'. La doctora Rebeccah Slater y su equipo, de la Universidad College London (Reino Unido) estudiaron 33 situaciones diferentes en 12 bebés prematuros, clínicamente estables, que habían nacido entre la semana 25 y la 43 de gestación. Los bebés fueron sometidos a una punción del talón, una prueba diagnóstica habitual.
Para valorar el nivel de dolor de los bebés, los especialistas han utilizado la conocida Escala de Evaluación del Dolor del Recién Nacido (Premature Infant Pain Profile, PIPP), un método que tiene en cuenta tres elementos: la expresión facial, la frecuencia cardiaca y el nivel de oxígeno en sangre periférica. Estos tres factores se observaron antes, durante y después de la punción, en intervalos de 30 segundos.
Reacciones
Una cámara de vídeo grabó la respuesta conductual y las expresiones faciales de los bebés desde los 15 segundos antes del pinchazo hasta los 30 segundos después. Las conductas se clasificaron en una tabla, al igual que las expresiones faciales, que normalmente consistían en arrugar la frente, los ojos y el labio superior. Además, los prematuros fueron monitorizados, para que los especialistas midieran el ritmo cardiaco y el nivel de oxígeno en sangre. Al parecer, la frecuencia cardiaca aumenta ante el dolor, mientras el oxígeno disminuye en la sangre.
La novedad de este trabajo es que los investigadores utilizaron otra prueba, denominada espectroscopia de reflectancia en el infrarrojo cercano, para medir la concentración de oxígeno y hemoglobina en el cerebro de los bebés. Para ello, colocaron sensores en la zona del cerebro responsable de las sensaciones, la corteza somatosensorial.
Tras realizar la espectroscopia, se observó un aumento de la concentración de la hemoglobina total en la zona del cerebro relacionada con las sensaciones después de la punción del talón, en 30 de los 33 situaciones. Esto indica una clara relación entre la actividad cerebral y el dolor.
Al contrastar los resultados de ambas pruebas (la escala y la nueva herramienta), los autores observaron que en 10 de las 33 situaciones evaluadas, los bebés presentaban cambios cerebrales ante el dolor de la punción, aunque no mostraban modificación alguna en su expresión facial. Estos resultados indican que "la valoración del dolor basada únicamente en las herramientas de comportamiento podrían subestimar el dolor experimentado", afirma la doctora Slater.
Precisamente porque el nivel de dolor de los bebés no siempre puede medirse correctamente, la capacidad de la espectroscopia para medir la respuesta cerebral de los bebés después de la punción permite mejorar las herramientas que se utilizan actualmente para medir el dolor de los bebés, es decir, la Escala de Evaluación del Dolor del Recién Nacido (PIPP). Así, elementos conductuales, fisiológicos y cerebrales conforman un método más completo y perfeccionado para valorar el nivel de sufrimiento de los bebés ante un evento nocivo.
elmundo.es

lunes, 10 de mayo de 2010

El efecto vampiro llega a los nombres de bebés

Cullen se ha colado entre la lista de los nombres más elegidos para los nuevos nacidos en 2009. "Un antiguo nombre para una reciente fama", concluía The New York Times en la noticia.
Cullen es el apellido del atractivo vampiro Edward, que interpreta el actor Robert Pattinson en la saga Crepúsculo, la adaptación cinematográfica de los best-sellers de Stephenie Meyer.
La tendencia ya comenzó en 2008 y se reafirmó el año pasado .
El nombre más popular entre las chicas fue Isabella. Curiosamente Bella es el nombre de la amada por la que suspira el vampiro Edward.
Unas 22.000 niñas fueron registradas con el nombre de Isabella de un total de 4,1 millones de bebés, mientras que Cullen fue el elegido para 555 niños nacidos en 2009 en Estados Unidos.
elpais.com

lunes, 18 de enero de 2010

Estrategias para calmar el dolor en los recién nacidos

Fabiola Czubaj
LA NACION
Ni dejarlos llorar hasta que no puedan más, ni oponerse a que la enfermera haga su trabajo para que no lloren... Los bebes nacen preparados para responder al dolor, y así lo hacen saber cuando lloran o hacen pucheros.
Pero existen estrategias simples de alivio, no farmacológicas, a la vez que los ayuda a desarrollar un nivel de tolerancia adecuado a cada estímulo. Varias de esas medidas analgésicas aún se transmiten de madres a hijas, como el uso del chupete o el agua azucarada (con sucrosa).
En las últimas dos décadas, una gran cantidad de estudios reveló no sólo que los bebes serían capaces de sentir el dolor ya antes de los cinco meses en el vientre materno, sino que el dolor del recién nacido se puede prevenir o reducir con cinco medidas al alcance de cualquier adulto, incluidos los padres y los profesionales de la salud. De hecho, figuran en los protocolos de manejo del dolor en las unidades de neonatología modernas.
"Haber comprendido algo tan importante como es calmar el dolor en el ser humano es, a mi entender, quizás uno de los principales avances de la neonatología en los últimos años -señaló el pediatra José Ceriani Cernadas, jefe honorario del Servicio de Neonatología y coordinador del Comité de Seguridad del Paciente del hospital Italiano-. Un feto siente dolor la 20a y la 22a semanas de gestación, y puede ser que aun más temprano."
El dolor es una sensación subjetiva, que depende de la respuesta que cada uno tiene ante un estímulo de la misma intensidad. Pero en los bebes, "tiende a ser menos subjetivo que en los adultos porque responden con llanto y cambios del humor y lo hacen en forma bastante pareja entre ellos", agregó. De hecho, en un libro muy utilizado en las facultades de Medicina - Neonatología práctica (Editorial Médica Panamericana)-, sólo en su última edición, en 2009, amplió a nueve páginas un brevísimo capítulo sobre el dolor fetal y neonatal debido a los nuevos conocimientos, según aclaró Ceriani Cernadas, director del Consejo de Publicaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Hoy, entre el 70 y el 80% de los fármacos que se usan en las unidades neonatales no están autorizadas para el uso infantil, incluidos los analgésicos. Por eso, se usan dosis diluidas. "Un médico lo definió bien: los chicos son huérfanos terapéuticos", recordó. De ahí, la importancia de estudiar cómo manejar el dolor en los bebes, necesiten o no atención médica especializada. Unos y otros pasan por procedimientos como la extracción de sangre o la aplicación de una vacuna, o tienen cólicos.
Las cinco estrategias simples son: el amamantamiento y el uso del chupete, que activan en la boca las endorfinas, hormonas con efecto analgésico; el contacto piel con piel, como abrazar al bebe, tomarlo de las manos o acariciarlo; una dosis de sucrosa cinco minutos antes y durante el procedimiento; la postura con brazos y piernas recogidos, similar a la de la panza materna, y la reducción de los estímulos externos (luz, ruidos y temperatura ambiente). Y su combinación mejora el resultado, como usar la sucrosa con un chupete mientras la madre carga al bebe.
"El amamantamiento o la succión no nutritiva [chupete o tetina] -escribió en el libro la doctora Silvia Fernández Jonusas, del Servicio de Neonatología del Italiano- mostraron reducir el dolor en procedimientos cotidianos [punción de talón o venopunturas] y deberían usarse sistemáticamente."
Por otra parte, la doctora Norma Rossatto, experta en dolor del Servicio de Neonatología del Sanatorio La Trinidad, señaló la importancia de la formación de la memoria del dolor. "Cuando un bebe recibe alguna de esas formas de contención, su memoria del dolor se traduce en un consuelo más rápido y, a medida que crece, en respuestas más atenuadas -dijo-. En un chico sin esa contención, una vacuna puede alterarles la respiración y los latidos; además, sus funciones vitales tardan más en normalizarse."

lanacion.com

sábado, 5 de diciembre de 2009

Ahora los padres eligen un solo nombre y corto para sus hijos

Mía, Alma,Dina,Lola y Emma,para ellas. Thiago, Tomás, Mateo y Juan para ellos. El ranking de los nombres más elegidos por los bonaerenses en 2009 señala una tendencia: los papás optan por nombres cortos y de sonido simple para llamar a sus hijos, y sin segundo nombre.
El informe, elaborado por la Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, se basa en el análisis de 250.000 inscripciones de bebés realizadas desde enero en el Registro Provincial. Las consultas realizadas en las delegaciones del Registro señalan que este año hay una tendencia por los nombres cortos.
En el caso de las nenas, no tienen más de dos sílabas y ninguno de los más elegidos tiene significación religiosa. Entre los nombres de varones más populares también hay otros un poco más largos, como Bautista o Benjamín, que tienen una ascendencia religiosa. Pero la característica común de todos estos nombres es que tienen una pronunciación sencilla.
La elección de los nombres de los pequeños está cambiando año a año. El ranking que la provincia hizo en 2008 mostró que los nombres de nuestros abuelos se habían puesto de moda otra vez. Pedro, Francisco, Julia y Victoria fueron algunos de los nombres tradicionales más elegidos el año pasado, luego de un largo liderazgo de nombres extranjeros y aborígenes.
"El nombre no sólo sirve para distinguir a las personas, sino que parte de un principio de seguridad jurídica indispensable en la vida. Y de él deriva un derecho elemental que el Estado debe proteger", destaca Alberto Pérez, jefe de Gabinete del Gobierno bonaerense, que tiene a su cargo el Registro de las Personas.
¿Qué nombres no se permiten inscribir?
Jorge Aguiar, director del Registro de las Personas de la provincia de Buenos Aires, explica: "El criterio es cada vez más amplio. Cuando se presenta el caso de un nombre poco común o que genera dudas, el delegado del Registro nos eleva la consulta y, por su parte, los padres presentan antecedentes del uso del nombre o su significado. Muchos de estos casos se terminan autorizando".


Las excepciones
Este año, en la Provincia hubo varios nombres raros que no fueron aceptados en el momento de la inscripción del bebé y que fueron motivo de consulta.

Algunos de ellos son Sadam, Leone, Nehemías y Rayo, Milano, Kanu, Novena y Gemma.
La ley nacional 18.248 dice que el nombre no puede ser ridículo ni extravagante ni contrario a nuestras costumbres. No puede expresar tendencia política o ideológica, o suscitar equívocos sobre el sexo de la persona. No se aceptan nombres extranjeros, salvo los castellanizados por el uso (por ejemplo, Jonathan) o los nombres de los papás, de fácil pronunciación sin traducción en el idioma nacional.
Década por década
2000. La flexibilización de la legislación permitió el boom de los nombres "raros". También se registró un aumento de los nombres indígenas, aunque ya estaban habilitados desde 1984. Algunos ejemplos: Tayel y Newén (de varón) y Suyay y Elune (de nena).

1990. Los nombres de personajes de telenovelas. Entre los más elegidos: Fiamma ("La extraña dama", de 1989) y Roxy (el personaje de Mercedes Morán en "Gasoleros") . Y muchos se encapricharon con "Junior", por el hijo del ex presidente Carlos Menem (pero nunca autorizaron su uso) y Ayrton (por Senna, el piloto de F 1 que murió en 1994).
1980. Los nombres de melodramas latinoamericanos. La actriz Luisana Lopilato, por ejemplo, nació en 1981 y debe su nombre a la protagonista de la novela venezolana "Luisana Mía". En esa misma línea se cuentan Desireé, Jonathan, Jessica y Christian. En esta década muchos bebés fueron anotados también como Diego Armando, por Maradona.
1970. A miles de bebés llamaron Ernesto en homenaje al "Che" Guevara. Otros de moda fueron Natalia, Cristián, Fabián y Sandro, con sus variantes femeninas.
1960. Los más cotizados: Roberto, Mario, Mirta, Mónica y Andrea.

Cada vez más parejas los anotan con doble apellido: le agregan el materno
Cada vez se anotan más bebés con doble apellido, porque cada vez nacen más bebés de parejas que conviven sin estar casados. De esta manera, los padres buscan reafirmar la pareja y simplificar trámites que puedan requerir, por ejemplo, el acta de matrimonio, explican en el Registro de las Personas bonaerense. Si el bebé no fue inscripto con el apellido materno se puede agregar en cualquier momento: se trata de un trámite sencillo que se llama "adición del apellido materno" y puede hacerse en la delegación del Registro más cercana al domicilio.

Cada año en la Provincia se realizan cerca de 3.000 trámites de este tipo.
¿Cómo se hace?
Se completa un formulario, se adjunta una nota dirigida al director provincial del Registro solicitando la adhesión del apellido y así se inicia un expediente. Los padres deben presentar sus DNI y la partida de nacimiento del niño/a.
"Se realiza una rectificación del acta de nacimiento original, a la que se le hace una anotación marginal. Cuando el trámite concluye, el Registro notifica a los padres y se entrega una copia certificada del acta de nacimiento con el apellido materno agregado. Para que figure en el DNI del nene, hay que pedir uno nuevo", explica Jorge Aguiar, director del organismo. Este trámite lleva un sellado de $ 20 (tarda 60 días) o de $ 30 pesos (demora 45).
"En la Argentina el doble apellido es optativo. La Provincia contempla la situación de los padres que decidieron no usarlo al momento de la inscripción del bebé, y brinda la posibilidad de agregarlo en cualquier momento de la vida del chico", señala Alberto Pérez, jefe de Gabinete provincial.
clarin.com

sábado, 7 de noviembre de 2009

La melodía del llanto es el comienzo del lenguaje

De un análisis realizado sobre los llantos de 60 bebés sanos nacidos en familias que hablaban francés y alemán, los investigadores de la Universidad de Wurzburgo, en Alemania, concluyeron que los bebés comienzan a captar los matices de su idioma materno cuando están en el útero.
Además, entre los resultados comprobaron que cuando los bebés lloran lo hacen con el acento de la lengua que hablarán en el futuro. Los investigadores, descubrieron que los pequeños franceses lloraban con una "entonación creciente", mientras que los alemanes tenían un "acento decreciente".
La investigación, publicada en Current Biology y difundida por el sitio de la BBC, afirma que los bebés probablemente están tratando de formar un vínculo con sus madres imitando sus sonidos. Se sabía ya que los fetos pueden memorizar sonidos del mundo exterior en los últimos tres meses del embarazo y que son particularmente sensibles al contorno de la melodía tanto en la música como en las voces humanas. También se había demostrado que los infantes pueden imitar los sonidos de las vocales que los adultos vocalizan a partir de las 12 semanas de nacidos.
Ahora el estudio sugiere que un bebé nonato está influenciado por el sonido de su primer idioma, el cual logra penetrar el útero. Tal como explicó a la BBC la doctora Kathleen Wermke, experta en antropología médica quien dirigió la investigación, "sabemos que los infantes están preadaptados para un idioma específico".
"Pero ahora por primera vez descubrimos que la melodía del llanto es realmente el comienzo del desarrollo del lenguaje, y no es el balbuceo como muchos investigadores pensaban".
"Los recién nacidos están muy motivados para imitar la conducta de su madre, para atraerla y fomentar los lazos afectivos" dice la doctora Wemke. "Ya que el contorno melódico podría ser el único aspecto que pueden imitar del habla de su madre, esto podría explicar porqué encontramos esta imitación del contorno en una edad tan precoz", expresa la investigadora.
criticadigital.com

martes, 26 de mayo de 2009

El chupete no es malo para la lactancia


Nora Bär
LA NACION
Se dice que el uso del chupete fue documentado hace ya nada menos que 21 siglos. Seguramente desde entonces debe persistir la encendida controversia que enfrenta a defensores y detractores en torno a sus presuntos perjuicios y beneficios.
Precisamente, una de las críticas que suelen hacérsele a este adminículo (cuyo sugerente nombre en inglés es pacifier) radica en que interferiría con la lactancia materna, una práctica que le otorga al bebe algo así como un "seguro de salud".
Sin embargo, un estudio de investigadores argentinos que acaba de ser publicado en la edición electrónica del Journal of Pediatrics lo refuta: según la investigación realizada en casi mil casos provenientes de hospitales públicos y privados, los bebes de madres comprometidas con el amamantamiento no muestran diferencias en la lactancia, utilicen o no el chupete.
"Este estudio surgió porque, mientras hay grupos que aconsejan no ofrecer el chupete a los bebes porque disminuye las probabilidades de instalar la lactancia, existen trabajos que indican que su uso reduce a la mitad el riesgo de muerte súbita del lactante -afirma el doctor Alejandro Jenik, investigador de la Unidad de Neonatología del Hospital Italiano y primer autor del trabajo-. Se cree que es porque estimula los músculos de la boca y permite crear una corriente de aire alrededor que evita que los chicos respiren anhídrido carbónico."
Se sabe, desde hace mucho, que una alta prevalencia y duración de la lactancia materna exclusiva o parcial disminuye la mortalidad y el riesgo de morbilidad, especialmente por gastroenterocolitis y enfermedades respiratorias en lactantes y niños de todas las clases sociales, en países industrializados y en vías de desarrollo, según subraya el trabajo, que también firman Néstor Vain, Adriana Gorestein y Noemí Jacobi.
Por otro lado, algunos estudios observacionales parecían indicar que el uso del chupete duplicaba el riesgo de abandono precoz de la lactancia.
Los especialistas decidieron, entonces, probar la hipótesis contraria: que el uso del chupete no dificulta el normal desarrollo de este hábito tan beneficioso para el bebe.
Se preguntaron si la recomendación de usar chupete luego de que la lactancia está afianzada modifica el éxito en madres con firme decisión de amamantar. Y formularon la respuesta a través de un estudio controlado y aleatorizado; es decir, que las madres y bebes a los que se les indicara utilizar o no chupete fueran elegidos al azar.
Para evitar confundir al bebe, en el trabajo de Jenik y colegas las madres sólo ingresaban en el protocolo de investigación quince días después del parto. "Verificábamos que los chiquitos hubieran recuperado el peso de nacimiento, que es un indicador de que la lactancia está bien establecida, antes de señalar el uso del chupete", explica Jenik.
"Participaron 1022 binomios, de los cuales 528 fueron asignados al grupo «chupete» y 494 al «no chupete» -detalla-. Ambos fueron comparables en cuanto al peso de nacimiento, frecuencia de cesáreas, edad e instrucción materna, etc. Cinco hospitales formaron parte del estudio, tres del ámbito privado y dos del hospitalario, y de ellos, tres están acreditados como «hospitales amigos de la madre y el niño». La conclusión fue que, si consideramos la lactancia exclusiva y la no exclusiva, al mes amamantaban a la totalidad de los niños; a los dos meses, el 99,89%, y a los tres meses cumplidos, el 99,09%."
Las discusiones acerca de la conveniencia o inconveniencia del uso del chupete vienen de lejos. Ya hace dos años, el doctor José Luis Díaz Roselló, del Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP), había manifestado en un artículo de la Sociedad Argentina de Pediatría que no tenía sentido prohibir el chupete. Otros especialistas, como los odontólogos pediátricos, subrayan que hay que cuidar que su uso no se prolongue hasta los tres o cuatro años para evitar deformaciones del arco dentario infantil o, si se les ofrece con alimentos dulces como el azúcar, la miel o la mermelada, la aparición de caries.
Para el doctor Manuel Rocca Rivarola, jefe de Pediatría del Hospital Universitario Austral, "el trabajo es un buen primer estudio que abre un camino por recorrer".
"Aunque no sé si las conclusiones son válidas para todo el país, tomadas todas las prevenciones, uno puede utilizar el chupete -agrega-. Pero en cuanto a la muerte súbita, no olvidemos que falta mucho por hacer en el país para la prevención: más importante que el chupete es que las madres eviten el cigarrillo durante el embarazo y que los bebes duerman boca arriba. En la Argentina, sólo un 40 o un 50% de los chicos duermen en esa posición, un 10% de las madres fuman y un 1% fuman más de 20 cigarrillos diarios. El chupete, si el bebe lo usa de noche, es como un cinturón de seguridad."
Por su parte, Daniel Saint Genez, coincide en que el uso del chupete tuvo muchas idas y venidas, pero aclara que en su experiencia no interfiere con el amamantamiento.
"Cuando les damos la charla del alta, no hay madre que no nos pregunte por el chupete -dice-. Y nosotros les aconsejamos que traten de evitarlo durante el primer tiempo para evitar que los bebes se confundan, porque el patrón de succión es diferente. Y siempre les subrayamos que no sirve para calmar al bebe cuando tiene hambre. La lactancia durante los dos primeros meses debe ser «a libre demanda». Ahora, si el chiquito es muy ansioso y está chupándose las manos o el dedo, el chupete lo calma y no interfiere con la lactancia. Sí les sugerimos que cuando se va a la cama no esté con la cadenita, para evitar accidentes o sofocación."
Los especialistas aconsejan que los bebes utilicen el chupete sólo durante la siesta y a la noche, y que empiecen a dejarlo al año. El límite máximo permitido para ese "consuelo" son los dos años.
lanacion.com

martes, 14 de abril de 2009

Nacen 2800 bebes con cataratas por año


Fabiola Czubaj
LA NACION
El trabajo cotidiano en el hospital ofrece situaciones tan curiosas como tener que operar de cataratas en el mismo día a un paciente de 90 años y a otro de tan sólo 26 días de vida. Mientras esa opacidad del cristalino se da en el primero básicamente por la edad, en el segundo ocurre por una fuerte carga hereditaria. En el país, nacen anualmente 2800 bebes con este problema.
A diferencia de lo que ocurre en los adultos, en los bebes hay que actuar de inmediato para evitar que se atrofie el desarrollo normal del ojo. Si la cirugía para eliminar la catarata no se hace antes de los 45 días de vida, cuando es unilateral (afecta a un solo ojo), o de los 60 días cuando es bilateral, el 10% de los pacientes pueden sufrir pérdida visual grave. De ahí la importancia de la detección precoz.
"Hay un examen de rutina que les realizan los neonatólogos a los recién nacidos que es la prueba del reflejo rojo. La sospecha de que el bebe carece de reflejo rojo [en la pupila] permite detectar a los pacientes precozmente y derivarlos de inmediato al oftalmólogo pediátrico", explicó el doctor Ricardo Masini, cirujano de catarata y glaucoma del Hospital Oftalmológico Dr. Pedro Lagleyze.
Cada mes, Masini opera a dos chicos con catarata congénita. Uno de sus pacientes más complicados fue María Sol, que hoy tiene dos años. Junto con la doctora Laura Alba, especialista en oftalmología infantil, intervinieron a la pequeña cuando tenía ya tres meses de edad.
"La nena nació con un ojo más chiquito que el otro y en el derecho tenía un pequeño derrame que me llamaba la atención, pero los médicos me decían que no tenía nada -recordó María Cheverry, mamá de María Sol-. Cuando empezó a tomar el pecho, le hice el primer control y el médico me aseguró que todo estaba bien, y que no le buscara defectos a la nena. Pero con mi esposo notábamos que no me miraba al darle el pecho. Cuando le hablábamos, estaba totalmente ausente y el reflejo de la luz en los ojos no le producía ninguna reacción."
Sólo a los tres meses, cuando ya el derrame era apenas una manchita, el pediatra que atendía a la beba en la localidad bonaerense de 9 de Julio decidió derivarla a un especialista sin antes aventurar que la nena podía tener "un tumorcito en el ojo", recordó María. El especialista de Bragado lo descartó sin dudarlo y habló de catarata congénita.
Una odisea
La falta de equipos adecuados para los estudios hizo que la beba fuera derivada al hospital Garrahan, donde una médica les dijo a los padres que María Sol "veía todo nublado y no tenía solución", recordó su madre en diálogo telefónico desde 9 de Julio, a poco más de 250 kilometros de Buenos Aires.
Finalmente, una interconsulta hizo que la beba llegara al hospital Lagleyze, donde ya la operaron dos veces. "A los 7 meses la volvieron a operar y estamos esperando que la obra social, Osecac, nos autorice la cirugía para colocarle la lente intraocular -agregó la mamá-. Acá cuesta muchísimo velar por la salud de un hijo, y sería terrible que una decisión administrativa destruyera todo el tratamiento."
Salvo excepciones como esa, los doctores Masini y Alba aseguraron que "es difícil" que el neonatólogo o el pediatra pasen por alto la detección a tiempo de la catarata. "No nos llegan pacientes ciegos por problemas de indicación médica, pero lo que sí vemos es en algunos padres falta de compromiso con la rehabilitación posquirúrgica", agregó el cirujano.
Es que después de la cirugía, que dura 15 minutos y en la que no se coloca la lente intraocular para reemplazar al cristalino, a diferencia de lo que ocurre en los adultos, los padres son los responsables de que el o los ojos afectados sigan desarrollándose normalmente.
"El tratamiento empieza con la cirugía, pero los padres después tienen que colocarles todos los días una lente de contacto para que el ojo siga percibiendo los estímulos de luz, forma y color, o taparles el ojo sano para que utilicen el ojo operado", explicó Alba. Esa rehabilitación dura hasta los dos años, que es la edad recomendada para colocarles a los chicos la lente intraocular que reemplazará definitivamente el cristalino del ojo, que está ubicado detrás del iris. Sólo si los padres no cumplen con la rehabilitación o los chicos rechazan la lente de contacto se adelanta la operación, explicó Alba.
Pero las cataratas congénitas que aparecen más adelante también es fundamental operarlas lo antes posible. "El ojo se desarrolla hasta los 7 años -dijo Masini-. Si no recibe luz, el nervio óptico no se desarrolla bien y aparece la ambliopía" u ojo perezoso, que es la causa más común de problemas visuales en los chicos.

Consultar al oftalmólogo, una urgencia

"La catarata congénita en los chicos no es tan frecuente como en los adultos, pero hay bastantes casos -aseguró el doctor Ricardo Masini-. Uno de cada 250 bebes que nacen por año tiene algún tipo de catarata, que no necesariamente exige cirugía, pero sí una consulta oftalmológica urgente."
Los primeros años son claves para el desarrollo. "Si un chico tiene una catarata al año y se lo opera recién a los 7, no podrá desarrollar la visión -dijo la doctora Laura Alba-. En un recién nacido, el ojo mide 17 mm de profundidad, mientras que en el adulto alcanza los 24 mm. En los primeros 6 meses de vida, el ojo crece 4 mm."
La causa más frecuente de catarata congénita es idiopática, es decir, desconocida. Pero también puede ser genética, por trauma en el parto o por enfermedades infecciosas en el embarazo (herpes, toxoplasmosis, etcétera). Cuando la catarata es bilateral, puede ser por problemas metabólicos, trastornos del sistema nervioso o enfermedades del ojo. "Lo habitual -dijo Alba- es que no esté asociada con ninguna otra enfermedad."
Los signos: la pupila es blanquecina, el bebe no fija la vista al mirar, el ojo se le desvía o una sombra reemplaza el reflejo rojo del flash al sacarle una foto.

lanacion.com

viernes, 6 de febrero de 2009

El 50% de los bebés duerme con sus padres, y vuelve la polémica


La inmensa mayoría, sino todos, dice que no hay que hacerlo. Lo juzga mal. Y asegura que si uno se rinde ante los deseos del pequeño infante, "jamás lo sacará de la cama"; que bastan un par de noches para que el bebé se "malacostumbre" y se apropie "para siempre" del lecho matrimonial. Eso dicen. Pero, ¿eso hacen? No parece.
Un relevamiento oficial -que coincide con registros de expertos en primera infancia- revela que la mitad de los niños duerme con sus padres en la cama durante el primer año de vida. Y que casi el 40% lo sigue haciendo hasta los 24 meses. Lo arroja la Encuesta Anual sobre Lactancia Materna, realizada por el Ministerio de Salud bonaerense, que registró cerca de 54.000 casos de toda la provincia. Recién pasados los dos añitos la mayoría abandona definitivamente el "cuadrilátero" paterno.
"Uno termina llevándolos a la cama porque está cansado o porque lo disfruta, porque quizá los ve poco durante el día y de noche necesita tenerlos cerca. Ocurre en todas las culturas. En Occidente esta costumbre se esconde como si fuera vergonzante o pecaminosa, porque algunos la critican o porque el pediatra la desaconseja. Pero la realidad es que la mitad de los bebés duerme con sus padres y que muchos se pasan a la noche cuando empiezan a caminar. Y no está mal, no es algo a ocultar. Insistimos en la necesidad de que los chicos sean tocados, abrazados, alzados, mimados. Es fundamental para su desarrollo emocional", dice el doctor Antonio Morilla, del Programa de Lactancia Materna del Ministerio.
Que "se confiesa poco pero se hace mucho" también lo alumbró otro estudio que realizó el Ministerio en varios municipios bonaerenses, en el marco del proyecto "Uniéndonos por la salud de nuestros pibes". Según sus datos, la mitad de las familias que no son pobres practica el colecho (comparte su cama con otra persona todas las noches al menos 4 horas).
"El tema del colecho es controversial porque hay varias posturas. Pero la realidad es que es una práctica bastante frecuente, que habitualmente se esconde porque se reta a las madres por llevar al bebé a su cama. Es importante pensar esta situación a la luz de la verdad", dice la doctora Flavia Raineri, coordinadora del Programa Materno Infantil bonaerense.
"Sería interesante revisar algunos mitos, como que el colecho genera niños dependientes o que la lactancia prolongada genera problemas psicológicos. Si el bebé, desde pequeño, tiene la seguridad de tener una mamá que está cuando la necesita, será un adulto seguro.
Creo que la Argentina está muy influenciada por el psicoanálisis; otros países se entregan con menos conflicto a algunas prácticas de crianza, se relajan más. Somos mamíferos y la naturaleza premia con paquetes hormonales placenteros algunas conductas. Lamentablemente, acá los prejuicios y cierta sobredosis de psicoanálisis atraviesan estas cosas", dice Raineri, y destaca que la interrupción de una práctica de crianza no debe ser abrupta. "No se desteta de un día al otro ni se saca al bebé de la cama en una noche. Hay que hacerlo de manera progresiva".
El colecho ha generado acalorados debates entre pediatras, psicólogos y especialistas en primera infancia. "Diversos estudios han demostrado que los bebés no deben dormir en un cuarto diferente al de los padres porque hay mayor riesgo de muerte súbita. Pero al hablar de colecho las opiniones dejan de ser unánimes: algunos lo ven como un factor de prevención y otros creen que es contraproducente. Yo creo que aumenta el riesgo en ciertos casos. Hay que tener la cuna al lado de la cama y acostumbrar al bebé a dormir en ella. Cuando llora, alzarlo, alimentarlo, y devolverlo a la cuna", dice el pediatra Alejandro Jenik, especialista del Hospital Italiano.
"Los padres de niños que no duermen toda la noche deben entender que sus hijos no tienen un comportamiento manipulador", subraya Jenik. Dejar llorar al bebé no sólo lo perjudica emocionalmente sino que lo pone en riesgo (largos períodos de llanto promueven respuestas fisiológicas como el aumento de la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, la frecuencia respiratoria, la tensión arterial y la producción de hormonas relacionadas con el estrés). "El sobrecalentamiento y la deprivación del sueño aumentan las probabilidades de muerte súbita", puntualiza Jenik.
Desde el psicoanálisis, la mirada sobre el colecho se abre hacia los padres y enciende algunas alarmas. "No es preocupante si ocurre durante los primeros meses o alguna que otra noche, porque la mamá tiene miedo o porque se angustia al dejarlo solo. Pero si se prolonga habría que preguntarse qué pasa con una pareja que ha perdido interés por sus espacios de intimidad, y qué pasa con una mamá que, atrapada por su maternidad, deja de lado su femineidad", dice la licenciada Stella Maris Gulian.
"A partir de los 3, 4 años esa práctica no debería sostenerse: un niño no debe ocupar jamás el lugar de un grande. Y en esos casos, en general, el colecho habla de una mamá que no tolera un espacio vacío y lo llena con el cachorro. Es clave tener en cuenta que ese reemplazo es dañino para la criatura, sobre todo en el caso de los varones, porque ese contacto limitará en el futuro el acceso a otra mujer", explica.
Además, el colecho está contraindicado si los padres fuman, están fatigados, abusan del alcohol o las drogas, tienen depresión o son obesos. A la vez, si el bebé comparte la cama, no hay que acostarlo sobre superficies blandas, como almohadas o colchas, y jamás debe dormir con hermanos: el riesgo de muerte súbita por sofocamiento o aplastamiento se quintuplica. Además, el bebé debe estar siempre boca arriba. Y, en ese punto, los relevamientos bonaerenses alumbraron un dato preocupante: sólo el 43% los coloca en esa posición al dormir. Es clave, subraya Jenik. "Recién cuando se empieza a mover y a dar vuelta solo puede dormir boca abajo, porque está suficientemente maduro".
clarin.com

jueves, 1 de enero de 2009

Rosario y Mardel, en guerra por el primer bebé del año








Mar del Plata-Buenos Aires

Las ciudades de Rosario y Mar del Plata se embarcaron en la primer polémica del 2009. Un debate que quedará sólo para el primer día del año. Tanto desde Santa Fe como de territorio bonaerense se disputan el clásico periodístico del primer nacimiento del 1 de enero.
Las autoridades de la una maternidad rosarino indican que que un bebé nació a las cero horas del 1 de enero. Sin embargo, en el Hospital Interzonal Materno-Infantil de Mar del Plata dicen que allí se registró el primer bebé del 2009.
En el caso de Mardel, se trata de una niña que pesó al nacer 3,300 kilos, es hija de Adriana Benitez, de 30 años y nació por parto natural.
Sin embargo, fuentes de la Maternidad Martin, en Rosario, dijeron que "el primer bebé nació a la 0 hora, 0 minuto y 0 segundo. Es un varón, pesó 3,700 kilos y su mamá se llama Verónica López, quien está en perfectas condiciones".

Rosario-Santa Fé

miércoles, 10 de diciembre de 2008

ANTECEDENTES Y MODOS DE LA APROPIACION DE BEBES


Fuera de la última dictadura militar, en la Argentina, la apropiación de bebés tiene básicamente dos motivaciones: la pérdida de uno o varios embarazos, que lleva a una mujer a apoderarse de un hijo ajeno; y la compra de recién nacidos, un delito que ni siquiera está tipificado en el Código Penal.
Renzo, robado del Hospital Vidal de Corrientes el 28 de marzo pasado, fue hallado 55 días después en la casa de una mujer de 43 años con cuatro hijos y desesperada por volver a ser madre.
Una joven de 20 años que había perdido dos embarazos fue quien en noviembre de 2007 se alzó con Selene, nacida siete días antes en el Hospital del Centenario de Rosario.
En marzo de ese año, una chica de 18 años se había llevado a Agustina Leonela, de dos días de vida, del Hospital Madariaga de Posadas; había simulado un embarazo por temor a que su novio la abandonara, y fue él quien la acompañó a devolver a la beba.
Otros casos de maternidad frustrada derivaron en el robo de bebés: Araceli Moreyra en Córdoba; Delfina Calvete en América (Buenos Aires), ambos en 2003.
Los recién nacidos robados para venta no son tantos, ya que la extrema pobreza, la baja escolaridad y la falta de educación sexual facilitan la compraventa encubierta.
En algunas provincias como Misiones, Corrientes y Santiago del Estero, las fallas del sistema judicial permiten un número alarmante de bebés entregados en adopción. Fuera de las estadísticas quedan los recién nacidos anotados como propios por parejas oriundas de otras provincias, con complicidad de médicos, enfermeras y funcionarios.
Aun así, en agosto de 2005 un enfermero robó un bebé de 18 días de la aldea guaraní Ysyry, por encargo de una pareja de Mar del Plata.
En 2006, en Añatuya, una abogada se llevó bajo amenazas a Francisco Díaz, de 7 meses, para entregarlo a un matrimonio de Escobar. La Justicia ordenó la restitución a sus padres biológicos. La investigación de Silvina Heguy y Julio Rodríguez, de Clarín, les valió el Premio Rey de España.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Qué hacer cuándo el bebé tiene fiebre



Por Perri Klass
Nueva York (The New York Times).- El bebé no parecía enfermo ya que estaba en brazos de su madre y miraba a su alrededor en el cuarto de la clínica. No gritaba inconsolable y no estaba caído ni apático. Pero su madre le había dicho a la enfermera que parecía excitado y no quería alimentarse tan vigorosamente como de costumbre y que se lo sentía caliente al tacto. Entonces la enfermera le tomó la temperatura: 38º C, menos de dos grados por encima de lo normal.
Los pediatras a menudo necesitan tranquilizar a los padres cuando su niño pequeño o preescolar tiene fiebre alta. Sí, les decimos, su hija tiene temperatura alta pero se la ve bien, probablemente sea un virus. No hay necesidad de antibióticos, no se necesita nada excepto líquidos y alguna medicina no recetada como el acetaminofeno o el ibuprofeno.
Sin embargo, para este robusto bebé de menos de dos meses, 38 grados era razón suficiente para preocuparse.
Los recién nacidos no manejan muy bien las infecciones. Sus sistemas inmunes inmaduros los dejan vulnerables ante infecciones severas que pueden salirse de control. En el peor de los casos, la bacteria entra a la corriente sanguínea, a partir de una infección urinaria o de la piel, por ejemplo y puede causar una sepsis bacteriana. O, aún peor, la bacteria traspasa, desde la corriente sanguínea, la barrera que se supone separa la sangre del cerebro y causa meningitis. Así que si aparece fiebre en un bebé muy pequeño, el consejo para los padres es siempre llamar al médico de inmediato. Pero con dos meses ya no se es un recién nacido.
Hace veinte años atrás, cuando yo estudiaba pediatría, la definición de "muy joven" era por debajo de los 3 meses. Para cualquier fiebre en ese grupo etáreo, tomábamos muestras de sangre, orina y líquido de la médula espinal y las enviábamos para hacer el cultivo de las bacterias. Mientras esperábamos los resultados internábamos al bebé en el hospital y lo tratábamos con antibióticos endovenosos.
Pero en la mayoría de los casos, el tratamiento agresivo era innecesario porque los cultivos no daban bacterias. Afortunadamente, ha habido buena investigación epidemiológica en los últimos años para ayudar a predecir qué niños necesitan realmente ser hospitalizados. Según la edad
Hoy, todavía se tiende a enviar al hospital a cualquier niño de menos de 1 mes que desarrolle fiebre.
Para los bebés de más de 3 meses hoy utilizamos nuestro criterio clínico: Si se los ve bien, podríamos pedirles un análisis de sangre o de orina pero se pueden ir a sus casas siempre que estemos en contacto con sus padres.
Entre 1 y 3 meses es todavía una zona gris. Y en este caso había otros matices sutiles del gris. Especialmente la intranquilidad y el rechazo a amamantarse: después de todo un niño pequeño con una infección seria tiene un repertorio limitado de señales para decir,"Eh, mami, algo anda mal".
¿Era su temperatura realmente fiebre?. Así como sucedió, estaba en el límite de la fiebre "real", 38 grados Celsius.
Así que con la edad en el límite y la fiebre y la historia también, los médicos tenían estas opciones:
A.- Examinar al niño cuidadosamente y si se lo veía bien y la temperatura no subía y la madre parece cómoda y competente, enviarlo a su casa y recomendar a la madre que lo observe cuidadosamente.
B.- Obtener un análisis de sangre en busca de infección seria y quizás también de orina para asegurarse que no hubiera infección urinaria. Si no hay evidencia de infección en estos tests relativamente rápidos, se procede como en A.
C.- Enviar sangre y orina al cultivo en busca de infección bacteriana lo que toma dos días. Enviar al niño a su casa pero hay que considerar darle una dosis de antibióticos para "cubrirlo".
D.- Si el niño se ve enfermo, enviarlo a emergencias para una punción lumbar y para determinar la sepsis y enviarlo al hospital para darle antibióticos endovenosos mientras se espera el resultado de los cultivos, positivos o negativos, de bacterias.
Cada una de estas respuestas sería razonable, justificable y explicable.
"Los pediatras realmente luchan con este tema", dijo el doctor William V. Raszka, profesor de pediatría de la universidad de Vermont, Escuela de medicina y director del Servicio de Enfermedades Infecciosas Pediátricas del Hospital de niños de Vermont. Y agregó que "Hay una gran cantidad de datos conflictivos" sobre qué niños necesitan un determinado análisis o tratamiento.
"La incidencia de enfermedad bacteriana seria en niños que se ven bien entre el mes y los 3 meses de edad es realmente, realmente baja", siempre que el análisis de orina sea negativo, aseguró el doctor Raszka. Pero por otro lado, si el bebé no está completamente bien, "si la madre está segura que el niño no se ve normal, yo sería más agresivo en el estudio del niño".
En este caso el bebé se veía muy bien. Su fiebre no subía, su paciente madre lo alimentaba y el tomaba mientras su menos paciente hermano desarmaba el cuarto. Probablemente no tenía una infección bacteriana seria.
Le chequeamos la sangre que dio normal y obtuvimos orina para el cultivo. Por otro lado, la madre continuaba sintiendo que el bebé no era del todo "él mismo". No pude encontrar nada raro en el examen pero ella lo conocía mejor que yo. Y como yo estudié pediatría en los días en que hubiera sido enviado directamente al hospital, soy quizás más conservador que los médicos más jóvenes.
Finalmente le dimos una dosis de antibióticos, sus cultivos fueron al laboratorio y tanto él como su madre se fueron a casa con un termómetro. Al día siguiente su madre informó que había vuelto a "ser él mismo", menos inquieto, más atento y feliz, y se alimentaba bien. Sus cultivos dieron negativos. Quizás tuvo una enfermedad viral suave que le causó fiebre e intranquilidad y la superó.
Desde cierto punto de vista, no tuvo suerte: estaba justo al borde tanto de la edad como de la temperatura. Y desde otro punto de vista sí la tuvo: hace 20 años hubiera tenido que pasar tres días en el hospital.
De cualquier manera, la próxima vez que venga a la clínica con fiebre, espero que ya haya crecido y pasado la zona gris, y la edad de alto riesgo y que podamos concentrarnos en tratar la infección, si la encontramos y podamos tranquilizar a la madre para que comprenda que la fiebre en sí misma no es algo de lo que haya que preocuparse.
Traduc. María Elena Rey
Perri Klass es profesor de periodismo y pediatría de la universidad de Nueva York. Su libro más reciente es la novela "The Mercy Rule" (La regla de la compasión)

martes, 23 de septiembre de 2008

Cómo disminuir el riesgo de la muerte súbita en los lactantes


Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION
Cada año, unos 400 bebes aparentemente sanos mueren en nuestro país antes de cumplir el año de vida por un síndrome tan repentino como inexplicable. Es que la causa de la muerte súbita del lactante sigue siendo uno de los mayores enigmas de la medicina pediátrica. No así la forma de reducir el riesgo de que suceda.
"Es una muerte inesperada, inexplicable y antinatural, porque nadie espera que los hijos mueran antes que los padres. Mucho menos cuando son bebes. Esas tres son justamente las situaciones que hacen tan difícil el duelo familiar en estos casos", dijo a LA NACION Manuel Rocca Rivarola, jefe del Departamento Materno Infantil y del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Austral.
Uno de los últimos estudios, realizado por el Instituto Nacional de Desarrollo Humano y Salud Infantil de los Estados Unidos, la atribuyó a una alteración en el funcionamiento cerebral que desequilibraría la respiración, la temperatura corporal y el despertar del sueño.
"Lo que falla son los mecanismos del despertar ante situaciones adversas durante el sueño, como la disminución de la oxigenación de los tejidos o hipoxia. Todavía falta mucho para comprender los mecanismos responsables", agregó el ex secretario del Grupo de Trabajo en Muerte Súbita de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). Un sueño seguro
Una tarjeta diseñada para colgar en la cuna de cada recién nacido en cada hospital del país incluye un texto acordado entre la SAP, Unicef y el Ministerio de Salud: informa de manera sencilla a los flamantes padres y abuelos qué medidas existen para hacer que el sueño del bebe sea seguro, ya que el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) no se puede predecir.
La mejor posición para acostar al bebe desde el momento del nacimiento es apenas una de esas medidas que es indispensable poner en práctica tanto en el hogar como en las guarderías. "Como en el resto del mundo, en nuestro país disminuyó la incidencia del SMSL a mediados de los 90, cuando comenzaron las recomendaciones para evitarlo", dijo Alejandro Jenik, jefe de la Sección de Recién Nacidos Sanos del Hospital Italiano de Buenos Aires y director del sitio SIDS Argentina ( www.sids.org.ar ) para la información y prevención del síndrome.
Las indicaciones, que según los expertos reducen hasta el 70% el riesgo de SMSL, son:
Acostar al bebe boca arriba, en un colchón firme y sin almohada.
Amamantarlo cada vez que lo pida.
No fumar en su habitación y procurar no hacerlo en ninguna otra sala de la casa.
Mantenerlo con una temperatura cálida, sin abrigo excesivo.
Dejar los brazos y las manos del bebe fuera de la ropa de cama.
Asegurarse de que su cabeza quede descubierta.

si no