lunes, 3 de noviembre de 2008

Advierten sobre el abuso de analgésicos


Por Nora Bär De la Redacción de LA NACION
Algunos lo padecen tres o cuatro veces por semana. Muchos conocen los síntomas desde chicos, porque sus madres y abuelas lo sufrían. Hay quienes tienen bien catalogadas las señales con que se presenta (lagrimeo, bostezos, visión borrosa) porque los asalta desde hace décadas.
Se trata del dolor de cabeza, una de las dolencias más ubicuas y menos "respetadas": "Los pacientes vienen al consultorio médico, uno les da algunas indicaciones y entonces toman esos remedios para siempre. Y ahí viene el problema", dice el doctor Jorge Leston, neurólogo de Fleni.
El problema, según advierten Leston y otros especialistas de Fleni que, junto con colegas de la Unión Europea y de la Universidad Pontificia de Chile, llevan adelante el Proyecto Como Estas, es que el consumo excesivo de analgésicos, además de tener efectos adversos en el tracto digestivo y en el área cardíaca, en lugar de aliviar aumenta el número de episodios.
"Paralelamente, cae la calidad de vida, que en estos pacientes es paupérrima", explica Leston.
El Proyecto Como Estas (acrónimo de Co ntinuous mo nitoring of medication overuse headache in E urope and Latin America: development and sta ndardization of an alert and decision support s ystem ,
http://www.comoestas-project.eu/ ) intenta mejorar el tratamiento de las personas con cefalea por abuso de fármacos y desarrollar un innovador sistema informatizado para la evaluación del riesgo.
Aunque no hay datos epidemiológicos locales, se calcula que entre el 4 y el 8% de la población padece este tipo de cuadro, un trastorno crónico que se desarrolla en personas susceptibles. "Como punto de partida, decidimos hacer un relevamiento entre los pacientes con migraña que recibimos por derivación en nuestra Clínica del Dolor -explica la doctora Marcela Goicoichea, de la institución médica local-. De los que vimos por primera vez, casi el 70% reunía criterios para cefalea por abuso de medicación."
"Se considera que si uno toma en forma crónica más de tres analgésicos por semana, o más de 15 por mes, está en riesgo de abuso -agrega el doctor Fernando Salvat, director de la Clínica de Dolor-. Por supuesto, hay que conocer la historia previa."
Según los especialistas, el tratamiento de este trastorno, que incluye la detoxificación, requiere un seguimiento continuo y personalizado. "Cuando se les sacan las drogas, los pacientes se sienten muy mal, les duele mucho la cabeza, vomitan, por lo que en Italia los hospitalizamos", dice Cristina Tassorelli, coordinadora del proyecto y neuróloga de la Fondazione Istituto Neurologico Casimiro Mondino, de Pavia, Italia, que la semana última estuvo en el país para acordar los próximos pasos.
Combo de fármacos
Ocurre que muchos de los medicamentos para la cefalea pueden provocar una suerte de adicción, y su abandono, síndrome de abstinencia. "El cerebro tiene receptores para estos fármacos y después de un tiempo quiere más droga para alcanzar el mismo efecto -dice el doctor Lucas Bonamico-. A su vez, también puede sobrevenir una dependencia psicológica. Por ejemplo, es muy conocido lo que ocurre con la cafeína. Hay personas que toman café todos los días en la oficina, y cuando durante el fin de semana dejan de hacerlo padecen cefaleas. Por otro lado, muchos de los remedios para tratarlas tienen cafeína. También hay otras sustancias, como la ergotamina, que se encuentra en comprimidos de venta libre, junto con dipirona, aspirina... Vienen en una especie de «combo» que aquí se vende en los quioscos, pero que en otros países ya no se puede comprar sin prescripción médica."
El dolor de cabeza tiene innumerables causas, y aparentemente se daría más en las ciudades que en el campo. "Tal vez porque se puede comprar más fácilmente la medicación o porque el riesgo de desarrollar cefaleas crónicas está muy vinculado con el estrés y con las formas poco saludables de comer y de dormir", dice Tassorelli.
Esta iniciativa se plantea obtener datos fehacientes sobre la incidencia de este tipo de cefaleas tanto en América latina como en Europa y explorar técnicas que pueden ayudar al paciente y al médico a mantener un contacto fluido a través de Internet.
Entre otra cosas, pondrán a prueba un dispositivo electrónico manual (una "cartilla electrónica", similar a una palm ) a través del cual los médicos podrán chequear la cantidad de episodios y el consumo de fármacos de sus pacientes.
"La idea es mejorar la comunicación, porque en ciertas circunstancias se puede indicar un tratamiento preventivo, pero éste no funciona si el paciente continúa consumiendo diariamente analgésicos -dice Goicoichea-. Por otro lado, es fundamental seguir a estas personas, porque una vez que dejan de abusar de la medicación tienen riesgo de recaídas."
Y concluye Salvat: "Es posible controlar las cefaleas. Contamos con muchos recursos, que van desde el yoga hasta la acupuntura, el biofeedback, las técnicas de relajación y el ejercicio físico aeróbico. El paciente tiene muy poca información acerca de los peligros que puede provocar el abuso de medicamentos. Por eso, uno de los objetivos de este proyecto es también tratar de informar a la población sobre los riesgos de estos fármacos que están al alcance de la mano. Hay que tener en cuenta que el médico no puede resolver el problema en una sola intervención: es imprescindible tomar un compromiso con el tratamiento".

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