domingo, 1 de marzo de 2009

"Nos divertimos y encima nos pagan"


La excusa es el nuevo reality del canal, Bunny World by Playboy, ocho episodios que se verán a fin de año en la señal de cable para América Latina, pero es un proyecto internacional que ya está vendido a los Estados Unidos, Europa y Asia. La serie compilará los momentos más sensuales de la convivencia de la media docena de conejitas.
Imagínese entonces una isla en el Tigre con un fondeadero privadísimo, una casa de tres plantas con mucha madera y moderno diseño, una cancha de tenis con césped prolijísimo, una pileta de natación con aguas danzantes y una terraza (que incluye otra piscina) que mira a la lejana ciudad. Ahora sume “seis chicas seis” e imagine –trate de imaginar, aunque sea complicado– que son modelos de Playboy. Bien, eso ni más ni menos es este día de rodaje en un lugar de ensueño.
Lo primero que llama la atención es, obviamente, los cuerpos y cómo los manejan frente a las cámaras: casi hay una gramática de gestos, poses, quebrada de cintura, caminatas que articulan cada secuencia. Mientras un grupo de periodistas recorre las tres plantas de la casa donde conviven las chicas, la conejita argentina Lucía Cabello posa delante de un enorme telón negro. Lleva un traje de baño rojo y unos enormes anteojos de sol.
Delante, obviamente fuera de campo, una decena de camarógrafos, maquilladores, directores de fotografía y asistentes de sonido.
Ella juega con una soga, contoneando sus curvas. Luego desnuda su seno y sigue moviendo los labios y los pechos lentamente en trayectorias sensuales. En la pantalla, eso incentivará la imaginación de los espectadores. Acá se escucha un “ahora tapá una lola con la mano, dale... eso, bien, bien”.
Podemos asegurar que, visto a distancia panorámica, no hay nada menos sexy que una quincena de profesionales creando una imagen que sólo en la pantalla elevará temperaturas. Para el equipo técnico, en ese momento resultan mucho más atractivos los sandwichitos con lomo y tomate que la chica semidesnuda en pose erótica.
Aunque parezca una aporía, ése es ni más ni menos todo el secreto de Playboy: máximo profesionalismo y la frialdad necesaria para pensar y construir un mundo de fantasía lo más consistente y estimulante posible.
Ariel Taboada es el cerebro creativo detrás de lo que el canal viene haciendo en los últimos años. La pregunta es simple: tanto cuidado en hacer del erotismo algo bien fotografiado y producido, ¿no esteriliza el viejo y querido impulso del sexo?
Sonríe y dice que no. “Cuando empezamos, el canal era básicamente pornografía con un poco de algún elemento erótico, o programas donde a la mujer se la trataba como una cosa. Y el problema de eso es que, en el medio del porno, una cosa de calidad desentonaba. Además, las mujeres no veían el canal.”
Es en gran medida cierto: las chicas que aparecían en la vieja etapa eran mucho más pulposas, con un aspecto mucho más cercano a lo revisteril que al portfolio. También fue la época de los personajes bizarros y el humor directo de tocaditas y miradas lascivas en las producciones propias del canal. Todo eso restringía el público a quien buscaba satisfacciones rápidas e imágenes directas, en su mayoría hombres. Ahora se han sumado las mujeres, que ven sensualidad pero no desprecio.
“Te podría decir –se entusiasma Ariel– que hoy Playboy es un canal para la pareja más que para hombres o mujeres. Y además no eliminamos el porno, simplemente invertimos la proporción: la base son estas producciones eróticas, con fotógrafos y directores que no vienen precisamente del porno, y lo otro, que está, ocupa menos espacio. Y funciona”.
La producción que vemos es estimulante, linda, divertida. Un anzuelo inteligente para poder ingresar al erotismo sin sentirse en estado pecaminoso.
Aparecen las chicas: las argentinas Yanina Filocamo, Lucía Cabello y Luciana Suárez, la uruguaya Daniela Tambasco, la peruana Tilsa Lozano y la brasileña Andressa de Barros. El primer impulso es el asombro: vemos esas figuras y, sencillamente, no podemos creer que gente así exista. Todas parecen simpáticas, algo angelicales, delgadas, abundantes en lugares estratégicos, bellas de rostro, sonrientes sin malicia.
No, no nos enamoramos ni se despiertan nuestros bajos instintos: simplemente las vemos como algo extraordinario. Cuando Tambasco nos saluda, se inclina porque nos lleva unos cuantos centímetros. Más tarde, antes de meterse a la piscina para unas tomas de rigor (mojándose el pelo, tirando hacia atrás la cabeza con ojos entrecerrados y boca entreabierta), deberá dejar los stilettos. Sorpresa: ahora mide diez centímetros menos que uno.
Más tarde, vemos a Yanina.
Es rubísima, de ojos celestes muy celestes. Está haciendo un nota para televisión y se la ve piola, decidida, rápida en la respuesta. “Sí, me gusta mi cuerpo, sí, me gusta mostrarlo, sí, me divierto mucho”.
Corte. Nos acercamos a la mesa con dulces y cruzamos dos palabras con ella en plan informal. Se pone colorada, mira a los ojos y al piso alternativamente.Las chicas pasan de conversar con los periodistas a tomar sol, de tomar sol a una sesión fotográfica.
Yanina dice, al pasar “¿Qué más quiero? Estamos en un lugar así de lindo, nos divertimos, tomamos sol, vamos a la pileta, nos sacan fotos, ¡y además nos pagan!”
Como la Tambasco, Lucía es de las más conscientes de su rol, la que mejor comprende que ella es titiritera de sí misma. En una reposera, hablando con otros periodistas, sonríe detrás de sus anteojos gigantes y dice: “Acá es como en cualquier reunión de chicas, nada más extraño que eso. Y tenemos charlas de mujeres espontáneas, hablamos de ropa, o de hombres o de cualquier cosa. Es como vacaciones, y mientras hacemos producciones”.
El resultado es totalmente distinto: lo que se verá en pantalla es el juego entre inocente y provocativo de seis mujeres de increíble cuerpo, más la concreción virtual de algunas fantasías, sobre las que giran en la reunión los términos “sensual”, “erótico” y “adulto”. Curiosamente, nadie menciona la palabra “sexo”.
Un currículum tan generoso como sus curvasAntes de unirse en este reality, cada una de estas conejitas filmó lo suyo. En el canal primero se verá Surfing Attraction, una surf movie erótica con Miss Playboy TV Perú 2007, Tilsa Lozano.
Una novedad de abril será Photographer in Love, con Andressa Barros.
En mayo llegará Room Service, con Yanina Filocamo, Miss Playboy TV Argentina 2008. Luciana Suárez protagonizó Diaries of Passion y participará en la serie I wanna be a Rockstar, mientras que Lucia Cabello aparecerá en las series Black Latex y Art f Love.
criticadigital.com

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