domingo, 4 de enero de 2009

Las promesas de pureza de los jóvenes no retrasan el inicio de las relaciones sexuales

MADRID (Diario El País).- En Estados Unidos se han convertido en una celebración más: al llegar a la adolescencia, miles de jóvenes participan en una ceremonia en la que --anillo incluido-- se comprometen a mantenerse vírgenes hasta el matrimonio. Pero el resultado no es el esperado. Un estudio que aparece en el último número de la revista Pediatrics, financiado con dinero público, muestra que la tasa de embarazos no deseados y de relaciones prematrimoniales es igual entre quienes hacen la promesa que entre los demás jóvenes.
El trabajo pretendía discernir si tenía sentido fomentando las campañas de promoción de la virginidad entre los adolescentes estadounidenses. En el último ejercicio, estas iniciativas recibieron 176 millones de dólares (126 millones de euros). Pero, al igual que en otras propuestas similares, como las que condicionaban la ayuda exterior para evitar el VIH a fomentar la castidad, se ha visto que no funcionan.
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