domingo, 4 de enero de 2009

Un nuevo método para calmar los cólicos


NUEVA YORK.- Observe al bebe con cólicos cuando está en el peor momento. Los pequeños brazos y piernas tiesos. Su abdomen se pone duro. Su rostro parece una remolacha que emite gritos tremendos. Increíblemente el llanto prosigue durante una, dos y hasta tres horas sin pausa.
¿Está hambriento? ¿Mojado? ¿Tiene gases? ¿Es alérgico a algo? No, todo está bien. El bebe parece sano, hasta saludable.
Por eso, los exhaustos padres, con sus nervios destruidos, llaman al pediatra que tras examinar al niño da un diagnóstico: cólicos. Luego, reflejando el profundo misterio que aún rodea al inconsolable llanto, el médico ofrece una explicación que hoy en día se resume así:
Los cólicos son perfectamente normales; hay que aprender a convivir con ellos. Los expertos que estudian el fenómeno están de acuerdo con una observación básica: todos los bebes lloran durante cortos períodos, pero uno de cada cinco tiene ataques de llanto más fuertes.
En lo demás, los especialistas difieren. La controversia está presente en publicaciones médicas, congresos e incluso libros escritos para padres.
Hasta no hace tanto, la principal explicación para los cólicos era: "Problemas intestinales como gases o molestias", según el doctor Ronald Barr, pediatra y director del departamento de cólicos de la Universidad de Vancouver, British Columbia, Canadá.
Eso ya no se considera cierto, afirmó Barr. Muy pocos niños tienen reflujo gástrico o alergias a la leche de vaca o preparada, sino que la gran mayoría es perfectamente sana.
Los bebes no sufren, aseguró Barr. Un llanto por cólicos suena lo mismo que cualquier otro llanto. Alrededor del 60% se debe a nerviosismo, 30% está relacionado con una molestia genuina y un 10% es emblemático del verdadero cólico, lo que significa que no se puede calmar.
"Estudios recientes muestran que el cólico es una etapa normal del desarrollo temprano del niño", afirmó el doctor Barr.
Desarrollo normal
Los bebes habitualmente comienzan a llorar a las dos semanas. Los picos de llanto por cólico se dan a las 6 semanas y terminan a los 3 o 4 meses. No están relacionados con la falta de habilidad de los padres, ni con ser madre soltera, ni con la depresión posparto, ni con nada que hagan los adultos.
Los niños de tribus primitivas que están en brazos las 24 horas del día y se alimentan con leche materna muestran el mismo esquema de llanto inconsolable.
"Hoy pensamos que el cólico es parte del desarrollo normal", aseguró el doctor Ian St. James-Roberts, experto en desarrollo infantil del Instituto de Educación de Londres, Inglaterra.
Los niños no tienen estrés. Pero alrededor de las 6 semanas sus cerebros pasan por cambios que pueden dar lugar a ataques de cólicos.
En su libro El llanto infantil temprano, una guía para padres, los doctores St. James-Roberts y Barr aconsejan a los padres que intenten consolar a sus hijos. Pero si el cólico persiste, aseguran, "está bien alejarse".
El doctor Barry Lester, de la Clínica de Cólicos del Hospital de Mujeres y Niños de Rhode Island, dijo que no podía estar más en desacuerdo. "Si bien es cierto que los bebes finalmente dejan de llorar, objeto fuertemente a los que afirman que el cólico no es el problema."
En su nuevo libro, ¿Por qué llora mi bebé? Guía de supervivencia de padres para sobrellevar los problemas de llanto y de cólicos, Lester define al cólico como "llanto que interfiere en el desarrollo del niño o causa problemas familiares".
"Encontramos un buen número de bebes que tienen reflujo y vemos signos físicos de sufrimiento. El cólico realmente produce llanto por dolor y es el reflejo de un sistema nervioso inmaduro", afirma.
Entre tales desacuerdos, otro pediatra, el doctor Harvey Karp, autor del libro El Bebe más feliz de la cuadra, asegura haber desarrollado un método capaz de calmar el llanto de los bebes en pocos minutos.
De vuelta al útero materno
El método tiene cinco pasos que, si se siguen juntos, accionan el llamado instinto innato de calma del niño. Karp afirma que el método también puede ayudar a niños que no tienen cólicos a dormir una o dos horas más por noche. La técnica ayuda al bebe a sobrellevar lo que él llama el cuarto trimestre de vida.
Los bebes humanos nacen en estado inmaduro porque el canal de parto no puede soportar una cabeza más grande y por lo tanto un cerebro más desarrollado. Así, los humanos nacen con un cerebro del tamaño de una manzana, con limitado control de los músculos y sentidos, y con pocas herramientas para la supervivencia.
Durante las dos primeras semanas de vida, continuó Karp, los recién nacidos duermen y comen. Luego, durante aproximadamente diez semanas, entran en un estado de alerta tranquila. Sus cerebros aumentan un 20% su tamaño mientras los circuitos nerviosos maduran y realizan las conexiones funcionales.
La tarea del bebe es llorar cuando necesita ayuda, dejar de llorar, estar despierto y dormir, agregó. Los bebes deben aprender a fijar su atención, como para observar y aprender, y a dejar de prestarla para recuperarse y dormir. El 80% no tiene problemas para lograrlo: lloran por una razón y luego se calman.
Pero algunos niños no pueden dejar de llorar. No pueden contenerse. Para ellos, los tres meses son un tremendo desafío. La solución del doctor Karp: recrear las sensaciones del vientre materno para ayudarlos a estar tranquilos.
"Los niños inquietos realmente se beneficiarían si pudieran volver al útero siempre que se sintieran abrumados", agregó el pediatra. Paradójicamente, su molestia puede provenir por estar poco estimulados. "Nuestra cultura sostiene el extraño mito de que los niños deben ser dejados en una habitación oscura y silenciosa -dijo-. ¿Pero que es la tranquilidad para un recién nacido? Puede ser desagradable ya que el vientre materno es movedizo y ruidoso."
Para calmar al bebe, el doctor Karp propone cinco maniobras que, según dice, despertarán un reflejo de calma y dormirán al niño. Deben ser realizadas progresivamente, como una suerte de danza.
El primer paso es envolverlo o abrigarlo con algo que imite la restricción del seno materno durante los dos últimos meses de vida. Los padres han envuelto a los bebes durante milenios, dijo Karp, y ésta es la piedra angular de su método. Pero es sólo el primer paso y no será por sí solo lo que detenga el llanto.
El segundo paso es tomar al niño así envuelto en los brazos o en la falda y hacerlo rodar hacia un lado o sobre su estómago.
El tercero, es un fuerte chistido dirigido directamente en su oído. El sonido imita lo que el feto escucha dentro del vientre materno cuando la sangre late a través de la placenta. El sonido debe ser tan alto o más que el llanto del niño, afirmó el doctor Karp.
Luego vienen los movimientos. El feto está acostumbrado a algunos que pueden ser repetidos para el niño que llora. El doctor Karp recomienda sostener la cabeza y el cuello del bebe mientras se realizan pequeños movimientos, como cuando se tirita. Los movimientos deben ser suaves para evitar que se sacuda la vulnerable cabeza del bebe.
El último paso es la succión sin alimento. El bebe se calmará.
Por Sandra Blakeslee De The New York Times
Traducción: María Elena Rey

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