Tres hermanos son popstars, casi perfectos de tan lindos, los tres. Cantan lo que compone Nick, el menor, que a los 16 parece haber vivido un siglo de amores y desencuentros. Las canciones son prolijas, algo de ese pop-rock que en los últimos años ha llevado a Disney a la cima de los consumos culturales de púberes y adolescentes. Cualquiera que tenga cerca una niña de 11 o 12 años puede dar cuenta del fanatismo propulsado a hormonas e histeria que estas mujercitas son capaces de desplegar.
Amor, lujuria y fantasía se desatan al oír los primeros acordes o, eventualmente, al verlos cantar y actuar en el cine. Pero si alguna vez un padre celoso y anticuado, digamos de unos 38, 40 años, temió que la libido descarriada y púbera de la luz de sus ojos se viera satisfecha por esos galancetes –o sus émulos– y su niña fuera arrastrada a la concupiscente vida… puede quedarse bien tranquilo.
Los jóvenes ídolos llevan en sus deditos unas alianzas de plata llamadas “anillos de pureza” que simbolizan su voluntad de permanecer vírgenes y/o célibes hasta el matrimonio. Sí, es una moda que se extiende rauda en el gran país del norte: la ganadora del American Idol, Jordin Sparks, también usa ese anillito y declaró suelta de cuerpo: “No todas quieren prostituirse” (“Not everybody wants to be a slut”). Hannah Montana/Miley Cyrus también lleva puesto ese anillo y así confirma que sus amoríos con el hermano Nick Jonas sólo fueron rumores o algo así. En una entrevista que la joven dio a una revista norteamericana (Tv Guide) dijo: “Me gusta pensarme como la chica que ninguno puede tener, que ninguno puede manejar ni poseer. A mi misma edad muchas chicas están empezando a caer y pienso que (seguir virgen) es un compromiso que podemos hacer, es fantástico”.
Cada vez que los Jonas Bros hablan de sí mismos, se muestran como un dechado de cordura y prudencia. Mientras cuidan el dinero que ganan evitando gastos superfluos, dicen ser “frugales y sabios”. Las púberes no usan esas palabras, sobre todo mientras piden desaforadamente el último DVD de esos muchachitos, cuyo reality show llegará a estas tierras muy pronto. Quizá sea una moda más moral que otra cosa que propaga el pop infantil, hartos ya los productores y las grandes empresas de los descontroles de sus estrellitas. Cuando una periodista inglesa interrogó a los hermanos Jonas sobre su decisión, el que responde es el hermano mayor aunque habla en plural: “Ha sido una decisión personal que cada uno de nosotros tomó hace ya algún tiempo, significa que intentamos y vivimos una vida de valores”.
¿Pero qué tiene eso que ver con la virginidad?
No contestan. No responden porque dicen que cuidan no hacer pública su vida personal. Pero usar esos anillos cuando cada pelo fuera de lugar es atendido por millones de fans, ¿no es un modo de hacerlo público?
Los periodistas no insisten con esa pregunta, nadie quiere sentirse el cazador de la mamá de Bambi. Los anillos de los ídolos pop significan el compromiso de no tener sexo hasta el matrimonio y que, entonces, la persona elegida será la única partenaire sexual el resto de su vida. Tal vez no sea conveniente comentar esto a las fantasiosas niñas porque puede producir el efecto de los cuentos de hadas y así la fantasía se acreciente y entonces sus llantos histéricos sean finalmente por ese deseo infernal de llegar a ser cada una ésa, la única, la elegida, el amor para siempre jamás.
Esta “joya”, aunque con otro nombre, tal vez sea una variante del Silver Ring Thing, un movimiento creado por el reverendo Denny Pattyn como programa para control de natalidad y riesgo epidemiológico en Estados Unidos, donde hizo furor entre los adolescentes de la era Bush. ¿Será otra clase de presión de pares?
El acierto de SRT fue hacer de un mensaje tan duro como la abstinencia sexual hasta casarse, una conducta cool. En YouTube se pueden ver los shows donde Pattyn presenta el programa al mundo entero con raperos cantando algo que dice “no, no lo entregues” y testimonios de chicos y chicas lindos convencidos de que el anillo los hace más fuertes. Joe Jonas ama el estilo de Mick Jagger, le gusta cómo se mueve y busca imitarlo. ¿Sabrá que gran parte de lo que sacude en escena MJ está vinculado con lo sexual?
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