por Nora Bär
Los físicos tienen su propia definición de "trabajo" y desarrollaron complicadas fórmulas para calcularlo. Lo miden con una unidad llamada joule , que es la misma que se aplica a la energía. "Por eso, se entiende que la energía es la capacidad para realizar un trabajo o que el trabajo provoca una variación de energía", Wikipedia dixit (y nos trae reminiscencias de las clases de física de la escuela secundaria).
Ahora, el sitio electrónico CareerCast.com acaba de dar a conocerun ranking cuya confección exigió una tarea, si cabe, aún más titánica: comparar los pros y las contras de 200 trabajos o profesiones sobre la base de la definición, el ordenamiento y la cuantificación de una cantidad de parámetros cuya sola revisión agota.
El estudio (al que accedí gracias al generoso aviso de un matemático local) fue elaborado a partir de los datos del Censo y de la Oficina Norteamericana de Estadísticas Laborales y evalúa el universo de los empleos teniendo en cuenta cinco aspectos esenciales: el medio ambiente en el que se desarrollan, las perspectivas que ofrecen, el sueldo, el stress que producen y las exigencias físicas que implican.
Para cada ocupación, el autor midió tanto los componentes físicos como los emocionales y asignó un puntaje por las condiciones adversas, de modo que cuantos más puntos tienen, peor es su ubicación en el ranking general.
Por ejemplo, el hecho de que para realizar la tarea en cuestión haya que arrastrarse, agacharse, doblarse o levantar objetos pesados, si entraña mucho ruido o humo tóxico, o si se realiza en confinamiento, agrega puntaje adverso.
También se les asignan puntos por entrañar un mayor o menor grado de competitividad, de riesgo o de contacto con el público, y por la cantidad de horas semanales promedio que haya que dedicarles o el stress que produzcan (en 23 diferentes situaciones).
El ranking, además, ubica en una mejor posición a los trabajos que gozan de un futuro más prometedor y toma en cuenta desde el índice de desempleo, hasta el crecimiento potencial del sueldo y las posibilidades de promoción,
Aunque el estudio fue realizado a partir de datos de los Estados Unidos -y por lo tanto no puede extrapolarse así nomás a la realidad argentina-, sus resultados son verdaderamente interesantes. Uno de ellos es que alrededor del 95% de las 200 ocupaciones analizadas obtuvieron puntajes por encima de cero, lo que indica que -contrariamente a lo que uno está dispuesto a aceptar- casi todas las tareas tienen por lo menos algún aspecto positivo.
Que los leñadores estén ubicados en el último puesto o que los periodistas sean los que reciben el máximo de puntaje en el rubro "stress" tal vez no llame demasiado la atención, pero recorrer el ranking completo nos depara más de una sorpresa. Por ejemplo, que los artistas plásticos se encuentren en un discreto puesto número ochenta, por debajo de los psicólogos (59), arqueólogos (51), los antropólogos (40) y los astrónomos (20).
Sin embargo, lo más inesperado es encontrarse con que el primer puesto lo ocupan... ¡los matemáticos! Como para tener en cuenta a la hora de elegir carrera universitaria...
ciencia@lanacion.com.ar
Ahora, el sitio electrónico CareerCast.com acaba de dar a conocerun ranking cuya confección exigió una tarea, si cabe, aún más titánica: comparar los pros y las contras de 200 trabajos o profesiones sobre la base de la definición, el ordenamiento y la cuantificación de una cantidad de parámetros cuya sola revisión agota.
El estudio (al que accedí gracias al generoso aviso de un matemático local) fue elaborado a partir de los datos del Censo y de la Oficina Norteamericana de Estadísticas Laborales y evalúa el universo de los empleos teniendo en cuenta cinco aspectos esenciales: el medio ambiente en el que se desarrollan, las perspectivas que ofrecen, el sueldo, el stress que producen y las exigencias físicas que implican.
Para cada ocupación, el autor midió tanto los componentes físicos como los emocionales y asignó un puntaje por las condiciones adversas, de modo que cuantos más puntos tienen, peor es su ubicación en el ranking general.
Por ejemplo, el hecho de que para realizar la tarea en cuestión haya que arrastrarse, agacharse, doblarse o levantar objetos pesados, si entraña mucho ruido o humo tóxico, o si se realiza en confinamiento, agrega puntaje adverso.
También se les asignan puntos por entrañar un mayor o menor grado de competitividad, de riesgo o de contacto con el público, y por la cantidad de horas semanales promedio que haya que dedicarles o el stress que produzcan (en 23 diferentes situaciones).
El ranking, además, ubica en una mejor posición a los trabajos que gozan de un futuro más prometedor y toma en cuenta desde el índice de desempleo, hasta el crecimiento potencial del sueldo y las posibilidades de promoción,
Aunque el estudio fue realizado a partir de datos de los Estados Unidos -y por lo tanto no puede extrapolarse así nomás a la realidad argentina-, sus resultados son verdaderamente interesantes. Uno de ellos es que alrededor del 95% de las 200 ocupaciones analizadas obtuvieron puntajes por encima de cero, lo que indica que -contrariamente a lo que uno está dispuesto a aceptar- casi todas las tareas tienen por lo menos algún aspecto positivo.
Que los leñadores estén ubicados en el último puesto o que los periodistas sean los que reciben el máximo de puntaje en el rubro "stress" tal vez no llame demasiado la atención, pero recorrer el ranking completo nos depara más de una sorpresa. Por ejemplo, que los artistas plásticos se encuentren en un discreto puesto número ochenta, por debajo de los psicólogos (59), arqueólogos (51), los antropólogos (40) y los astrónomos (20).
Sin embargo, lo más inesperado es encontrarse con que el primer puesto lo ocupan... ¡los matemáticos! Como para tener en cuenta a la hora de elegir carrera universitaria...
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