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sábado, 21 de mayo de 2011

La última clase del profesor de Física más divertido del mundo


La última clase del profesor de Física más divertido del mundoLa sala 26-100 del MIT tiene capacidad para más de 500 personas pero había gente hasta en los pasillos. Centenares de alumnos se agolparon el pasado lunes para ver en acción por última vez al mítico profesor de Física Walter Lewin, uno de los maestros más populares de la institución, conocido en todo el mundo gracias a la difusión que sus espectaculares puestas en escena han tenido en internet.
A sus 75 años, el profesor Lewin no defraudó. Colocó el famoso péndulo de 5 metros sobre la tarima y se subió encima mientras los alumnos le veían columpiarse de un lado a otro de la clase. Después de 10 balanceos, el profesor se bajó del péndulo y detuvo el cronómetro. La demostración es sencilla: el péndulo tarda lo mismo en oscilar con o sin Lewin encima, porque la oscilación es independiente de la masa. "Os lo dije", exclama triunfal una vez más, "¡la Física funciona!".


La belleza de la Física
Durante los últimos 30 años, Lewin ha dado más de 800 clases en este mismo lugar haciendo de la Física una materia apasionante y experimentable en el propio aula. En sus intervenciones el profesor mezcla las fórmulas con la demostración práctica. Para explicar el momento angular y la inercia utiliza una rueda de bicicleta, la pone a rodar y la cuelga de una cuerda; cuando habla de la presión del aire utiliza dos latas de pintura y un rifle.
"Creo que siempre he sido un excéntrico", aseguró Lewin este lunes ante las risas de los alumnos. "Desde el primer día, mis clases han sido siempre diferentes de la media". Tan diferentes que han tenido siempre algo de teatral y circense. Alguno de sus compañeros profesores, explican en la web del MIT, recuerdan la habitación trasera del aula como "algo sacado de una vieja película sobre el monstruo de Frankestein".
En alguna de sus demostraciones, por ejemplo, los alumnos le han visto subir a una escalera de 5 metros, dejar pasar por su cuerpo 300.000 voltios de electricidad o jugarse el tipo calculando al milímetro la trayectoria de una bola de acero que se detiene justo antes de impactar contra su barbilla.
Han pasado doce años desde la última vez que hizo la famosa demostración del péndulo y ha llegado el momento de retirarse. Sus experiencias durante estos años las relata en un libro que aprovechó para presentar entre sus alumnos. "For the Love of Physics" (Por el amor a la Física) describe, según sus propias palabras, "las pequeñas maravillas del mundo cotidiano" y "la belleza de la Física".
En el libro, Lewin da respuesta a decenas de curiosidades sobre la ciencia, como por qué los arcoíris son curvos y no rectos o por qué solo vemos auroras en los polos, pero revisa también algunos de los aspectos más tristes de su biografía, como la forma en que el régimen nazi asesinó a buena parte de su familia.
Después del lunes, los alumnos ya no le verán haciendo demostraciones locas por la clase, pero aún quedarán sus vídeos, sus palabras y sus demostraciones de que la Física es apasionante.
lainformacion.com

domingo, 10 de mayo de 2009

Diez claves para padres profesionales muy ocupados


¿Usted sabe cuánto han cambiado en la última generación los factores que influyen en nuestros hijos? Las investigaciones muestran que hoy, la mayor influencia en el desarrollo de la escala de valores de nuestros niños la ejercen, por orden de importancia: 1. Los pares; 2. Los medios de comunicación; 3. Los padres; 4. Los maestros. En la década del 60, el orden de influencia era: 1. Los padres; 2. Los maestros; 3. Los pares; 4. Los medios de comunicación.

"Muchos padres han perdido autoridad frente a sus hijos", dice Jim Mason, experto en el rol que cumplen los padres y presidente y CEO de Beech Acres, un Miembro Vistage. En la actualidad los padres pasan un 22 por ciento menos tiempo con sus hijos que en 1969, dice. Mason preside esta organización sin fines de lucro que ofrece un amplio espectro de servicios terapéuticos para niños y familias con problemas severos, así como servicios educativos para padres que deseen mejorar su eficacia. Aquí, algunos de sus consejos útiles para padres muy ocupados:

1. Esté presente. El hecho de que usted comparta con ellos lo que probablemente sea su recurso más limitado, su tiempo, les dice mucho acerca del valor que ellos tienen para usted. Esto no significa saltar de una actividad a otra. De hecho, los niños de hoy están programados en exceso.

2. Sea un padre proactivo. En nuestro rol de CEOs, todos lo hacemos en nuestro trabajo, pero ¿cuántos de nosotros lo hacemos con nuestros hijos? La mayoría de los padres pasamos 18 años reaccionando ante los problemas que nos traen nuestros hijos, yendo de una mini-crisis a otra. Piense con su esposo o esposa qué clase de ser humano desearían que su hijo o hija fueran cuando tengan 25, y procedan hacia atrás. ¿Qué cualidades, o rasgos de carácter describirían a ese/a joven?

3. Reconozca cuáles son los valores que usted considera esenciales y viva de acuerdo a ellos. Son las cinco o diez creencias que tiñen todas sus decisiones. Viva de acuerdo a ellos, pero sin rigidez. Si queremos que nuestros hijos aprendan a desarrollar sus propios valores, tenemos que ofrecerles un modelo con nuestra propia manera de vivir.
4. Conozca a su hijo. Todos los chicos son iguales, y diferentes. Cuanto más sepamos acerca del desarrollo normal de los chicos menos posibilidad de alarmarnos indebidamente tendremos cuando veamos algo que nos parezca extraño. Tal vez lo más importante sea ver y apreciar esas cualidades que son sólo de él.

5. Ame a sus hijos incondicionalmente. Los niños aprenden el valor de sí mismos cuando viven en un ambiente que los acepta y los nutre. Esto no significa un ambiente permisivo. Significa vivir en un hogar donde el amor, el afecto y la aceptación de las cualidades de cada uno se expresan libremente. Los niños cuyos padres elogian sus cualidades positivas en lugar de criticarlos por sus defectos son generalmente más felices y mejor adaptados.

6. Ame a su esposo o esposa, o por lo menos sea cortés. Amar al otro padre del niño, o por lo menos mantener buen trato si ya no están juntos, es una de las cosas más importantes que puede hacer para enseñar respeto, intimidad y el modo de resolver conflictos. Al observar cómo se llevan los padres el niño aprende a expresar amor, a compartir objetivos, a trabajar en colaboración y a sentirse unido a los otros.

7. Fije expectativas claras. Los niños aprenden a capacitarse y a asumir responsabilidades a medida que alcanzan determinados objetivos. Una vez que tenga en claro cuáles son sus valores fije unas pocas reglas familiares que los reflejen en la vida de todos los días. Luego viva usted de acuerdo a esa regla y hágala cumplir en familia.

8. Escuche. Aquí también, como líderes de negocios, sabemos muy bien que las compañías más exitosas son aquellas que mejor se conectan con las necesidades de sus componentes y se anticipan a ellas. Lo mismo ocurre con los padres exitosos.

9. Aproveche los fracasos. Nunca me he encontrado con un padre a quien le gustara ver el fracaso de su hijo. De hecho, muchos padres invierten mucho tiempo, y frecuentemente también dinero, protegiéndolo de las dificultades. Me gustaría ver que esos padres pudieran aprovechar "los fracasos", o mejor dicho, redefinirlos como "momentos de aprendizaje."

10. Relájese y disfrútelos. Los niños son básicamente resistentes. Si se han criado en un hogar con padres auténticamente amorosos e interesados en lo mejor para sus hijos, generalmente se convierten en adultos capaces y responsables. Tal vez no sean el adulto que soñamos cuando ellos nacieron, pero van a andar bien.
perfil.com
Por Alejo Canton - Presidente de
Vistage Argentina

jueves, 29 de enero de 2009

El mejor empleo: matemático


por Nora Bär
Los físicos tienen su propia definición de "trabajo" y desarrollaron complicadas fórmulas para calcularlo. Lo miden con una unidad llamada joule , que es la misma que se aplica a la energía. "Por eso, se entiende que la energía es la capacidad para realizar un trabajo o que el trabajo provoca una variación de energía", Wikipedia dixit (y nos trae reminiscencias de las clases de física de la escuela secundaria).
Ahora, el sitio electrónico CareerCast.com acaba de dar a conocerun ranking cuya confección exigió una tarea, si cabe, aún más titánica: comparar los pros y las contras de 200 trabajos o profesiones sobre la base de la definición, el ordenamiento y la cuantificación de una cantidad de parámetros cuya sola revisión agota.
El estudio (al que accedí gracias al generoso aviso de un matemático local) fue elaborado a partir de los datos del Censo y de la Oficina Norteamericana de Estadísticas Laborales y evalúa el universo de los empleos teniendo en cuenta cinco aspectos esenciales: el medio ambiente en el que se desarrollan, las perspectivas que ofrecen, el sueldo, el stress que producen y las exigencias físicas que implican.
Para cada ocupación, el autor midió tanto los componentes físicos como los emocionales y asignó un puntaje por las condiciones adversas, de modo que cuantos más puntos tienen, peor es su ubicación en el ranking general.
Por ejemplo, el hecho de que para realizar la tarea en cuestión haya que arrastrarse, agacharse, doblarse o levantar objetos pesados, si entraña mucho ruido o humo tóxico, o si se realiza en confinamiento, agrega puntaje adverso.
También se les asignan puntos por entrañar un mayor o menor grado de competitividad, de riesgo o de contacto con el público, y por la cantidad de horas semanales promedio que haya que dedicarles o el stress que produzcan (en 23 diferentes situaciones).
El ranking, además, ubica en una mejor posición a los trabajos que gozan de un futuro más prometedor y toma en cuenta desde el índice de desempleo, hasta el crecimiento potencial del sueldo y las posibilidades de promoción,
Aunque el estudio fue realizado a partir de datos de los Estados Unidos -y por lo tanto no puede extrapolarse así nomás a la realidad argentina-, sus resultados son verdaderamente interesantes. Uno de ellos es que alrededor del 95% de las 200 ocupaciones analizadas obtuvieron puntajes por encima de cero, lo que indica que -contrariamente a lo que uno está dispuesto a aceptar- casi todas las tareas tienen por lo menos algún aspecto positivo.
Que los leñadores estén ubicados en el último puesto o que los periodistas sean los que reciben el máximo de puntaje en el rubro "stress" tal vez no llame demasiado la atención, pero recorrer el ranking completo nos depara más de una sorpresa. Por ejemplo, que los artistas plásticos se encuentren en un discreto puesto número ochenta, por debajo de los psicólogos (59), arqueólogos (51), los antropólogos (40) y los astrónomos (20).
Sin embargo, lo más inesperado es encontrarse con que el primer puesto lo ocupan... ¡los matemáticos! Como para tener en cuenta a la hora de elegir carrera universitaria...
ciencia@lanacion.com.ar

lunes, 1 de septiembre de 2008

Ser profesional ya no garantiza un mejor nivel salarial en el país



Por Luján Scarpinelli De la Redacción de LA NACION
En la Argentina, no nada el pájaro ni vuela el pez, pero algunas de sus múltiples rarezas la hacen parecerse al reino del revés: por ejemplo, el hecho de que algunos profesionales ganan menos dinero que trabajadores con escaso o ningún nivel de educación.
Tras contar sus aventuras al volante del camión mediano con el que reparte alimentos por el conurbano bonaerense, Ramón Acevedo se queja: "Y todo eso por un poco más de 3000 pesos al mes". Su nivel primario incompleto no fue un impedimento para obtener la habilitación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, cuyo requisito excluyente es, además de manejar el vehículo con la habilidad suficiente, pasar un examen psicofísico que garantice que la actividad se hará en forma responsable. "No te creas que es un carnaval; la plata alcanza para pucherear", dice, antes de trepar de un salto a la cabina del vehículo.
El ambo de Claudia B. ya perdió el color que lucía hace tres años, cuando entró a trabajar en el hospital Mario V. Larrain de Berisso, con su título bajo el brazo. Ni el diploma de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires ni los numerosos cursos que hizo durante su carrera le alcanzan para llegar a juntar el monto que percibe Ramón por prestar servicios en un mayorista. Se conforma, a sus 33 años, con 2300 pesos por mes, hasta que adquiera más experiencia y reconocimiento.
Para obtenerlos, pasa ocho o nueve horas diarias de lunes a viernes, y cinco, los sábados; además, hace guardias rotativas de 24 horas, a las que se suma una semanal de 12 horas. "De esta forma, se aprende, pero es cansador. Pasamos muchas horas adentro del hospital", dice. Marco institucional
Pese a las diferencias en su cotidianeidad laboral, Claudia y Ramón tienen una similitud: son, por definición, trabajadores calificados. Aunque en la práctica los diferencien los años de estudio de ella y la suma que él percibe al mes. ¿Cómo se explica esto?, preguntó LA NACION a Juan Massot, director del área de Economía de la Universidad del Salvador.
"Tiene que ver con un marco institucional en el que los sindicatos han cobrado un poder de negociación, propio de un momento en que la economía crece y el empleo es alto. Hay una conjunción de dos factores: por un lado, está la tradición del sindicato que recuperó lo que motivó su origen: defender el capital humano, y por otro, el hecho de que una calificación y una educación de grado no son vistas como un diferencial en las personas. Existe un alto grado de homogeneización en el mercado y un marco de contención desregulado para los profesionales." Así, dice Massot, la retribución depende de la productividad marginal del profesional, que se inserta en un mercado en el que la oferta abunda y pierde poder de negociación. "Esto se da en especial en profesiones tradicionales y con los trabajadores junior ", aclara.
Como requisito para contratarla en una firma de entretenimiento multinacional, a Gabriela le pidieron estudios de grado y dos idiomas. Como su perfil de publicista hábil con el inglés e incluso el portugués encajaba con las condiciones, no tuvo mayores problemas para acceder al puesto. Hoy trabaja en blanco, ocho horas diarias, y cobra al mes 2100 pesos, gracias a un aumento reciente.
"Aunque el clima laboral es bueno y se trabaja con libertad, no estoy demasiado conforme con mi trabajo, porque no veo la posibilidad de crecimiento", dice Gabriela, que por ahora no consiguió nada mejor que la aliente a renunciar.
Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet, intenta echar luz sobre el interrogante: "En la actualidad, el sistema educativo ha declinado lo suficiente como para que quien obtiene un título de grado no se encuentre en una situación diferente de otros. Es difícil tratar de buscar un explicación racional a lo que sucede, si en el país la racionalidad no está presente en la escala salarial relacionada con las capacidades de las personas".
Y concluye, con sus matices, en lo que es un denominador común entre los consultados: "Lo que sucede tiene que ver con la existencia o no de una institucionalidad que articule u organice a un sector laboral para favorecer a aquellos en ámbitos y en relaciones con el poder, y con la acumulación de experiencia en formas de presión". Piso salarial
En julio, según un informe de la consultora SEL, el piso salarial promedio de los convenios llegó a los 2336 pesos mensuales. Ernesto Kritz lo explica: "Aunque no se puede señalar precisamente el dato de que la brecha entre la retribución de los profesionales y los trabajadores con menor grado de calificación se acorta, se puede ver que en el sector obrero industrial subió por encima del promedio, a diferencia del salario del sector medio".
Reinaldo conduce un camión mediano, con el cual transporta cereales desde Villa del Totoral, ubicada al norte de Córdoba, hacia el puerto de Rosario. El costo por trasladar 30 toneladas de cereales cerca de 500 kilómetros ronda los 3600 pesos por viaje. De esa suma, a él le corresponde un 20%. En plena zafra, hace ocho viajes en un mes, por lo cual su ingreso asciende a los 5760 pesos.
En el mismo período, Emiliano obtiene menor cantidad de dinero. Eso, a pesar de que ostenta una de las profesiones más demandadas en el país: es ingeniero y ya tiene una experiencia en el ámbito privado de casi diez años. El paso por la universidad no le garantiza una mejor retribución mensual que la fijada para un conductor de ferrocarril, según el convenio de La Fraternidad, en 5120 pesos (bruto).
En una importante empresa financiera internacional, trabaja Marcelo, analista en sistemas. Aunque la suya es una de las áreas del mercado laboral en el que hay una gran demanda, Marcelo debe trabajar un mes y medio para conseguir la suma del maquinista.
Con todo, un estudio del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano enciende una luz de esperanza para los jóvenes profesionales. "En la Argentina, pesa más la experiencia de los profesionales que el título", y por ello, la evolución de sus salarios será significativa con el correr de los años, aclara Víctor Beker, director del CENE.