Cada dos minutos, una mujer en el mundo se entera de que sufre cáncer de mama. Más de cinco mil mujeres mueren por año en la Argentina como consecuencia de la enfermedad y otras 15 mil la contraen en ese período. Son algunos de los datos que se recuerdan hoy cuando se conmemora otro Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de mama.
Hace treinta años, se estimaba que una de cada 13 mujeres desarrollaría ese padecimiento, pero en la actualidad las estadísticas hablan de una de cada ocho. Cada año se tratan más de 5.800 nuevos casos en la provincia de Buenos Aires, mientras en la Argentina la cifra se ubica entre 15 mil y 18 mil, según el Ministerio de Salud de la Nación y la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (Lalcec).
Los especialistas advierten que la prevención a través de estudios preclínicos es la herramienta fundamental para reducir riesgos de desarrollar la enfermedad. El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina a partir de las células del pecho y cualquier mujer puede desarrollarlo.
“¿Para vos son todas distintas?Para el cáncer son todas iguales”, dice la campaña de Lalcec, que muestra lolas de diversos tipos y tamaños, con el objetivo de reforzar el mensaje durante este mes de concientización.
“Con el diagnóstico oportuno y el control mamario, las 5 mil muertes que causa este cáncer en el país se podrían evitar”, explicó a Crítica de la Argentina Florentino Sanguinetti, jefe de Patología Mamaria de Lalcec y director del Programa de Detección de Cáncer Mamario. Por eso recomienda “hacer el autoexamen todos los meses y acudir a un análisis médico con un mastólogo o un centro de patología mamaria una vez al año”.
El 70% de los cánceres de mama son detectados por el autoexamen, que consiste en observar y palpar las mamas para divisar anomalías. Carmen Terrones, coordinadora de Ginecología y Obstetricia del Ministerio de Salud de la Nación, explicó la importancia de revisarse: “La detección precoz cambia radicalmente el pronóstico de esta enfermedad. En estadios iniciales, se curan alrededor del 99% de los casos”.
Para Sanguinetti, “la posibilidad de curación depende del tamaño del tumor, del estado de los ganglios, del tipo histológico y de otros factores llamados pronósticos. El tratamiento consiste en una cirugía para extirpar el tumor, y a veces se agrega radioterapia y quimioterapia”. Elvira Guidi, directora del Programa de Prevención del Cáncer Génito-Mamario del Ministerio de Salud bonaerense, dijo que amamantar también ayuda a la prevención.
Se estima que las mujeres que dan de mamar logran reducir en un 40% los riesgos de contraer la enfermedad. La especialista remarcó que todas las mujeres de más de 40 años tienen que realizarse la mamografía y “deben perder el miedo a hacerse los estudios por temor a una extirpación de la mama. Esto no es así: se puede detectar a tiempo y evitar complicaciones”.
Mientras el cáncer de cuello de útero afecta a mujeres de bajos recursos, el de mama es más frecuente entre mujeres de nivel socioeconómico más alto. “Se estima que esto tiene que ver con que en los hogares con mayor poder adquisitivo es más bajo el número de hijos y muchas veces se amamanta menos porque las madres suelen pasar mucho tiempo fuera de la casa por cuestiones laborales”, aclaró Guidi.
Entre los factores de riesgo se encuentran los antecedentes familiares, la menstruación precoz (antes de los 12 años), una menopausia tardía (mayor de 55 años) y el sobrepeso.
Es la segunda causa de muerte en la Argentina, después de las enfermedades cardiovasculares, mientras que, a nivel mundial, es el tipo de cáncer más común entre las mujeres.
El pronóstico global es favorable: el índice de supervivencia promedio en los países desarrollados es del 73%, y en los países en desarrollo del 57 por ciento.
Qué hacer para descubrirlo
Para un detección temprana del cáncer de mamas, los médicos recomiendan:
–Autoexaminarse las mamas y palparse las axilas.
–Consultar al médico una o dos veces al año.
–Hacerse mamografías anualmente a partir de los 40 años o si hay antecedentes de la enfermedad en la familia.
Algunos de los síntomas son los siguientes:
–Nódulo en la mama, usualmente único, duro y generalmente no doloroso.
–Tironeo de alguna parte de la piel de la mama.
–Retracción o descamación del pezón.
–Cambios en la coloración o textura de la piel.
–Ganglios axilares duros y persistentes.
–Derrame de sangre por el pezón.
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