Los medicamentos pueden salvarnos a los humanos, pero el ambiente que nos rodea puede ser deteriorado seriamente", dijo ayer a Clarín Giampaolo Velo, que impulsa una nueva rama de investigación: la ecofarmacología.
Este especialista y profesor en la Universidad de Verona en Italia, es uno de los expositores en el congreso anual de la Sociedad Internacional de Farmacovigilancia que se está llevando a cabo en Buenos Aires esta semana.
"Los ensayos clínicos que se hacen antes de que los fármacos lleguen al mercado también deberían incluir el impacto potencial en el ambiente", afirmó. De hecho, ya la autoridad sanitaria europea, la EMEA, está exigiendo a los laboratorios farmacéuticos que realicen estudios de impacto.
La preocupación crece en Europa.
En Italia, la gente no sólo tiene que separar la basura para el reciclado. También deben mandar los medicamentos vencidos a las farmacias para su destrucción conjunta posterior.
"No queremos ser alarmistas. Pero tenemos que advertir que muchos están consumiendo fármacos sin necesidad, por la exagerada influencia de las publicidades de los laboratorios. También los gobiernos deberían ocuparse para que las plantas depuradoras filtren mejor el agua que llega a ríos, lagos y mares. Y los laboratorios deberían invertir más en fármacos verdes, es decir, biodegradables".
clarin.com
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