Un nuevo estudio demuestra que hablar del "final de la vida" con el médico no aumenta el estrés emocional ni reduce la calidad de vida de los pacientes terminales, sino que mejora su calidad de vida y la de sus seres queridos a medida que se acerca la muerte.
"Hicimos este estudio porque hablar de la muerte es difícil y triste y queríamos conocer si esas conversaciones son útiles o si mejoran la calidad de vida de los pacientes y la atención médica al final de la vida", dijo la doctora Alexi A. Wright.
"Hallamos que esas conversaciones producen beneficios en cascada en los pacientes y en sus familiares", agregó la experta a Reuters Health. El equipo dirigido por Wright, del Instituto del Cáncer Dana-Farber, en Boston, analizó la relación entre las conversaciones sobre el final de la vida, la atención médica cercana a la muerte y la salud mental de los pacientes terminales y de sus familias en 332 pacientes con cáncer avanzado, sus parejas y/o un hijo adulto.
"Los pacientes que recordaban haber tenido esas conversaciones eran tres veces menos propensos a ser internados en terapia intensiva, cuatro veces menos proclives a necesitar asistencia respiratoria mecánica y seis veces menos propensos a necesitar maniobras de resucitación durante la última semana de vida", precisó Wright.
Los pacientes que mantuvieron esas conversaciones también ingresaron antes a un hospicio y estadías más prolongadas estuvieron asociadas con una mejor calidad de vida, mientras que una intervención más agresiva en el final de la vida estuvo relacionada con una peor calidad de vida del paciente.
"Me sorprendió ver que los seres queridos de los pacientes con cáncer terminal tratados con intervenciones intensivas al final de la vida tenían tres veces más riesgo de desarrollar depresión grave seis meses después de la muerte de su familiar", dijo Wright.
"Este estudio realmente transmite el mensaje de que las experiencias de los pacientes cerca del final de la vida tienen efectos a largo plazo sobre cómo los seres queridos viven después de su muerte", dijo Wright.
En el estudio, publicado en Journal of the American Medical Association, más del 60 por ciento de los pacientes terminales no recordaban haber tenido conversaciones sobre el final de la vida con sus médicos. "Es muy importante para los pacientes con cáncer avanzado hablar con sus médicos sobre la atención que quieren recibir al final de la vida porque su estado mental y físico a menudo se deteriora rápidamente y si sus familias y médicos no conocen sus deseos antes de que eso suceda podrían recibir asistencia médica que jamás hubieran querido recibir", opinó Wright.
Fuente: Reuters
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