viernes, 31 de octubre de 2008

Viagra y ansiolíticos, el único consumo que aumenta en el país


La crisis financiera mundial se llevó bastante más que ahorros, inversiones y hasta puestos de trabajo. Los efectos también llegaron hasta la psiquis de muchos argentinos. Y así picaron en punta la venta de ansiolíticos y medicamentos para combatir la disfunción sexual, además de las consultas a los psicólogos y psiquiatras.
“El clonazepam (la droga que contiene el ansiolítico Rivotril, del laboratorio Roche, de los más vendidos en su género) hoy sin dudas está entre los 10 más vendidos de la industria farmacéutica. Esto representa un salto muy grande, ya que hasta hace no más de un mes figuraba entre los 20 con mayor demanda”, explicó a El Cronista Mario Castelli, integrante de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).
Esta visión coincide con un informe elaborado por la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides. De acuerdo con sus resultados, la venta de medicamentos que permiten conciliar el sueño, aplacar la ansiedad y los dolores de cabeza o doblegar las contracturas se incrementó un 15% durante el último mes.
Bagó es uno de los laboratorios que más trabaja sobre medicamentos psiquiátricos, y allí también hacen hincapié en el empujón que le dio la crisis a las drogas de este tipo.
“Todavía no tenemos los datos oficiales sobre las ventas, pero si está claro que luego de que estallaran los inconvenientes financieros el consumo se incrementó. Y estimamos que así seguirá ocurriendo en la medida en que las condiciones no mejoren”, explicó Eduardo de La Puente, director del Área de Información Médica de la compañía farmacéutica.
El especialista sostiene, además, que entre el clonazepam y el aprazolam (otra de las drogas muy utilizadas en los medicamentos psiquiátricos) se llevan nada menos que el 70% del consumo de ansiolíticos a nivel nacional, con ventas anuales por cerca de 20 millones de cajas.
Tanto el clonazepam como el aprazolam se utilizan para combatir síntomas como los trastornos de ansiedad, ataques de pánico, síntomas de catástrofe o cuadros depresivos, entre otras de las afecciones psíquicas que se incrementaron en estos últimos días.
El plano sexual es otro de los afectados.
Marcelo Peretta, director de la Universidad Maimónides, grafica que “se pasó de un uso del viagra como una medicación recreativa a comprarse por problemas de rendimiento sexual”.
“Hay gente que vive la crisis a nivel psíquico y otra desde lo físico y lo somatiza. Creo que se van a comenzar a observar muchos problemas cardiológicos; los pacientes llegan muy nerviosos”, afirma Eduardo Kalina, médico psiquiatra, al tiempo que confirma que los vaivenes económicos provocan cuadros muy variados desde lo psíquico, que luego repercuten en el ámbito sexual.
En cuanto al crecimiento de la venta de medicamentos para ambas patologías, Kalina observa dos variantes. Por un lado, admite que se recetan más medicamentos, aunque también destaca el alto nivel de automedicación que hay en el país. “En la Argentina ya vivimos varias crisis, y la gente aprendió a automedicarse; y eso es algo muy grave”, dice el especialista.

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