¿A quién no lo asalta en algún momento del día una irrefrenable "necesidad" de comer algo determinado? Una investigación trató de revelar las causas y descifró cuáles son los alimentos que más se antojan
Los antojos son universales, y la mayor parte de la gente los entiende como un deseo, no como una necesidad, de algo dulce y empalagoso o salado y crujiente.
Los antojos son universales, y la mayor parte de la gente los entiende como un deseo, no como una necesidad, de algo dulce y empalagoso o salado y crujiente.
Marcia Pelchat es psicóloga sensorial del Monell Chemical Senses Center, en Philadelphia, y estudia los deseos incontenibles de comer algo en particular. Según ella, entre el 90% y el 100% de las mujeres de 18 años reportaron tener antojos, al igual que el 67% de los hombres dentro del mismo rango de edad, publicó Diario Salud.
"Las causas subyacentes de los antojos aún no fueron completamente descifradas", señaló Cheryl Gilhooly, investigadora senior y nutrióloga en el Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging (centro de investigación sobre nutrición humana y vejez) de la Universidad Tufts.
Al parecer, la explicación se asemeja a una compleja red de biología y emociones. Pero lo que sí está claro es que "las características de los alimentos que más se antojan están relacionadas con las calorías. Una combinación de grasas y carbohidratos es la característica que los define".
Las ventajas evolutivas de sentir deseos de comer alimentos altos en calorías y energía son claras, pero en esta era de obesidad podrían ser contraproducentes. "Fisiológicamente, estamos predispuestos a querer comer grasa porque si nuestros ancestros comían mucha grasa, tenían mayores probabilidades de no morir de hambre", explicó Brian Wansink, experto en psicología de la comida y comportamientos del consumidor.
En la actualidad, "psicológicamente la gente siente antojos de ciertos alimentos en respuesta a la falta de equilibrio, un catarro, o si las cosas no están bien en el trabajo. Es un esfuerzo por compensar algo que nos hace falta". Pelchat realizó estudios con imágenes del cerebro durante los antojos.
Los deseos de comer, dijo, activan el núcleo caudado, una de las partes del cerebro involucradas en la formación de hábitos -la misma que se activa durante los deseos de consumir drogas-. Así, un consumidor de cocaína que superó psicológicamente el hábito quizá sienta deseos de consumir la droga en situaciones que él asocie con la droga.
Aunque el mundo parece estar dividido en dos campos -el de los antojos dulces y los salados- existe poca evidencia científica sobre el tema. Sin embargo, es cierto que las mujeres tienen una mayor tendencia hacia lo dulce respecto de los hombres, a quienes generalmente se les antojan cosas saladas. Wansink cree que la gente se siente atraída hacia la comida porque la identifica con su personalidad: "encontramos que existe una significativa relación entre la manera que la gente describe sus alimentos favoritos y el modo en que se describen a ellos mismos".
También está la teoría de que se nos antoja lo que le hace falta a nuestro cuerpo, algo que algunos llaman "la sabiduría del cuerpo", aunque aún es muy poca la evidencia que lo respalde.
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