Las hembras de los animales producen una variedad de indicadores que permiten a los machos saber si son fértiles y receptivas. En ciertos experimentos con humanos se demostró que el rostro de las mujeres e incluso su olor son más atractivos a los hombres cuando los niveles de la hormona luteinizante aumentan en el cuerpo de las mismas, cosa que sucede justo cuando los ovarios se preparan para liberar el óvulo. Incluso las bailarinas exóticas reciben más propinas cuando están ovulando.
En animales como la vaca o el elefante hembra, el mugido y el barrito cambia durante la ovulación, pero nadie hasta ahora había encontrado una relación entre la ovulación en las mujeres y su voz.
Unos investigadores de UCLA, dirigidos por Greg Bryant, decidieron estudiar la cuestión comparando voces grabadas de 69 mujeres de entre 18 y 39 años de edad en distintos estados de su ciclo menstrual. Concretamente les pidieron que dijeran “eh-ee-ii-o-oo” y “Hola, soy una estudiante de UCLA” en el pico de ovulación y al final del ciclo reproductivo, justo antes de que las mujeres comenzaran a menstruar. Además usaron análisis de orina para saber los niveles de hormona luteinizante que tenían.
Los investigadores analizaron entonces las características de sus voces. Descubrieron que en promedio las voces tenían un tono más alto en el pico de ovulación, concretamente en 5 Hz. Parecía una diferencia muy pequeña como para poder ser apreciada por los humanos, así que hicieron a 15 hombres escuchar las grabaciones. Éstos podían distinguir estos tonos ligeramente más altos en un 55% de las ocasiones.
Las diferencias solamente se daban cuando las mujeres pronunciaban una frase completa y no cuando les hacía decir el sonido vocálico. Greg Bryant sugiere que la hormona no altera las cuerdas vocales, sino que en su lugar trabaja a un nivel subliminal.
Según él este tipo de mecanismos también les haría vestirse y andar de diferente manera para parecer más femeninas durante la ovulación, comportamiento que ya mostraron estudios previos. En este caso también les haría hablar diferente.
Según Ben Jones de University of Aberdeen (RU), que también ha estudiado cómo los cambios en el ciclo reproductivo afecta a las mujeres, dice que estos resultados encajan muy bien con los trabajos previos sobre comportamiento femenino y ovulación.
La idea que surge de todo esto, según Jones, es que estos factores trabajan juntos para aumentar la probabilidad de tener hijos sanos, porque el aumento de la propia feminidad aumentaría su atractivo frente a los más masculinos y supuestamente más sanos varones.
Quizás a partir de ahora habrá que escuchar mejor a las mujeres si se quiere tener éxito con ellas.
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