miércoles, 9 de septiembre de 2009

In pot we trust, un documental sobre los beneficios del porro


A tono con el fallo que dio felicidad a muchos –y que lleva la firma de la Corte Suprema– que dice que la tenencia de marihuana para consumo personal no es punible, esta noche a las 22 la señal de cable I-sat estrena In pot we trust. Documental que, más allá del título juguetón –“pot” significa “hierba” en inglés, lo que transforma la leyenda fundacional que decora el billete de dólar en un místico “En la marihuana creemos”–, hace un riguroso registro de los argumentos a favor y en contra de la despenalización para uso terapéutico en los Estados Unidos, discusión que llegó al Congreso.
Dirigido por Star Price, el film ubica el relato entre dos vértices que, paradójicamente, pertenecen al corazón del sistema: un lobbista del grupo Marihuana Policy Project a quien la cámara sigue mientras intercepta legisladores en los pasillos del Capitolio para convencerlos de apoyar una ley federal para el consumo terapéutico, y un miembro de la DEA –suerte de G.I. Joe antiporro– que, enfundado en su traje camuflado, se relame cuando desde un helicóptero descubre una plantación que destruirá en pocas horas.
En el medio, claro, están los testimonios que le dan consistencia al film: ciudadanos norteamericanos ejemplares –un ex soldado, una profesional, una madre de cuatro niños, un empleado de una aseguradora– que padecen enfermedades degenerativas y que encontraron en la cannabis el tratamiento más efectivo para su dolor.
Si bien el tono del documental pretende ser serio, la hilaridad se desprende de las declaraciones fundamentalistas de los enemigos de la marihuana, lo que nos lleva a hacer una recomendación: volver a esa genialidad estrenada en 1999 llamada Grass (se puede ver en YouTube) donde el director Ron Mann reconstruye la llamada “Guerra contra las drogas” entre 1930 y 1980 en los EE.UU. a través de material de archivo oficial. El resultado es tristemente cómico, y nos confirma que en casi ochenta años nada cambió.
De ahí que el fanatismo de Harry Anslinger en Grass –funcionario que durante cinco presidencias libró una batalla personal contra la marihuana–, en In pot we trust se traslade al G.I. camuflado, ese que luego de sacar de raíz 10 mil plantas de marihuana exclama: “Hoy salvé a un norteamericano”. O que aquellas consignas de 1940 que aseguraban que fumar un canuto llevaba invariablemente al consumo de heroína o a la demencia se vuelvan a escuchar en 2006 en boca de los congresistas.
El derrotero cineporrero se traslada a la ficción, donde no cuentan los argumentos sesudos sino desnudar la hipocresía a través del delirio y el humor. Alguna vez recomendamos aquí Up in Smoke, de 1978, clásico de los fumones encarnados por la dupla Tommy Chong y Cheech Marin quienes, en busca de un fantástico cargamento de hierba, son perseguidos, deportados, castigados y esas cosas. Todo sea por fumar de la buena. A esta altura, la tradición de amigos chaleros podría ser un género en sí, con films más recientes como Piña express de David Gordon Green o Dos colgados muy fumados, donde el dúo protagonista termina compartiendo una seca con el mismísimo George W. Bush.
Para ejemplos locales –y que nadie cite Humo de marihuana, de Lucas Demare, que más que una película podría ser material de Male y Fleco– tenemos Tico Tico, de Marcelo Domizi, con Gillespie y un largo listado de no actores como parte de un policial que deriva en un gran viaje de humo. Para empezar a armar la videoteca verde que, por ahora, no está prohibida.

criticadigital.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ayer vi el documental en ISAT de casualidad.. muy bueno!! lo recomiendo!
saludos!

Virginie dijo...

yo tambien lo vi y me parecio increible!

HT dijo...

estoy buscando el documental con subtitulos pero no lo encuentro alguien sabe donde lo puedo ver , lo vi en i sat pero me gustaria verlo de vuelta
Saludos
Hugo