viernes, 5 de febrero de 2010

Ni el embarazo disuade a las mujeres de dejar el cigarrillo

Fabiola Czubaj
LA NACION.COM
Dejar de fumar no es fácil... tanto que ni el embarazo parece ser un buen motivo para cuatro de cada diez fumadoras, a pesar de los efectos nocivos del cigarrillo para la madre y el hijo. El 60% restante sí lo hace, pero sólo hasta el parto: al año, el 80% reincide en la adicción con el bebe en casa.
"No hay motivación más alta para dejar de fumar que el embarazo. De hecho, si la embarazada abandona el cigarrillo antes del tercer mes, podría bajar a cero el riesgo para la salud del bebe", dijo la doctora María Inés Medín, coordinadora del Area de Cesación Tabáquica del Instituto de Tisioneumonología Dr. Raúl F. Vaccarezza de la UBA.
Sin embargo, lo ideal, según los expertos en cesación tabáquica, es que la mujer deje de fumar por lo menos seis meses antes de quedar embarazada o al enterarse, si la noticia la toma por sorpresa. Es que además de las consecuencias tóxicas ya conocidas del humo del tabaco, fumar durante la gestación aumenta el riesgo de ciertas complicaciones, como el aborto espontáneo o el parto prematuro.
Además, la placenta puede implantarse de modo que obstruya el canal de parto (placenta previa) y el bebe puede nacer con baja talla, lo que no recuperaría tan fácil. Una revisión publicada hace dos años en Evidencias en Pediatría reveló que los hijos de fumadoras tardan entre 3 y 6 años en alcanzar los parámetros de crecimiento normales. La literatura muestra también que el tabaquismo induce la muerte súbita del lactante.
Una buena oportunidad
Para los especialistas, suspender la adicción durante el embarazo es una buena oportunidad para abandonar definitivamente el cigarrillo. Eso evita también que los chicos inspiren el humo de segunda mano.
"Fuma el 35,8% de las embarazadas", señaló Medín, neumonóloga de la Fundación Favaloro. Esa cifra, que surge de un estudio en 15 hospitales argentinos, supera levemente la prevalencia del consumo de tabaco en las mujeres registrado por la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, que es del 28,6 por ciento.
De hecho, los resultados del nuevo estudio, dirigido por la doctora Susana Nahabedián, sorprendieron en el último Congreso Argentino de Medicina Respiratoria, de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR). El trabajo fue premiado en la categoría de trabajos epidemiológicos.
"Más del 50% de las embarazadas fumaba al momento de realizar la encuesta en los 15 hospitales donde se estaban atendiendo. La mayoría estaba en el tercer trimestre y el 80% había fumado en algún momento durante su vida", explicó Nahabedián, jefa del Servicio de Neumonología del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Eva Perón, de Lanús.
El estudio incluyó a 678 mujeres y, para comprobar si decían la verdad al responder si fumaban o no, se les midió la concentración de monóxido de carbono en el organismo en la mitad de los 15 hospitales participantes en Chaco, Mendoza, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires y Chubut.
El 35,8% del grupo de fumadoras no abandonó el consumo de cigarrillos durante todo el embarazo. Y lo que más le llamó la atención a los investigadores fueron dos respuestas: el 70% de las mujeres no había recibido información médica alguna sobre el tabaquismo en los controles médicos y el 83% no pensaba en dejar de fumar después del nacimiento del bebe.
"En los primeros meses volvió a fumar el 22% de las que habían suspendido el cigarrillo. Al año, ya fumaba el 80 por ciento. Evidentemente, la recaída posparto es muy alta y los profesionales de la salud debemos empezar a hacer prevención desde antes que la mujer se embarace", agregó Nahabedián, que codirigió el estudio con los neumonólogos Daniel Pascansky (Hospital Ramos Mejía, Capital Federal) y Susana Vanoni (Sanatorio Francés, Córdoba).
En muchos hospitales, comentó la experta, se incluye en la historia clínica si las embarazadas fuman, pero no se tomaría medida alguna. "A veces, hasta se tiene una actitud permisiva porque no es una patología a la que se le dé la importancia que tiene -dijo-. Los obstetras conocen los efectos nocivos del cigarrillo, pero falta que deriven a las mujeres a los equipos especializados."
Uno de esos grupos está en el Consultorio de Cesación Tabáquica del HIGA de Lanús, que es el primer centro de referencia en la Provincia de Buenos Aires para la formación especializada, y donde la atención es gratuita (informes: (011) 4241-4051/59 int. 300).

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