domingo, 21 de febrero de 2010

Espalda: soluciones para las contracturas

Desde que los seres humanos dejamos de andar en dos patas, nuestra espalda ha soportado un gran agobio, emitiendo su queja en forma de dolor. Afortunadamente, este dolor no sólo puede prevenirse: en la mayoría de los casos es posible eliminarlo.
Para su mejor estudio la columna vertebral es divida en: columna cervical (desde el cuello hasta los hombros), dorsal (de allí hasta la cintura) y columna lumbar y sacro-coccígea (hasta el huesito dulce) . Los dolores pueden ser localizados o irradiados, y de acuerdo con la localización de la dolencia se habla de cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia y otras.
A la hora del diagnóstico, el elemento primordial es el examen clínico y la económica radiografía, que permitirá distinguir si el dolor proviene de una patología osteo-articular de la columna, observable en la placa y de un grado mayor de severidad ( existen alteraciones que van desde la escoliosis, la cifosis o la lordosis hasta la enfermedad ciática) o bien si, como sucede en la gran mayoría de los casos, se trata de una alteración funcional en cuyo caso existe gran dolor por contractura muscular", explica el doctor Luciano Poitevin, jefe de Traumatología del Hospital de Clínicas.
Mientras que el dolor en el cuello y parte alta de la espalda (cervical) suele deberse a contracturas por tensión y malas posturas, en la zona dorsal y baja las causas habituales son esfuerzos, malos movimientos y también posturas incorrectas. En la parte superior de la espalda es frecuente que los músculos de la nuca o los que van hacia los hombros (trapecios) se tensen excesivamente. Como si fueran riendas de un caballo, tiran de las vértebras, provocando contracturas que a veces hasta presionan una arteria que irriga al cerebro, provocando mareos, zumbidos, problemas de visión y adormecimiento de manos.
Las contracturas en esta zona se originan en un alto porcentaje por tensiones nerviosas. También se deben a la realización de actividades con la nuca tensa y la vista fija en un mismo punto, como operar la PC o manejar a alta velocidad durante muchas horas. Otro origen frecuente es utilizar los brazos como palanca para levantar peso. Es el caso de las mamás que alzan a los bebes de la cuna con los brazos extendidos, o las personas que cargan bolsas del supermercado. Si hay que hacerlo, los brazos siempre deben estar flexionados, para que los trapecios no se tensen.
El dolor dorsal y lumbar crónico generalmente se debe a una mala postura o a la manipulación de objetos pesados y en forma incorrecta. El sedentarismo y la laxitud de los músculos abdominales son grandes responsables de las dolencias lumbares. Cuando la contractura comprime también los filetes nerviosos intercostales el dolor se irradia hacia delante. Es un dolor que se agrava al respirar y se siente como una puntada bajo el corazón.

La importancia del ejercicio
Un gran pilar del tratamiento y la prevención es la actividad física. Los especialistas recomiendan ejercicios de fitness : bicicleta, cinta, caminatas, tres veces por semana. Y es básico realizar ejercicios abdominales, que ayudan a mantener firme la columna.
Según el doctor Claudio Lieti, jefe de Rehabilitación del Hospital de Clínicas, "hay que fortificar los abdominales y los isquiotibiales (de la cara posterior del muslo), generalmente acortados en las dolencias dorsales, que tiran la columna hacia abajo.
Por otra parte, cada 60 minutos hay que interrumpir la tarea que se está realizando y caminar (si la dolencia es lumbar) o mover la columna cervical.
"La mayoría de los pacientes mejoran con actividad física -dice Poitevin, que recomienda evitar los antiinflamatorios-. Los problemas de dolor de espalda deben representar para el paciente el compromiso de trabajar en su proceso de curación. Y la pastillita mágica impide eso", concluye.
Por Florencia Bernadou


Para LA NACION
Los remedios caseros
Almohadilla térmica: es buena, pero puede producir quemaduras si la utiliza a alta temperatura durante mucho tiempo
Cremas desinflamantes: si el dolor es muy intenso y repentino, no deben utilizarse. Lo mejor es inmovilizar la zona y consultar al médico
Bolsa de agua caliente: absolutamente contraindicada para trastornos músculo-esqueléticos. No usar cuando hay dolor
Secador de pelo: da calor seco, muy útil para aliviar el dolor cervical
Estos remedios son complementarios, ya que la batería de kinesiología incluye masoterapia, quiropraxia, calor (onda corta, magnetoterapia), y otros métodos
Los si y los no de la actividad física
No realizar deportes que impliquen rotación de la columna con esfuerzo, como el squash, el windsurf o el kayak.
Los deportes que requieren fijar la vista, como el tenis, producen contracturas cervicales.
Hasta que la cincha abdominal esté fuerte, no hacer ejercicios de brazos con carga que tense los trapecios.
En abdominales: no hacer fuerza con el cuello.
Se aconseja realizar muchísimos abdominales, siempre con rodillas dobladas.
Natación: en el agua se anula el efecto de la gravedad y se amplían los movimientos articulares. Yoga: es una de las pocas técnicas que trabajan seriamente la columna.
Sin embargo, no todos sus ejercicios son aptos para personas con dolor de espalda.



Las posturas también reflejan angustias
"Tono y psiquismo representan dos aspectos de la misma función. La concepción de estas unidad fundamental psicosomática nos permite comprender que no hay emoción que carezca de alguna expresión somatotónica", afirma la licenciada Teresa Weksler, especialista en kinesiología y fisiatría, y creadora de la Escuela de la Espalda.
Según la especialista, "la expresión del cuerpo es, en cierto registro, la traducción de profundas reacciones emocionales, afectivas, y el tono variable de la postura da cuenta del nivel de tensión interna del sujeto".
Por esta razón, "el abordaje corporal debe integrar el cuerpo y la mente. El objeto de este abordaje es provocar modificaciones empleando un conjunto de técnicas, como las que llevan a la concientización corporal (mediante estímulos sensoriomotrices y espaciales), el movimiento, la verbalización durante la sesión por parte del paciente de sus vivencias corporales, el contacto corporal (como el masaje), y la realización de buena lectura clínica de su cuerpo, entre otras".
Agrega Weksler que "el 70% de los pacientes que consultan a diario padece de dolor de espalda y sufre distintas afecciones en la columna vertebral. El cansancio y las contracturas, básicamente relacionadas con la falta de adecuación ergonómica en los puestos de trabajo son los más frecuentes".
Es importante "trabajar para educar las percepciones del paciente, de su equilibrio, de cómo se sienta, de la posición de su cabeza en el espacio, asociados a datos visuales. Pero no hay una receta única para todos -afirma-. Lo básico es entender que una vez que el dolor se ha instalado hay que descubrir de qué manera se originó. Y tener en cuenta que en la mayoría de los casos existe la posibilidad de prevenir los trastornos de la espalda, más allá de esos orígenes".

lanacion.com

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