sábado, 20 de febrero de 2010

Cuando morir de amor es posible: Qué es el Síndrome de Takotsubo

“Se me parte el corazón” dejó de ser una expresión poética o tanguera. Varios estudios científicos demuestran que una desilusión amorosa puede causar síntomas idénticos al infarto y hasta provocar la muerte si no es tratado a tiempo. La patología cardíaca se conoce como “síndrome del corazón roto” y en el 90% de los casos las afectadas son las mujeres.
Aunque clínicamente es similar al ataque cardíaco, ya que se manifiesta con dolor en el pecho y dificultad para respirar, los médicos lograron diferenciar este mal, al que bautizaron científicamente como discinesia apical idiopática o enfermedad de takotsubo, del infarto de miocardio.
“Está demostrado que las emociones de orden negativo generan alteraciones en las arterias transitorias, que son las que habitualmente se tapan provocando los infartos, pero en estos casos lo que se produce es una contracción que también impide el paso de la sangre oxigenada con el mismo efecto”, explicó a Crítica de la Argentina el médico cardiólogo y especialista en estrés Daniel López Rosetti.
El especialista resaltó que “cuando se hace una coronariografía, se aprecia una patología similar al ataque de corazón, incluso se llegan a encontrar enzimas cardíacas en los análisis sanguíneos, pero no hay que confundirse porque puede tratarse de un síndrome de corazón roto”.
Un trabajo científico publicado recientemente en American Journal of Cardioloy, basado en el estudio de 70 pacientes diagnosticados con el síndrome entre 2004 y 2008, demostró que el 65% de los pacientes, casi todas mujeres posmenopáusicas, habían experimentado un evento muy estresante físico o emocional antes de llegar al hospital y mostraban síntomas de infarto; el 20% estaba en estado grave y requirió tratamiento de emergencia para mantenerlos vivos; pero todos sobrevivieron las primeras 48 horas y lograron una total recuperación.
Al estudiar las historias clínicas, los científicos descubrieron que la mayoría de los afectados había sufrido eventos emocionales como malas noticias familiares, peleas domésticas o desengaños amorosos. “Para los cardiólogos de la sala de emergencias puede ser difícil diagnosticar y tratar a estos pacientes, por eso es necesario entender mejor el proceso de la enfermedad para poder desarrollar tratamientos más efectivos y estrategias a corto y largo plazo”, afirmó Richard Regnante, uno de los autores del estudio.
Los investigadores descubrieron también que, a diferencia de los ataques cardíacos que suelen ocurrir en invierno, el síndrome de corazón roto suele darse en los meses de primavera y verano. Para Regnante, este patrón estacional podría ayudar a entender mejor el trastorno. “Se piensa que el síndrome no tiene nada que ver con las arterias coronarias y es un problema relacionado con el músculo cardíaco”, agregó.
Este estudio, que investigó a 70 pacientes entre 2004 y 2008 en dos centros médicos de Rhode Island, tiene lugar después de que hace algunos meses científicos de todo el mundo llegaron a reconocer que la muerte por desolación, con motivo de un corazón roto, sí tiene posibilidades de suceder entre las personas.
El caso de Lucía y su marido infiel
Lucía tiene 47 años. A mediados de septiembre del año pasado llegó a la guardia del sanatorio con un fuerte dolor en el pecho y en su brazo izquierdo. El cardiólogo que la atendió no dudó un instante: infarto de miocardio, sostuvo en su primer diagnóstico presuntivo. Inmediatamente, ordenó un estudio coronario para establecer cuál de las arterias se encontraba obstruida. La sorpresa fue mayúscula cuando los resultados arrojaron que el circuito arterial de su paciente estaba en perfecto estado.
“Superado el episodio y con la mujer ya repuesta, comenzamos a interrogarla: nos contó que el dolor había sobrevenido luego de la profunda angustia que le había generado la sospecha de que su marido le era infiel –detalló el médico López Rosetti–.
Indudablemente, Lucía había sido víctima del síndrome del corazón roto, que en un 90% de los casos afecta a las mujeres”. Y agregó: “Por suerte se recuperó y no volvió a tener ningún otro episodio cardíaco, pero para el equipo médico fue muy importante aprender la diferencia de esta dolencia con un infarto”.
criticadigital.com

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