viernes, 12 de febrero de 2010

Crece sin freno la violencia doméstica

Laura Reina LA NACION
No son producto de la inseguridad y suelen ser identificados, erróneamente, como crímenes pasionales. Se trata de uno de los delitos que más han crecido en estos años: la violencia doméstica, que en las últimas horas sobresalió por el caso del baterista del grupo Callejeros, Eduardo Vázquez, acusado de intentar asesinar a su mujer prendiéndole fuego.
Cada vez son más las oficinas públicas que se crean, en diferentes ámbitos, para recibir denuncias por ese tipo de delito. En 2009 las muertes de mujeres por violencia doméstica aumentaron 11% respecto de 2008, según un informe de la Asociación Civil Casa del Encuentro. Sólo en la Capital, la repartición oficial que se dedica al tema atendió el año pasado 7225 casos de mujeres víctimas de violencia familiar.
Las posibilidades de que esta escalada se revierta este año parecen ser más que escasas: durante enero, la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), que depende de la Corte Suprema de Justicia, recibió 526 denuncias contra 375 del mismo período de 2009. El 82% fueron hechas por mujeres.
El año pasado, 231 mujeres encontraron la muerte de manera violenta; en su mayoría, apuñaladas. Las siguieron las muertes por armas de fuego y por golpes. El asesinato por incineración ocupó el sexto lugar.
En la provincia de Buenos Aires las llamadas recibidas en el teléfono gratuito del Programa de Atención a Mujeres Víctimas de la Violencia (0800-555-0137) se multiplican cotidianamente. El año pasado superaron las 15.000. Ese distrito lidera, según el informe de Casa del Encuentro, el ranking de asesinatos de mujeres, con 66 casos. Los datos para elaborar el estudio surgieron de un relevamiento de los hechos publicados en agencias de noticias y en más de 40 diarios de circulación nacional debido a que no existen datos oficiales.
La Dirección General de la Mujer de la ciudad de Buenos Aires, distrito donde el año pasado se produjeron ocho homicidios relacionados con la violencia doméstica, atendió durante 2009 a 7225 mujeres que se presentaron de manera espontánea en alguno de los siete centros integrales de la mujer ubicados en distintos puntos de la ciudad.
Además, se alojaron 280 mujeres con sus hijos en refugios del gobierno de la ciudad ante situaciones en que estaba en riesgo la vida de la víctima y se derivaron más de 400 casos a la OVD.
La ministra de Desarrollo Social de la ciudad, María Eugenia Vidal, dijo a LA NACION que casos como los protagonizados por el baterista de Callejeros ayudan a tomar conciencia del problema.
"Este tipo de casos ayuda a que otras mujeres se animen a denunciar y tomen conciencia de que la violencia doméstica es un camino que puede terminar con su vida. Lo que vemos es que hay mayor visibilidad del tema, las mujeres están más informadas sobre el problema y son más son más conscientes de sus derechos, pero todavía falta mucho por hacer", opinó Vidal.
Aunque la violencia doméstica se da en cualquier clase social y momento, casi el 40% de las llamadas recibidas al Programa de Atención a Mujeres Víctimas de la Violencia en la provincia de Buenos Aires corresponde a hogares integrados por efectivos de fuerzas de seguridad. Otro dato es que la violencia doméstica se incrementa durante el período vacacional.

¿Legitimación social?
Según la coordinadora ejecutiva de Casa del Encuentro, Fabiana Tuñez, el aumento en la violencia de género tiene que ver con que aún persiste, en la sociedad, cierta legitimación de la violencia hacia la mujer. En 2009, la asociación recibió 120 denuncias de maltrato por mes. En enero se registraron más de 90.
"La violencia ejercida hacia las mujeres no son hechos aislados, sino producto de una construcción social, cultural, que apoya la violencia hacia las mujeres -dijo-. En diferentes medios de comunicación se trata a la mujer como un objeto de consumo. El aumento de la violencia significa que no existen suficientes políticas públicas que tiendan a prevenir y a sancionar la violencia de género."
Tuñez destacó que aunque se sancionó una ley de violencia hacia la mujer, ésta aún no fue reglamentada. "No existen estadísticas oficiales sobre femicidos, por lo cual no existen políticas que proyecten acciones contra este delito. El Estado debe responder de forma urgente y necesaria. Estamos hablando de más de un Cromagnon por año en violencia hacia las mujeres", comparó Tuñez.
La psicoanalista Lila Isacovich, docente universitaria y coordinadora asistencial de la Fundación Buenos Aires, no cree que exista legitimación social de la violencia de género, sino una escalada de la violencia en general.
Más violencia
"No creo que la mayoría de la sociedad avale la violencia hacia la mujer. Sí hay un aumento de la violencia generalizado, y no sólo en nuestro país. La gente está más estresada, más presionada y esto repercute en las relaciones y en los vínculos", comentó Isacovich.
En este contexto, la pareja suele ser la más castigada. "Es la que se tiene más a mano, es el lugar que más se debería cuidar y paradójicamente es lo que más se descuida. Pero alguien no se vuelve violento de la noche a la mañana, hay personalidades violentas. "El golpeador es alguien que apela al golpe porque no tiene otros recursos, se queda sin argumentos y entonces llega a la violencia física", describió la psicoanalista.
Tuñez se refirió al ciclo de violencia que se gesta en este tipo de personalidades. "En general, el perfil del varón golpeador tiene que ver con una personalidad que considera a la mujer como un objeto de pertenencia, como una cosa. Es uno de los principales factores que desencadenan los diferentes ciclos de la violencia. Primero aparecen los celos, la descalificación, el control y finalmente el maltrato; después llega el perdón, que se conoce como el ciclo de la meseta, en el que el varón promete que no se va a volver a repetir; y luego ese ciclo violento vuelve a comenzar y se suman los golpes", describió la especialista.
Pero así como existe un perfil del golpeador, según Tuñez no hay un perfil de víctima. "Toda mujer puede sufrir maltrato. Todo este ciclo de violencia genera una sensación de miedo, de pérdida de autoestima, se van minando sus derechos, empieza a considerar que todo lo que hace está mal y se culpabiliza por las acciones del golpeador. Hay una tendencia a decir que es su culpa, y cuanto más cede, más se acelera la violencia, porque el objetivo del golpeador es dominar", concluyó.

11%
Crecieron los femicidios
En 2009 se registraron 231 muertes de mujeres por causas violentas; implica un homicidio cada día y medio.
40%

Aumentaron las denuncias
En enero pasado, la Corte registró 526 denuncias, contra 375 del mismo período del año anterior. Con la colaboración de Horacio Varoli y Pablo Morosi.

lanacion.com

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