martes, 16 de febrero de 2010

Para ser británico, hay que formar fila

LONDRES.- Los inmigrantes que aspiren a obtener la nacionalidad británica deberán aprender y aplicar costumbres y comportamientos tan británicos como conducir por la izquierda, respetar los turnos de espera en fila o saber qué hacer si vuelca la cerveza de otro en un pub.
Mientras la idea parecía ayer una broma, funcionarios y ministros afirmaron que se trata de una iniciativa seria que pretende adoctrinar a los inmigrantes en el estilo de vida británico. El secretario de Estado de Inmigración británico, Phil Woolas, confirmó al diario The Sunday Telegraph que impulsa esta idea como parte de una serie de iniciativas para facilitar y promover la integración de los inmigrantes en la sociedad.
"El simple hecho de esperar turno es unas de las cosas que mantiene a nuestro país cohesionado. Es muy importante que los recién llegados respeten su turno en las filas ya sea para subirse al ómnibus o para tomarse una taza de té", afirmó Woolas.
Según el funcionario, respetar un elemento como éste "es una parte central del espíritu británico del fair play (juego limpio) y también es algo que es mejor para todo el mundo porque se produce un gran resentimiento cuando alguien se cuela en una fila".
En un intento por evitar que la iniciativa parezca xenófoba o racista, responsables del Departamento de Inmigración afirmaron a The Sunday Telegraph que la culpa de saltarse el turno no es de los individuos, sino de las sociedades de las que proceden, donde a veces la única manera de conseguir algo es pelear por un sitio.
En este sentido, Woolas subrayó que "la mayoría de los inmigrantes quieren jugar limpio", y explicó que éste sería un elemento más del examen escrito al que se someten los solicitantes de la nacionalidad británica antes de recibir el pasaporte.
Estos exámenes, que duran unos 45 minutos y fueron desarrollados por el ex ministro del Interior laborista David Blunkett, incluyen preguntas sobre diversos aspectos de la vida británica, desde cuestiones políticas a datos sobre la cultura y las costumbres del país.
Las respuestas están en un libro titulado Vida en el Reino Unido , que los aspirantes a la nacionalidad reciben antes del examen y que aborda cuestiones tan dispares como el lugar de residencia del primer ministro, desde qué edad se puede votar en Gran Bretaña, si son válidas las notas de crédito del Banco de Escocia fuera de las islas o qué se debe hacer si le hace tirar a alguien involuntariamente el vaso de cerveza en el pub .
Para convertirse en súbdito del reino hay que responder correctamente por lo menos el 75% de las preguntas y existe la opción de volver a realizar el examen en el caso de no aprobarlo.
Los críticos de la iniciativa argumentaron que el sistema sólo se trata de una prueba de memoria y que no resulta una medida válida para reconocer si un inmigrante está verdaderamente comprometido con el estilo de vida británico.
Agencias EFE y ANSA

lanacion.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que enfermos !!!! .... Primero, parecería que el ser británico te posiciona diferente en la vida, y segundo es que prefiero colarme en una fila que ser un burdo y simple ladrón de tierras que no me pertenecen. Una cosa es ser desubicado y otra ser pirata y ladrón.