La Academia se ha llenado de voces. "A la marchanta"; "pasar el chimento"; "patinarse los mangos"; "pegar un levante"; "cargar con el muerto", son algunas de las frases que se disparan desde la portada del Diccionario Fraseológico del Habla de los Argentinos, realizado por la Academia Argentina de Letras (AAL), donde se recoge la lengua viva del pueblo, su creatividad, sus ocurrencias, la chispa y el color de nuestra lengua.
El Diccionario, que inaugura la colección Biblioteca del Bicentenario de Emecé, es el primero exclusivamente de frases que se edita en la Argentina y también él único en su tipo en América Latina. Responsabilidad de Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia, y de magíster en Lexicografía Hispánica, Gabriela Pauer, este trabajo busca, en palabras de Barcia, "dar cuenta del haber lingüístico y literario del país. En este diccionario recogemos de la voz del pueblo todas estas expresiones, las ordenamos, y las devolvemos al pueblo para que tome conciencia de su capacidad creativa".
"La lengua -sigue Barcia- nace en el pueblo, la ratifican los escritores y la estudian y precisan los académicos, pero los académicos operamos recién en un tercer lugar, con la materia ya hecha". El 30 por ciento del material incluido en este trabajo ha sido tomado del habla oral. Aparecen en el Diccionario, una cantidad de frases que han tomado forma en las últimas décadas, pero también otras que vienen desde el siglo XIX y que aún suenan. Hay una cantidad de ellas que son propias del ámbito rural ("como patada de chancho"), otras tantas directamente asociadas al sexo ("mojar la chaucha"); el turf ("cruzar el disco"); el fútbol ("faltarle a alguien potrero"); e incluso, la política ("que se vayan todos"). Hay, además, unas cuantas comparaciones ("como escupida de músico").
Este Diccionario Fraseológico del Habla de los Argentinos, no contiene ninguna de las frases que se emplean en España, ha sido creado sólo con aquellas que nos son propias, "si hubiéramos incluido las frases de origen español tendríamos un diccionario de frases de uso y sería tres veces más grande. La decepción que uno tiene, a veces, al trabajar de este modo es que aparecen frases como "mala leche" que parecen del más puro riñón nacional, pero que en realidad son de origen español", comentó Barcia.
"Este manojo de frases de uso argentino es parte de nuestra biografía cultural", dice Barcia en el estudio preliminar a esta edición. Aquí un punteo por algunas de ellas:
A los ponchazos: 1 En forma muy ajustada. 2 En forma atropellada, desordenadamente; como se pueda, a falta de medios. 3 Confusamente. Obs: Aplícase mucho a las carreras de caballos, cuando el resultado final es muy ajustado, a la aprobación de un examen con la nota mínima.
Abrirse de gambas: 1 Eludir responsabilidades. 2 Referido a un problema o dilema, desentenderse, excusarse. 3 Referido a una mujer, entregarse sexualmente.
Andá a cantarle a Gardel: 1 Expresión de incredulidad utilizada ante la falta de veracidad de lo que alguien afirma o sostiene. 2 Expresión para indicarle a alguien que deje de molestar y que vaya a quejarse a otro lado o a otra persona. Obs: Remitirlo a Gardel equivale a enviar a la persona a que entable un monólogo con quien no puede escucharlo ni contestarle.
Armar quilombo: Armar un despelote. Obs: "Quilombo", voz de origen africano, proveniente del Brasil, pasa al Río de la Plata. Era una reunión de negros, divertida, ruidosa y desordenada. Por analogía, se aplicó a los barullos producidos en los prostíbulos y, luego, se lo hizo sinónimo de "lupanar" o "prostíbulo".
A toda hora Geniol: 1 Expresa que algo es una solución para todo. 2 Se dice de la persona que se aparece a todo momento. Obs: Proviene de la publicidad de aspirinas Geniol, una pastilla que cumplía múltiples funciones.
Caer como peludo de regalo: 1 Referido a una persona, llegar de forma inesperada y a destiempo. 2 Referido a una noticia, llegar de forma imprevista y, en consecuencia, alterar planes.
Comerse un garrón: Tener que soportar inesperadamente una situación desagradable. Obs: El garrón es la parte de la pata de la vaca cercana a la pezuña; como no tiene casi carne, a lo sumo se lo usaba para hacer caldo. Como pieza de alimento es, pues, despreciable. De allí la expresión; quedarle a uno lo peor para comer. El tener que aceptar situaciones desfavorables de distinta naturaleza supone "comerse un garrón": que le toque bailar con la mujer fea, que lo "ningunee" un jefe, que le endilguen a uno culpas ajenas, etc.
¡De acá!: Se utiliza para marcar y enfatizar una negativa rotunda. Oralidad. Obs: Esta expresión es una creación del cómico argentino Alberto Olmedo. La pronunciaba al tiempo que flexionaba las rodillas y ponía los brazos a los costados del cuerpo, con las palmas hacia arriba, y los hacía subir y bajar, como sopesando algo. Obviamente tiene connotaciones testiculares.
El último 'e culo de perro: "El último es cola de perro"; alude a que quien llega último recibe siempre lo peor. Se usa como frase exhortativa a no quedar último, sino a esforzarse para alcanzar algo.
Que se vayan todos: Expresión de hartazgo ante los desmanes políticos y las crisis económicas, sociales y morales que vive el país.
¡Qué cara. está la cebolla!: Frase ante alguien que tiene una expresión seria, preocupada o adusta.
Ser pato criollo: Ser torpe. Oralidad. Obs: Se dice del pato criollo dos afirmaciones: "Cada paso, una cagada". Y que hace tres cosas: nada, vuela y camina, y a las tres las hace mal.
Tener la vaca atada: Tener seguridad económica, tener un negocio exitoso y seguro. Obs: La frase alude a la situación de ordeñe, pues a la vaca se la manea o ata para sacarle la leche. Se señala con la frase una ocasión en que se puede sacar provecho de algo con seguridad. Hoy los adolescentes usan la frase abreviada sin saber su origen: "La tiene atada".
Sin miedo a las expresiones "malsonantes"
Los autores han decidir no excluir del Diccionario aquellas frases que Barcia llama "inmundas", relacionadas en buena medida con las prácticas sexuales, que se llevan el caudal más alto de alocuciones.
"Efectivamente es una elección incluirlas, pero creemos que no pueden ser negadas porque la gente del pueblo las usa y son parte de nuestra realidad lingüísticas. Eso sí, aclara Gabriela Pauer, aparecen marcadas como de uso vulgar, "por lo que su inclusión en el diccionario no quiere decir que puedan ser usadas por todo el mundo o en cualquier lugar".
Para muestra, algunos botones: Abrirle la boca al bagre: Desflorar a una mujer. Levantar carpa: Tener una erección que se insinúa en el pantalón.
Cualquier bondi le viene bien: Referido a una mujer para indicar que es promiscua.Hace manualidades: Se masturba.
Largar el chivo: Vomitar por efectos de una borrachera.
Dichos bicentenarios
Aparecen en el Diccionario Fraseológico..., una serie de frases que nacieron en la Argentina de 1810 y que se han mantenido vivas por doscientos años. Algunas de ellas ya aparecían en el Inédito Diccionario de Argentinismo del Siglo XIX, publicado por la AAL en 2006, y son recuperadas aquí. Por caso: Ponerse las botas: Obtener pingües resultados en un negocio o empresa; lograr más de lo que se desea.
Hacer gancho: Ayudar una persona a otra sirviendo de intermediaria para que consiga su objeto, particularmente en asuntos amorosos.
Ensillar el picazo: Picarse, enojarse repentinamente por simplezas.Donde el diablo perdió el poncho: En un lugar muy distante.
clarin.com
El Diccionario, que inaugura la colección Biblioteca del Bicentenario de Emecé, es el primero exclusivamente de frases que se edita en la Argentina y también él único en su tipo en América Latina. Responsabilidad de Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia, y de magíster en Lexicografía Hispánica, Gabriela Pauer, este trabajo busca, en palabras de Barcia, "dar cuenta del haber lingüístico y literario del país. En este diccionario recogemos de la voz del pueblo todas estas expresiones, las ordenamos, y las devolvemos al pueblo para que tome conciencia de su capacidad creativa".
"La lengua -sigue Barcia- nace en el pueblo, la ratifican los escritores y la estudian y precisan los académicos, pero los académicos operamos recién en un tercer lugar, con la materia ya hecha". El 30 por ciento del material incluido en este trabajo ha sido tomado del habla oral. Aparecen en el Diccionario, una cantidad de frases que han tomado forma en las últimas décadas, pero también otras que vienen desde el siglo XIX y que aún suenan. Hay una cantidad de ellas que son propias del ámbito rural ("como patada de chancho"), otras tantas directamente asociadas al sexo ("mojar la chaucha"); el turf ("cruzar el disco"); el fútbol ("faltarle a alguien potrero"); e incluso, la política ("que se vayan todos"). Hay, además, unas cuantas comparaciones ("como escupida de músico").
Este Diccionario Fraseológico del Habla de los Argentinos, no contiene ninguna de las frases que se emplean en España, ha sido creado sólo con aquellas que nos son propias, "si hubiéramos incluido las frases de origen español tendríamos un diccionario de frases de uso y sería tres veces más grande. La decepción que uno tiene, a veces, al trabajar de este modo es que aparecen frases como "mala leche" que parecen del más puro riñón nacional, pero que en realidad son de origen español", comentó Barcia.
"Este manojo de frases de uso argentino es parte de nuestra biografía cultural", dice Barcia en el estudio preliminar a esta edición. Aquí un punteo por algunas de ellas:
A los ponchazos: 1 En forma muy ajustada. 2 En forma atropellada, desordenadamente; como se pueda, a falta de medios. 3 Confusamente. Obs: Aplícase mucho a las carreras de caballos, cuando el resultado final es muy ajustado, a la aprobación de un examen con la nota mínima.
Abrirse de gambas: 1 Eludir responsabilidades. 2 Referido a un problema o dilema, desentenderse, excusarse. 3 Referido a una mujer, entregarse sexualmente.
Andá a cantarle a Gardel: 1 Expresión de incredulidad utilizada ante la falta de veracidad de lo que alguien afirma o sostiene. 2 Expresión para indicarle a alguien que deje de molestar y que vaya a quejarse a otro lado o a otra persona. Obs: Remitirlo a Gardel equivale a enviar a la persona a que entable un monólogo con quien no puede escucharlo ni contestarle.
Armar quilombo: Armar un despelote. Obs: "Quilombo", voz de origen africano, proveniente del Brasil, pasa al Río de la Plata. Era una reunión de negros, divertida, ruidosa y desordenada. Por analogía, se aplicó a los barullos producidos en los prostíbulos y, luego, se lo hizo sinónimo de "lupanar" o "prostíbulo".
A toda hora Geniol: 1 Expresa que algo es una solución para todo. 2 Se dice de la persona que se aparece a todo momento. Obs: Proviene de la publicidad de aspirinas Geniol, una pastilla que cumplía múltiples funciones.
Caer como peludo de regalo: 1 Referido a una persona, llegar de forma inesperada y a destiempo. 2 Referido a una noticia, llegar de forma imprevista y, en consecuencia, alterar planes.
Comerse un garrón: Tener que soportar inesperadamente una situación desagradable. Obs: El garrón es la parte de la pata de la vaca cercana a la pezuña; como no tiene casi carne, a lo sumo se lo usaba para hacer caldo. Como pieza de alimento es, pues, despreciable. De allí la expresión; quedarle a uno lo peor para comer. El tener que aceptar situaciones desfavorables de distinta naturaleza supone "comerse un garrón": que le toque bailar con la mujer fea, que lo "ningunee" un jefe, que le endilguen a uno culpas ajenas, etc.
¡De acá!: Se utiliza para marcar y enfatizar una negativa rotunda. Oralidad. Obs: Esta expresión es una creación del cómico argentino Alberto Olmedo. La pronunciaba al tiempo que flexionaba las rodillas y ponía los brazos a los costados del cuerpo, con las palmas hacia arriba, y los hacía subir y bajar, como sopesando algo. Obviamente tiene connotaciones testiculares.
El último 'e culo de perro: "El último es cola de perro"; alude a que quien llega último recibe siempre lo peor. Se usa como frase exhortativa a no quedar último, sino a esforzarse para alcanzar algo.
Que se vayan todos: Expresión de hartazgo ante los desmanes políticos y las crisis económicas, sociales y morales que vive el país.
¡Qué cara. está la cebolla!: Frase ante alguien que tiene una expresión seria, preocupada o adusta.
Ser pato criollo: Ser torpe. Oralidad. Obs: Se dice del pato criollo dos afirmaciones: "Cada paso, una cagada". Y que hace tres cosas: nada, vuela y camina, y a las tres las hace mal.
Tener la vaca atada: Tener seguridad económica, tener un negocio exitoso y seguro. Obs: La frase alude a la situación de ordeñe, pues a la vaca se la manea o ata para sacarle la leche. Se señala con la frase una ocasión en que se puede sacar provecho de algo con seguridad. Hoy los adolescentes usan la frase abreviada sin saber su origen: "La tiene atada".
Sin miedo a las expresiones "malsonantes"
Los autores han decidir no excluir del Diccionario aquellas frases que Barcia llama "inmundas", relacionadas en buena medida con las prácticas sexuales, que se llevan el caudal más alto de alocuciones.
"Efectivamente es una elección incluirlas, pero creemos que no pueden ser negadas porque la gente del pueblo las usa y son parte de nuestra realidad lingüísticas. Eso sí, aclara Gabriela Pauer, aparecen marcadas como de uso vulgar, "por lo que su inclusión en el diccionario no quiere decir que puedan ser usadas por todo el mundo o en cualquier lugar".
Para muestra, algunos botones: Abrirle la boca al bagre: Desflorar a una mujer. Levantar carpa: Tener una erección que se insinúa en el pantalón.
Cualquier bondi le viene bien: Referido a una mujer para indicar que es promiscua.Hace manualidades: Se masturba.
Largar el chivo: Vomitar por efectos de una borrachera.
Dichos bicentenarios
Aparecen en el Diccionario Fraseológico..., una serie de frases que nacieron en la Argentina de 1810 y que se han mantenido vivas por doscientos años. Algunas de ellas ya aparecían en el Inédito Diccionario de Argentinismo del Siglo XIX, publicado por la AAL en 2006, y son recuperadas aquí. Por caso: Ponerse las botas: Obtener pingües resultados en un negocio o empresa; lograr más de lo que se desea.
Hacer gancho: Ayudar una persona a otra sirviendo de intermediaria para que consiga su objeto, particularmente en asuntos amorosos.
Ensillar el picazo: Picarse, enojarse repentinamente por simplezas.Donde el diablo perdió el poncho: En un lugar muy distante.
clarin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario