MARÍA SAINZ
MADRID.- No importa si es por trabajo o por placer, el reloj interno siempre se desincroniza cuando se viaja a países lejanos. La diferencia horaria entre el destino y el origen desequilibra el organismo y éste, por ejemplo, funciona como si fuera de noche cuando es de día. Exponerse a la luz o tomar determinados medicamentos puede ayudar a equilibrar el ritmo circadiano. 'The New England Journal of Medicine' ('NEJM') repasa la etiología y los posibles tratamientos del omnipresente 'jet-lag'.
Aunque, básicamente, trastorna el sueño, sobrevolar cinco o más franjas horarias, en dirección Este u Oeste, también puede alterar el humor, la capacidad física o cognitiva y provocar molestias gastrointestinales. El que desaparezcan es cuestión de tiempo, y de adaptación. Sin embargo, hasta que esto sucede, el viajero puede sentirse bastante incómodo.
La primera forma de combatir el 'jet-lag' consiste en 'alinear' el reloj circadiano (que regula las funciones del cuerpo durante el día y la noche) exprimiendo los beneficios de una luz intensa. "Exponerse al sol por la tarde retrasa el reloj y hacerlo por la mañana lo adelanta", apunta Robert L. Sack, autor del documento y profesor de la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón (EEUU).
La pauta será distinta, por lo tanto, si se viaja hacia el Este o el Oeste. El recién llegado tendrá que adaptarse 'a la baja' en el caso de un viaje de España a EEUU, y exponerse a la luz por la tarde; o a la alta, si se marcha de Inglaterra a Asia, por ejemplo, y buscar la luz por las mañanas.
Luz y oscuridad
Igualmente, en determinados horarios, es fundamental la oscuridad. "Conviene no salir durante las primeras horas del día, después de un periplo hacia Oriente, o durante unas horas antes del atardecer, si ha sido hacia Occidente", apunta el trabajo. Y añade, "esta estrategia se basa en la teoría de que si una persona cruza ocho o más zonas horarias, su sistema circadiano puede interpretar el amanecer como el atardecer (o a la inversa)".
En este proceso de adaptación horaria, también puede ayudar la administración de melatonina. Se trata de una hormona que "puede considerarse como una señal nocturna, con consecuencias sobre el ritmo circadiano que son contrarias a las de la exposición a la luz".
Hasta ahora, el uso de melatonina sólo está aprobado por la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) como suplemento nutricional. Sin embargo, distintos ensayos muestran que su utilización en el 'jet-lag', aunque se desconoce a qué dosis, también podría ser segura y eficaz.
Estas pautas, como matiza el citado experto, pueden ser las contrarias en algunos casos especiales, como en el de personas que salen de su país con los ritmos 'cambiados'. Sería el caso, por ejemplo, de los individuos que trabajan de noche o de los que ya sufrían 'jet-lag' previamente. Además de la melatonina, otros medicamentos podrían ser de utilidad contra este 'trastorno de horario'. Es el caso de los fármacos hipnóticos o los excitantes, según las circunstancias. El principal problema de esta alternativa tiene que ver con los efectos secundarios (confusión, dolor de cabeza, náuseas, vómitos...).
Otras pautas básicas
Antes de viajar: es recomendable comenzar a resetear el reloj interno, adelantando o atrasando la hora de dormir. También resulta fundamental descansar el tiempo suficiente.
En el vuelo: conviene ir cómodos, con ropa ligera y, si se puede, lo ideal es viajar en 'business' o primera clase. Tome agua para mantenerse hidratado y no abuse de la cafeína ni del alcohol. Esto último es especialmente importante si se va a tomar una pastilla para dormir, que no debe combinarse con las bebidas alcohólicas. Cambie de postura frecuentemente y pasee por el avión de vez en cuando, para impedir una trombosis venosa profunda ('Síndrome de la clase turista').
A la llegada: es importante tener en mente que es muy posible que sus patrones de sueño se vean modificados; que duerma más o menos de lo normal. Si le cuesta mucho conciliar el sueño, puede recurrir a una ayuda farmacológica. Si está cansado durante el día, tome cafeína de forma moderada e intente dormir una siesta. Adáptese al ritmo local, sobre todo si planea quedarse varios días.
elmundo.es
MADRID.- No importa si es por trabajo o por placer, el reloj interno siempre se desincroniza cuando se viaja a países lejanos. La diferencia horaria entre el destino y el origen desequilibra el organismo y éste, por ejemplo, funciona como si fuera de noche cuando es de día. Exponerse a la luz o tomar determinados medicamentos puede ayudar a equilibrar el ritmo circadiano. 'The New England Journal of Medicine' ('NEJM') repasa la etiología y los posibles tratamientos del omnipresente 'jet-lag'.
Aunque, básicamente, trastorna el sueño, sobrevolar cinco o más franjas horarias, en dirección Este u Oeste, también puede alterar el humor, la capacidad física o cognitiva y provocar molestias gastrointestinales. El que desaparezcan es cuestión de tiempo, y de adaptación. Sin embargo, hasta que esto sucede, el viajero puede sentirse bastante incómodo.
La primera forma de combatir el 'jet-lag' consiste en 'alinear' el reloj circadiano (que regula las funciones del cuerpo durante el día y la noche) exprimiendo los beneficios de una luz intensa. "Exponerse al sol por la tarde retrasa el reloj y hacerlo por la mañana lo adelanta", apunta Robert L. Sack, autor del documento y profesor de la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón (EEUU).
La pauta será distinta, por lo tanto, si se viaja hacia el Este o el Oeste. El recién llegado tendrá que adaptarse 'a la baja' en el caso de un viaje de España a EEUU, y exponerse a la luz por la tarde; o a la alta, si se marcha de Inglaterra a Asia, por ejemplo, y buscar la luz por las mañanas.
Luz y oscuridad
Igualmente, en determinados horarios, es fundamental la oscuridad. "Conviene no salir durante las primeras horas del día, después de un periplo hacia Oriente, o durante unas horas antes del atardecer, si ha sido hacia Occidente", apunta el trabajo. Y añade, "esta estrategia se basa en la teoría de que si una persona cruza ocho o más zonas horarias, su sistema circadiano puede interpretar el amanecer como el atardecer (o a la inversa)".
En este proceso de adaptación horaria, también puede ayudar la administración de melatonina. Se trata de una hormona que "puede considerarse como una señal nocturna, con consecuencias sobre el ritmo circadiano que son contrarias a las de la exposición a la luz".
Hasta ahora, el uso de melatonina sólo está aprobado por la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) como suplemento nutricional. Sin embargo, distintos ensayos muestran que su utilización en el 'jet-lag', aunque se desconoce a qué dosis, también podría ser segura y eficaz.
Estas pautas, como matiza el citado experto, pueden ser las contrarias en algunos casos especiales, como en el de personas que salen de su país con los ritmos 'cambiados'. Sería el caso, por ejemplo, de los individuos que trabajan de noche o de los que ya sufrían 'jet-lag' previamente. Además de la melatonina, otros medicamentos podrían ser de utilidad contra este 'trastorno de horario'. Es el caso de los fármacos hipnóticos o los excitantes, según las circunstancias. El principal problema de esta alternativa tiene que ver con los efectos secundarios (confusión, dolor de cabeza, náuseas, vómitos...).
Otras pautas básicas
Antes de viajar: es recomendable comenzar a resetear el reloj interno, adelantando o atrasando la hora de dormir. También resulta fundamental descansar el tiempo suficiente.
En el vuelo: conviene ir cómodos, con ropa ligera y, si se puede, lo ideal es viajar en 'business' o primera clase. Tome agua para mantenerse hidratado y no abuse de la cafeína ni del alcohol. Esto último es especialmente importante si se va a tomar una pastilla para dormir, que no debe combinarse con las bebidas alcohólicas. Cambie de postura frecuentemente y pasee por el avión de vez en cuando, para impedir una trombosis venosa profunda ('Síndrome de la clase turista').
A la llegada: es importante tener en mente que es muy posible que sus patrones de sueño se vean modificados; que duerma más o menos de lo normal. Si le cuesta mucho conciliar el sueño, puede recurrir a una ayuda farmacológica. Si está cansado durante el día, tome cafeína de forma moderada e intente dormir una siesta. Adáptese al ritmo local, sobre todo si planea quedarse varios días.
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