jueves, 18 de marzo de 2010

Cárcel por forzar a su esposa a mantener relaciones sexuales con su perro

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a dos años y ocho meses de prisión impuesta en julio del pasado año por la Audiencia Provincial de Barcelona a un hombre por un delito contra la integridad moral, por obligar a su esposa a realizar felaciones a su perro. El alto tribunal considera que "resulta difícil imaginar un acto de mayor degradación y humillación para una persona".
Los hechos sucedieron en diciembre de 2007 en un domicilio de Sant Boi de LLobregat (Barcelona), donde convivían el condenado, Juan Carlos F.V. y su mujer María Constancia, pese a que el hombre tenía orden de no aproximarse a su esposa por unos malos tratos cometidos con anterioridad.
Según el relato de hechos de sentencia dictada por la Audiencia de Barcelona, "mientras el procesado y su esposa se hallaban juntos en el domicilio, mantuvieron relaciones sexuales, a la par que el procesado le pidió a ella que efectuara a su perro un total de hasta tres felaciones, a lo que ella accedió, sin que conste que manifestara su voluntad en contra de llevar a cabo los referidos actos".
No obstante, Juan Carlos insistió en que su mujer lo hiciera una vez más, a lo que ella se negó", momento en que el hombre, "con intención de humillarla y someter su voluntad renuente", la conminó a hacerlo bajo amenaza de matarla a ella y a sus tíos si no accedía a sus "abyectas intenciones". La mujer lo hizo ante el temor que le había sido infundido por la amenaza de su marido.
La Audiencia de Barcelona condenó a Juan Carlos, que sufre trastorno bipolar, a ocho meses de prisión por quebrantamiento de la medida cautelar y a dos años más de cárcel como un autor de un delito contra la integridad moral con la agravante de parentesco, si bien le absolvió de maltrato y de otros dos delitos de agresión sexual por los que también había sido acusado por su esposa. Igualmente, se le condenó a no acercarse a menos de 1.000 metros de María Constancia.
La sentencia del alto tribunal, de la que ha sido ponente el magistrado Julián Sánchez Melgar, rechaza todos los motivos expuestos en el recurso de casación del condenado y señala que "la incardinación como delito contra la integridad moral de esos actos con un animal, son de tal humillación para una mujer, al haberlos practicado forzadamente, que nos revelan de mayores comentarios jurídicos".
elmundo.es

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