Fabiola Czubaj
LA NACION
"Me vieron irme del país como jugador de rugby y ahora vuelvo como educador de salud mental", afirma orgulloso Enrique Rodríguez, que hasta 1983 deleitó a los seguidores de los Pumas y luego partió hacia Australia para vestir la camiseta de los Wallabies.
Desde hace tres años, y ya lejos de la cancha, el "Topo" Rodríguez dirige una fundación que promueve la educación para evitar la estigmatización de las personas con desórdenes mentales. En especial, con una enfermedad que él mismo padece, el trastorno bipolar o maníaco-depresivo. "El término «bipolar» suele usarse peyorativamente, como un insulto, pero hay que tratar de corregirlo. Ayudamos tanto a quienes lo padecen como al resto de la población a comprender qué es el trastorno bipolar, cómo se trata y que, con el manejo adecuado, se puede seguir adelante", dijo ayer por vía telefónica desde Córdoba. Allí, dará hoy, a las 19, en San Jerónimo 137, la primera de dos charlas programadas en el país, tras hablar en la 4a. Conferencia Bianual de la Sociedad Internacional de Trastornos del Humor, en San Pablo.
"La gente puede aprender que se puede vivir bien con un buen plan de manejo, ya que el trastorno no se cura. Se trata de gerenciar bien el cerebro y el cuerpo con una vida disciplinada, controlada y medida por el propio paciente -aseguró-. Si uno tiene un trastorno mental bien manejado, puede vivir una vida productiva y de pareja."
A la creación de la Topo Fundation for Education(TF4E) Rodríguez no llegó sólo con 16 años a bordo de "una montaña rusa" entre su retiro deportivo, en 1988, y la confirmación del diagnóstico. Lo hizo también con tres años de la carrera de Psicología, que abandonó en 1971 en la Universidad Nacional de Córdoba y retomó el año pasado en la Universidad del Sur de Queensland, en Australia.
Desde la creación de la TF4E, él y 25 voluntarios (el 80% con enfermedades mentales) hablaron en escuelas, empresas y clubes ante más de 22.000 personas sobre concientización, desestigmatización y prevención del suicidio. El 15% de las personas a las que se les diagnostica trastorno bipolar o depresión clínica está en riesgo de suicidarse. "La única forma de combatir el estigma y la ignorancia es con educación; cuando una persona comprende qué le pasa a un amigo, familiar o empleado, cambia la conducta y acepta que es una enfermedad normal."
El próximo martes, a las 19, dará su segunda charla gratuita, en Suipacha 694, Capital Federal.
lanacion.com
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"Me vieron irme del país como jugador de rugby y ahora vuelvo como educador de salud mental", afirma orgulloso Enrique Rodríguez, que hasta 1983 deleitó a los seguidores de los Pumas y luego partió hacia Australia para vestir la camiseta de los Wallabies.
Desde hace tres años, y ya lejos de la cancha, el "Topo" Rodríguez dirige una fundación que promueve la educación para evitar la estigmatización de las personas con desórdenes mentales. En especial, con una enfermedad que él mismo padece, el trastorno bipolar o maníaco-depresivo. "El término «bipolar» suele usarse peyorativamente, como un insulto, pero hay que tratar de corregirlo. Ayudamos tanto a quienes lo padecen como al resto de la población a comprender qué es el trastorno bipolar, cómo se trata y que, con el manejo adecuado, se puede seguir adelante", dijo ayer por vía telefónica desde Córdoba. Allí, dará hoy, a las 19, en San Jerónimo 137, la primera de dos charlas programadas en el país, tras hablar en la 4a. Conferencia Bianual de la Sociedad Internacional de Trastornos del Humor, en San Pablo.
"La gente puede aprender que se puede vivir bien con un buen plan de manejo, ya que el trastorno no se cura. Se trata de gerenciar bien el cerebro y el cuerpo con una vida disciplinada, controlada y medida por el propio paciente -aseguró-. Si uno tiene un trastorno mental bien manejado, puede vivir una vida productiva y de pareja."
A la creación de la Topo Fundation for Education(TF4E) Rodríguez no llegó sólo con 16 años a bordo de "una montaña rusa" entre su retiro deportivo, en 1988, y la confirmación del diagnóstico. Lo hizo también con tres años de la carrera de Psicología, que abandonó en 1971 en la Universidad Nacional de Córdoba y retomó el año pasado en la Universidad del Sur de Queensland, en Australia.
Desde la creación de la TF4E, él y 25 voluntarios (el 80% con enfermedades mentales) hablaron en escuelas, empresas y clubes ante más de 22.000 personas sobre concientización, desestigmatización y prevención del suicidio. El 15% de las personas a las que se les diagnostica trastorno bipolar o depresión clínica está en riesgo de suicidarse. "La única forma de combatir el estigma y la ignorancia es con educación; cuando una persona comprende qué le pasa a un amigo, familiar o empleado, cambia la conducta y acepta que es una enfermedad normal."
El próximo martes, a las 19, dará su segunda charla gratuita, en Suipacha 694, Capital Federal.
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