“Si no actuamos, 20.000 millones de personas van a morir para el año 2050 por culpa del tabaquismo”, fue la impactante frase con la que el Dr. Saúl Shiffman abrió el simposio internacional “Últimos avances del rol de la nicotina terapéutica en el control del tabaquismo”, organizado por el Hospital Universitario Austral.
El experto es profesor de investigación de psicología y farmacología de la Universidad de Pittsburgh y autor de más de 300 trabajos sobre tabaquismo, una enfermedad que definió, llamativamente, como “pediátrica”, debido a que la iniciación puede ubicarse entre los 13 y 14 años.
Shiffman reivindicó el rol de la nicotina terapéutica y afirmó que “el 95% de los esfuerzos fallan si carecen de asistencia de ese tipo”.
–¿Cuáles son las herramientas más efectivas para dejar de fumar?
–Hay muchos mitos. Uno de ellos dice que es posible dejar de fumar rápidamente, cuando en realidad sabemos que es un largo proceso en el cual hay que trabajar mucho sobre el comportamiento. Otro mito tiene que ver con el uso de nicotina terapéutica: mientras que muchos piensan que es peligrosa, lo cierto es que es sumamente necesaria porque reduce la necesidad de fumar y el síndrome de abstinencia. Mantiene al cerebro ocupado para que no entre en desequilibrio, dándole a la persona la posibilidad de dejar de fumar gradualmente. La nicotina terapéutica es el medicamento más estudiado (hay cerca de 210 estudios) y se comprobó que duplica las chances de éxito de superar la adicción. Es muy efectiva.
–¿Cuáles son las novedades en el campo de los medicamentos para dejar de fumar?
–Los más utilizados son los que son fabricados a base de nicotina terapéutica: una pastilla comestible que brinda a la persona una cantidad necesaria de nicotina para calmar la ansiedad y reducir el deseo de fumar. Puede combinarse con el parche. Este binomio se ha transformado en el tratamiento estándar más efectivo.
–¿Con la voluntad basta para dejar de fumar?
–La motivación sola no alcanza. A las dos semanas, tres cuartos de las personas que quisieron dejar voluntariamente volvieron a reincidir. En el tabaco la dependencia es mayor que la generada por otras drogas como la heroína, la cocaína o el alcohol, debido a la rapidez con la cual la nicotina llega al cerebro (11 segundos). Cuanto más rápido llegue, mayor será el efecto y la adicción.
–¿Qué otros factores influyen en el proceso de abandonar el hábito?
–Siempre tiene más éxito quien cuenta con el apoyo de su familia. Diversas investigaciones demostraron que si la familia actúa como policía, es contraproducente. También ayuda evitar situaciones sociales o lugares donde se fuma mucho. Los riesgos de recaer aumentan en ocasiones puntuales: cuando la persona está enojada, tensionada, cuando los que están a su alrededor beben alcohol o fuman.
–¿Qué ocurre con la afectación a la salud de los llamados fumadores pasivos?
–Hace unos años se creía que éste era un proceso largo y que requería cierto tiempo de exposición al humo para afectar a los no fumadores, pero ahora sabemos que al implementar las áreas libres de humo, las tasas de infartos entre los que no fuman bajaron inmediatamente, por eso es necesario impulsar la ratificación al convenio marco en la Argentina.
–¿Cuándo se considera que un tratamiento ha sido exitoso?
–El período de mayor riesgo de recaídas suele ser dentro de los primeros tres meses. Si se supera este plazo, el resultado es bueno; si este período es de seis meses, mucho mejor; mientras que si se logra llegar al año, la probabilidad de recaer es mínima.
–¿Qué información epidemiológica maneja sobre las consecuencias del tabaquismo en el mundo?
–Las estadísticas son muy elocuentes. Si no actuamos rápidamente con acción efectiva desde los estados, 20.000 millones de personas van a morir para 2050 por tabaquismo. Sólo en la Argentina el consumo de tabaco se cobra la vida de 40.000 personas por año.
Un marco legal aún pendiente
El Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT) establece las pautas y leyes que cada país debe implementar para disminuir el tabaquismo. La Argentina es el único estado latinoamericano que no lo ratificó en la instancia legislativa. Consultado al respecto, el Dr. Saúl Shiffman destacó que se trata de “un hito fundamental en la lucha contra el tabaquismo” y que “es hora de que la Argentina lo ratifique, sobre todo teniendo en cuenta que en América son muy pocos los países que aún no lo han hecho, con lo cual se advierte que es una acción afianzada en el mundo entero”. Otros expertos que participaron en el Simposio brindaron algunos datos de la situación actual del tabaquismo en el país.
Mario Virgolini, director del Programa Nacional del Control de Tabaco del Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, afirmó que “si bien hay un descenso del porcentaje de fumadores en los últimos años, el 16% de las muertes de personas mayores de 35 años se debe a enfermedades relacionadas con el cigarrillo”.
criticadigital.com
El experto es profesor de investigación de psicología y farmacología de la Universidad de Pittsburgh y autor de más de 300 trabajos sobre tabaquismo, una enfermedad que definió, llamativamente, como “pediátrica”, debido a que la iniciación puede ubicarse entre los 13 y 14 años.
Shiffman reivindicó el rol de la nicotina terapéutica y afirmó que “el 95% de los esfuerzos fallan si carecen de asistencia de ese tipo”.
–¿Cuáles son las herramientas más efectivas para dejar de fumar?
–Hay muchos mitos. Uno de ellos dice que es posible dejar de fumar rápidamente, cuando en realidad sabemos que es un largo proceso en el cual hay que trabajar mucho sobre el comportamiento. Otro mito tiene que ver con el uso de nicotina terapéutica: mientras que muchos piensan que es peligrosa, lo cierto es que es sumamente necesaria porque reduce la necesidad de fumar y el síndrome de abstinencia. Mantiene al cerebro ocupado para que no entre en desequilibrio, dándole a la persona la posibilidad de dejar de fumar gradualmente. La nicotina terapéutica es el medicamento más estudiado (hay cerca de 210 estudios) y se comprobó que duplica las chances de éxito de superar la adicción. Es muy efectiva.
–¿Cuáles son las novedades en el campo de los medicamentos para dejar de fumar?
–Los más utilizados son los que son fabricados a base de nicotina terapéutica: una pastilla comestible que brinda a la persona una cantidad necesaria de nicotina para calmar la ansiedad y reducir el deseo de fumar. Puede combinarse con el parche. Este binomio se ha transformado en el tratamiento estándar más efectivo.
–¿Con la voluntad basta para dejar de fumar?
–La motivación sola no alcanza. A las dos semanas, tres cuartos de las personas que quisieron dejar voluntariamente volvieron a reincidir. En el tabaco la dependencia es mayor que la generada por otras drogas como la heroína, la cocaína o el alcohol, debido a la rapidez con la cual la nicotina llega al cerebro (11 segundos). Cuanto más rápido llegue, mayor será el efecto y la adicción.
–¿Qué otros factores influyen en el proceso de abandonar el hábito?
–Siempre tiene más éxito quien cuenta con el apoyo de su familia. Diversas investigaciones demostraron que si la familia actúa como policía, es contraproducente. También ayuda evitar situaciones sociales o lugares donde se fuma mucho. Los riesgos de recaer aumentan en ocasiones puntuales: cuando la persona está enojada, tensionada, cuando los que están a su alrededor beben alcohol o fuman.
–¿Qué ocurre con la afectación a la salud de los llamados fumadores pasivos?
–Hace unos años se creía que éste era un proceso largo y que requería cierto tiempo de exposición al humo para afectar a los no fumadores, pero ahora sabemos que al implementar las áreas libres de humo, las tasas de infartos entre los que no fuman bajaron inmediatamente, por eso es necesario impulsar la ratificación al convenio marco en la Argentina.
–¿Cuándo se considera que un tratamiento ha sido exitoso?
–El período de mayor riesgo de recaídas suele ser dentro de los primeros tres meses. Si se supera este plazo, el resultado es bueno; si este período es de seis meses, mucho mejor; mientras que si se logra llegar al año, la probabilidad de recaer es mínima.
–¿Qué información epidemiológica maneja sobre las consecuencias del tabaquismo en el mundo?
–Las estadísticas son muy elocuentes. Si no actuamos rápidamente con acción efectiva desde los estados, 20.000 millones de personas van a morir para 2050 por tabaquismo. Sólo en la Argentina el consumo de tabaco se cobra la vida de 40.000 personas por año.
Un marco legal aún pendiente
El Convenio Marco de Control de Tabaco (CMCT) establece las pautas y leyes que cada país debe implementar para disminuir el tabaquismo. La Argentina es el único estado latinoamericano que no lo ratificó en la instancia legislativa. Consultado al respecto, el Dr. Saúl Shiffman destacó que se trata de “un hito fundamental en la lucha contra el tabaquismo” y que “es hora de que la Argentina lo ratifique, sobre todo teniendo en cuenta que en América son muy pocos los países que aún no lo han hecho, con lo cual se advierte que es una acción afianzada en el mundo entero”. Otros expertos que participaron en el Simposio brindaron algunos datos de la situación actual del tabaquismo en el país.
Mario Virgolini, director del Programa Nacional del Control de Tabaco del Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, afirmó que “si bien hay un descenso del porcentaje de fumadores en los últimos años, el 16% de las muertes de personas mayores de 35 años se debe a enfermedades relacionadas con el cigarrillo”.
criticadigital.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario