viernes, 19 de marzo de 2010

Tiene piojos el 80 por ciento de los chicos

La almohada de Agustín amaneció con pequeñas manchitas de sangre. Cuando Marcela lo revisó durante el desayuno, se dio cuenta de que su hijo tenía todo el cuero cabelludo irritado y con lastimaduras. “Me pica mucho”, fue el argumento irrebatible que la criatura de seis años utilizó para justificar que se había rascado la cabeza casi hasta la desesperación. “No me hizo falta llevarlo al médico para darme cuenta de que eran piojos”, relató la mujer.
Agustín no es un caso aislado. Ni mucho menos. La pediculosis afecta a ocho de cada diez chicos en edad escolar, según un trabajo reciente del Ministerio de Salud. Los médicos advierten que rascarse provoca heridas en el cuero cabelludo que facilitan el ingreso de bacterias y el riesgo de infecciones. Y también alertan sobre el riesgo de intoxicaciones por automedicación.
Si bien la molesta picazón es el síntoma más conocido de la pediculosis, ésta no es su peor consecuencia. No tratarla deriva en que “el rascado desesperado de los chicos les provoque microheridas en el cuero cabelludo, lo que a su vez permite el ingreso de bacterias al organismo, procedentes de la materia fecal del insecto, que pueden generar infecciones, irritación excesiva en el caso de las personas alérgicas, costras, supuración y la inflamación de los ganglios”, explicó Alicia Rossito, dermatóloga del hospital provincial Sor María Ludovica de La Plata. Los pediatras insisten en los riesgos de automedicarse para eliminar piojos y liendres, ya que el uso de sustancias no aprobadas para tratar la pediculosis puede resultar altamente tóxico.
“Hemos visto casos donde se utilizaron pulguicidas de uso veterinario, kerosene o insecticidas, sustancias que no sólo carecen de efectos contra los piojos y liendres sino que además pueden provocar serias intoxicaciones”, advirtió Ana Girardelli, jefa de Toxicología del Hospital de Niños. Y detalló, además, que “esas sustancias producen intoxicaciones agudas e incluso trastornos crónicos de orden neurológico, reproductivo e inmunológico”.
PREVENIR ANTE TODO. “Las aulas son lugares ideales para la proliferación de este parásito, por eso se requiere el compromiso de todos los papás, ya que de nada sirve que a un chico se le pase el peine fino todos los días si está rodeado de compañeros cuyas familias no toman ninguna medida al respecto”, afirmó Rossito. Si bien el piojo no salta como se suele creer, el contagio es muy simple: se produce por contacto directo de una persona infectada con otra, o bien por compartir elementos que pueden tener piojos, como peines, cepillos, colitas de pelo, fundas de almohadas, toallas y hebillas.
“De nada sirve realizar los tratamientos o sacar los piojos en forma regular con el peine fino si no se toman medidas con esos objetos en los cuales el parásito puede vivir hasta 48 horas”, agregó la profesional, y recomendó que todas las cosas que estén en contacto con la cabeza se laven y, si es posible, se las deje fuera de la casa a una temperatura ambiente baja durante un par de noches.
“Los piojos pueden vivir fuera del organismo humano sólo si se dan ciertos niveles de humedad, de entre el 70 y el 90 por ciento, y una temperatura de alrededor de 30 grados. Por lo tanto, si los elementos que están en contacto con la cabeza se dejan fuera del hogar durante la noche, lo más probable es que no sobrevivan”, explicó Rossito.
En cuanto a los pediculicidas, la médica del hospital Sor María Ludovica recomendó consultar con el pediatra o el dermatólogo antes de optar por algún tratamiento en particular y concluyó que no deben utilizarse en niños menores de un año.
Las recetas de la abuela
Aunque los pediatras no lo reconocen estas fórmulas caseras suelen dar resultados:
- Aplicar cuatro cucharadas de aceite de oliva sobre la cabeza para asfixiar a los piojos. Cubrir la cabeza con una gorra de ducha y dejarla puesta de cuatro a seis horas.
- Mezclar media taza de vinagre de sidra de manzana y ocho gotitas de esencia de tomillo. Masajear la cabeza con esta preparación, colocar un gorro de plástico y dejarlo por cinco horas. Luego pasar un peine fino.
- Colocar en el champú cinco gotas de aceite de citronella, siete gotas de eucalipto y cinco gotas de mejorana.
- Hervir varias hojas de eucalipto durante 15 minutos con un litro de agua. Luego, agregar jugo de un limón. Aplicar en el cabello mediante suave masajes y dejar puesta durante 30 minutos. Después, enjuagar y lavar el cabello normalmente.
criticadigital.com

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