viernes, 26 de marzo de 2010

Cáncer y embarazo no están reñidos

BRU PAPELL
BARCELONA.- Si bien se sabe desde hace algún tiempo que las supervivientes de un cáncer de mama no tienen más riesgo de recaer si se quedan embarazadas, a menudo se aconseja retrasar —e incluso evitar— la maternidad por precaución. Un exhaustivo análisis que se ha presentado en la 7ª Conferencia Europea sobre Cáncer de Mama (EBCC7) que se está celebrando en Barcelona arroja nueva luz sobre la cuestión.
Hatem Azim, uno de los autores del estudio e investigador del Instituto Jules Bordet de Bruselas (Bélgica), avanzó ayer a la prensa que el embarazo en estas pacientes es seguro y que incluso puede mejorar su supervivencia. El metaanálisis consistió en la revisión de 14 ensayos realizados entre 1970 y 2009 que, en total, incluían a más de 19.000 pacientes con historial de cáncer de mama. Uno de los datos más reveladores es que las mujeres que se decidían a ser madres tras superar la enfermedad tenían un 42% menos de riesgo de fallecer por una recaída que las que no habían dado a luz.
Tiempo de espera
No obstante, otro de los dilemas a los que deben enfrentarse estas pacientes es cuánto tiempo debe pasar una vez finalizado el tratamiento para concebir con ciertas garantías. Y la respuesta es que depende del tipo de tumor mamario sufrido.
En declaraciones a ELMUNDO.es, Azim explicó que "en el 70% de los casos el cáncer es hormonodependiente y requiere terapia hormonal durante cinco años", lo que hace incompatible el embarazo antes de ese período. "Sin embargo", puntualizó, "queremos hacer más análisis para ver si bastarían tres años de terapia hormonal", con lo que la paciente podría plantearse el embarazo dos años antes de lo requerido actualmente.
En el otro 30% de los casos, el cáncer no es dependiente de hormonas, de modo que no sería necesario esperar todo este tiempo. En estas situaciones "creemos que lo prudente es dejar pasar dos años tras finalizar la quimioterapia", aseguró Azim, "básicamente porque transcurrido este período se reduce significativamente el riesgo de reincidencia de la enfermedad". No obstante, el especialista belga reiteró su objetivo de realizar más análisis en los próximos años para proporcionar mayores certezas en este sentido.
'Quimio' durante el embarazo
Otro de los estudios que se ha dado a conocer en el congreso reafirma la teoría según la cual es factible someterse a quimioterapia durante el embarazo. El estudio se basa en la creación de un registro alemán que recopila, tanto de forma retrospectiva como prospectiva, datos de 235 pacientes diagnosticadas en el transcurso del embarazo.
Según Sibylle Loibl, una de las autoras y profesora de la Universidad de Frankfurt (Alemania), 121 de esas mujeres recibieron una media de cuatro ciclos de 'quimio' sin que esto representara problemas adicionales para el neonato, ni durante la gestación ni tras el parto. "Todo apunta a que estas pacientes pueden seguir un tratamiento estándar con seguridad", afirmó la especialista alemana, aunque remarcó la necesidad de disponer de más datos para confirmarlo.
De iniciar el tratamiento, la recomendación sigue siendo no aplicarlo antes de la 12ª semana de gestación, período a partir del cual no hay riesgos para el feto. "No tenemos suficiente información para recomendar el inicio de la quimioterapia antes de ese período", explicó Loibl, quién añadió que "en caso que el tumor fuera muy agresivo habría que estudiar atentamente el caso para ver si seria posible avanzar el inicio del tratamiento".
El papel de la lactancia
La relación entre la lactancia y el cáncer de mama es otro de los aspectos abordados en el seno del congreso, que se celebra en Barcelona hasta el 27 de marzo. Para Angela Ives, investigadora de la Universidad de Australia Occidental, es importante profundizar en estas relaciones ya que "observamos que el embarazo y la lactancia reducen el riesgo de padecer un tumor mamario a largo plazo, pero se ha descrito el efecto contrario a corto plazo".
Por su parte, un equipo del Hospital Universitario de Malmö (Suecia) ha investigado la relación entre la duración de la lactancia y el desarrollo de distintos tipos de cáncer por parte de la madre. Según Salma Butt, una de las investigadoras implicadas, "no hemos visto ninguna relación con el cáncer de mama, aunque para algunos subtipos de la enfermedad una lactancia de más de seis meses incrementaba el riesgo de sufrir tumores más agresivos".
Parece que las distintas aportaciones al EBCC7 consiguen confirmar que, a priori, la relación entre el embarazo y cáncer de mama no es tan problemática como podría suponerse. No obstante, hay unanimidad entre los especialistas en que con más estudios y datos se podrán ofrecer consejos más certeros para que las afectadas puedan plantearse la maternidad sin problemas.
elmundo.es

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